Una carta al alma
que, si resuena en ti, puedes leer en voz alta para SOLTAR. Todos hemos vivido
procesos de separación, desapego y angustias… Lo importante de este camino no
es evitar vivirlas, sino haber terminado diferentes a como comenzamos
La separación
Querida Alma:
Experimenté una
separación. Ahora, ¿Cómo hago para terminar de soltar?
¿Cómo hago para
dejar ir a alguien cuando un ciclo se ha terminado?, ¿Cómo puedo aprender a no
sentir dolor en ese proceso casi inevitable, sabiendo que tarde o temprano
pasará? ¿Cómo hago para soltar si nadie me ha enseñado a hacerlo? Es la vida,
la propia experiencia que vamos transitando la que nos muestra y enseña cómo
debemos hacerlo.
Hoy siento ganas
de aferrarme a lo conocido, hoy no quiero que se produzcan más cambios en mí,
hoy tengo ganas de decirle al cielo que “pare”, que detenga este viaje por esta
ruta interminable que se llama: Experimentación
Sé que al decir
esto estoy frenando parte de mi crecimiento como espíritu, pero es que me he
cansado… ¿Puedo cansarme algunas veces verdad?
A veces puedo
descansar y después volver al ruedo sabiendo que cada instante que pase será
una nueva oportunidad para liberar más. Hoy puedo decidir sentir el dolor
porque es inevitable hacerlo. Viviré el dolor de la separación porque es parte
del aprendizaje que mi alma vino a experimentar. Mientras dure el desafío,
mientras la llama de la soledad siga encendida, seguiré sintiendo ese malestar.
Todos hemos
pasado en algún momento por una separación. Es parte de nuestros días porque en
esa experiencia vive la semilla equivalente a la “transformación”. Cada
separación nos traerá aprendizajes que no podemos conocer hasta que los
transitamos. No podemos adelantarnos a cómo nos vamos a sentir porque lo
sabremos en el momento de afrontar el período de la transición. Ahí es donde
sentiremos que no somos ni los que fuimos, ni los que vamos a ser… nos
encontramos en proceso, nos encontramos en el sendero hacia la nueva
experiencia. ¿Cuál será? ¿Qué elegirá experimentar mi alma en la próxima
realidad? Solo ella lo sabe. Entonces te encomiendo alma mía un único pedido:
Guíame para tomar
las mejores decisiones que resuenen y vibren en el amor más alto. Guíame y
acomoda todas aquellas cosas que mi parte humana y consciente ya han podido ver
y comprender como parte del desafío y aprendizaje del viaje. Enséñame mis
próximos desafíos, deseo afrontarlos con amor, tener mi mente y corazón abierto
para ver y comprender lo que sigue en este viaje de evolución constante.
Hoy siento que
nunca hubo involución. Hoy puedo decirte que has realizado cada paso como debía
ser. No podría haber sido de otra manera y no podía frenar el curso de la
experimentación, porque a eso hemos venido. En el momento de la tormenta, lo
único que hago es pedir que pare porque SOY UN SER HUMANO QUE SIENTE, NO SOY
UNA PIEDRA. Cuando algunos rayitos de luz comienzan a vislumbrar puedo sentarme
en mi silla, poner atención a todo lo que ha pasado y asimilar el aprendizaje y
¿sabes qué? No puedo detener tu camino, no deseo detenerlo jamás. Por eso te
digo alma mía, que sigas experimentando todo lo que has venido a vivir. Sigue
adelante, sigue… no pares… A mi parte humana que carece de amor, que está
pisando el freno a cada momento, le digo que permita que lo que vine a
experimentar suceda más temprano que tarde. Si tengo que soltar, si tengo que
sentir dolor, si tengo que vivir el desarraigo que lo haga… Hoy entiendo que
todo nuevo proceso trae consigo el equivalente a un momento de crisis. Donde
esté la crisis estará la oportunidad para cambiar.
Querida alma a
veces quisiera olvidarme de que los procesos de la vida son así. Pero cuando
quiero acordarme de lo maravilloso que es el estado al cual arribamos luego de
una etapa de incomodidad, mi ser olvida aquello que alguna vez dijo y quiere
regresar al ruedo de la transformación, del cambio…
¿Cómo podemos
cambiar si frenamos nuestro propio vehículo que desea avanzar en la ruta y
tenemos miedo a lo que vendrá?
Quiero decirte
algo…
Los despegos
seguirán en mí… El dolor inevitable en la separación también estará… Los
matices grises se presentarán por momentos, por otros saldrá el sol, por otros
habrá nubes… en otros, el pronóstico presagiará una tormenta. Lo que sea que
pase tiene que pasar. Estoy abierta a que suceda. Ya no tengo miedo a lo que
pase, ya no frenaré tu avance, así que hoy te digo:
AVANZA
CRECE
EXPERIMENTA
SE FELIZ
VIVE LA TRISTEZA
CUANDO LA TENGAS QUE VIVIR, ES EL DUELO INEVITABLE QUE TODOS VIVIREMOS EN ALGÚN
MOMENTO DE NUESTRAS VIDAS
DETENTE
VUELVE A AVANZAR
ASIMILA
EVOLUCIONA
CAMBIA
SUELTA CUANDO YA
NO PUEDES MÁS
CONDÚCEME EN EL
CAMINO
GUÍAME A TOMAR LA
MEJOR DESICIÓN, LA QUE NOS HARÁ FELIZ AL FINAL DEL CAMINO
Querida alma hoy
he experimentado la separación. ¿Qué tengo que aprender de esto? Tú lo sabes,
ahora ayúdame a observarlo más de cerca.
Me entrego a ti
para vivir lo que tenga que vivir, sentir lo que tenga que sentir. No voy a
hacer que ese sano proceso se tape, porque no habré entendido el aprendizaje y
nuevamente volveré a tropezar con la misma piedra hasta que aprenda a no
tropezar más.
Dios nos dio esta
oportunidad: La de tropezar dos veces con la misma piedra. En la primera no
aprendí. En la segunda tampoco, quizá en la tercera tenga más tiempo para
reflexionar y en la cuarta experiencia haya comprendido que para pasar por
aquel lugar tengo bordear la ruta, tardar más tiempo en llegar, pero evitar lo
que antes me había causado tanto dolor y malestar. ¿El próximo desafío y
separación? Será diferente. Podré tropezar con nuevas piedras en el camino,
podré volverme a caer, pero ya tendré las herramientas claras para levantarme.
Gracias querida
alma por permitirme experimentar. Bendita eres, bendita eres, bendita serás por
siempre en este cuerpo y al GRAN SER que regreses cuando ya no estés más acá.
Te amo, sigue tu
ruta.
María José
Bayard
http://simboloscuanticos.com/carta-al-alma-cuando-hemos-experimentado-una-separacion.html
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