LA CREACIÓN DE LA TIERRA INTERNA DE BELLEZA Y LUZ... Y SU
GRAN CIVILIZACIÓN.
sábado, 1 de octubre de 2016
LA CREACIÓN DE LA TIERRA INTERNA DE BELLEZA Y LUZ... Y SU
GRAN CIVILIZACIÓN.
En las inmensas
grutas que existen por debajo del manto de magma ígneo, se construyeron
extensas redes de iluminación artificial, en unos casos ionizando las moléculas
del aire para volverlas luminosas y en otros creando núcleos luminosos
parecidos a soles, como inmensas lámparas esféricas suspendidas con las que se
consiguió cultivar abundantes alimentos, de forma que hasta el día de hoy, la
agricultura hidropónica, estimulada con luz artificial, abastece más del 80% de
los alimentos necesarios para satisfacer las necesidades de estas poblaciones
vegetarianas del subsuelo.
Al final, se
conformó una tierra utópica de belleza y luz, que, desconocida para la mayoría
de la raza humana, existe realmente en la realidad física contemporánea de esta
esfera, de maera que en el profundo mundo interno de Nungimecha se encuentran
antiguas civilizaciones muy activas y pujantes de seres altamente evolucionados
descendientes de quienes crearon este conjunto, protegidos de las alteraciones
geofísicas y de los torbellinos que han barrido vuestro mundo superficial
durante tantos millones de años, estas civilizaciones no sólo sobrevivieron a
la última gran glaciación, sino que crearon un mundo soberbio en el útero de la
Madre Tierra, una tierra de vibración estable, con siete grandes sedes
principales y otras secundarias.
Por otro lado, cada
uno de los enclaves interiores existentes en esta esfera se distingue por un
determinado signo de actuación; así Shamballah –o Shasvalk, presidida por
Yersx- es un centro místico universal de primer orden, el Reino de Agharti –en
realidad llamado Avaxhi y cuyo regente es Xhgel- es una unidad de mejora de la
raza planetaria autóctona; Shangri-La –llamada Shanzag y regentado por Nhexra-
es un centro de investigación sobre las relaciones intergalácticas; El Dorado
–llamado en realidad Synxuski y comandado por Husxtu-, es una estación o centro
técnico para la investigación sobre vehículos de desplazamiento espacial;
Pxorugi, -regentado por Ziuxh-, es un centro regulador del equilibrio de la
esfera. Axhanna, bajo Nigeria, gran centro de investigación sobre la biología
de los lechos marinos.
La idea de una gran
civilización subterránea no es una hipótesis caprichosa, pues esos enclaves
interiores, son bien conocidos para los estudiosos budistas y lamas, y son
muchos los místicos y visionarios que han visto esas tierras y viajado allí en
su cuerpo astral.
Los afortunados y
los elegidos de entre vuestros líderes espirituales visitan físicamente el
lugar con regularidad y poseen un amplio conocimiento del mundo altamente
evolucionado de la Tierra interna, porque se trasladan frecuentemente a
Shasvalk, donde reciben guía y dirección de los sacerdotes de la Hermandad
Blanca que presiden ese reino, antes de volver a la superficie.
Ha habido sabios de
muchas épocas que han traído la sabiduría y la brillantez de la idílica
civilización que florece en el subsuelo y este conocimiento está firmemente
asentado en vuestra conciencia colectiva, esperando vuestro
reconocimiento.
Además, a lo largo
de vuestro tiempo, diversas civilizaciones han interactuado con estos esplendorosos
seres de luz, porque siguen existiendo túneles energéticos conectores en
diversos puntos del planeta, que también han permitido visitas de esos seres en
distintos momentos cruciales del tiempo superficial.
En otras épocas de
grandes cambios de la historia terrestre, algunas sociedades selectas, como los
lemurianos, los tibetanos, los mayas, los antiguos egipcios, los druidas y los
etruscos han sido visitados por líderes espirituales de Avaxhi, que llevaron su
sabiduría a la superficie para servir al propósito superior de
Nungimecha.
De éstos, los
tibetanos, han tenido contacto directo con Avaxhi hasta mediados del siglo
pasado, cuando el Dalai Lama fue obligado a huir de aquellas tierras sagradas
para siempre. El portal tibetano situado en el vórtice espiritual de Lasha fue
sellado con su partida y reemplazado por uno que se abre desde la India,
partiendo de la base del monte Kailash, y desde allí algunos líderes tibetanos
selectos, que han elegido servir como mensajeros de la luz, siguen viajando a Shasvalk.
También hay otros
pasadizos hacia las tierras profundas de Agartha en puntos clave del planeta,
pero todos están muy protegidos holográficamente, porque son los puentes entre
los mundos externo e interno, y esa vinculación hace que los entornos internos
no contaminados sean extremadamente vulnerables a todas las formas de polución
humana y radiación cósmica.
Y así como la
devastación humana de los ecosistemas superficiales continúa asolando y
destruyendo la belleza innata de Nungimecha, el entorno subterráneo ha
permanecido relativamente puro, libre de las emisiones venenosas y residuos
tóxicos que se han vertido en vuestros ecosistemas superficiales y en la
atmósfera.
La supervivencia
misma de estos hábitats contenidos depende de la gestión adecuada de todos los
productos de deshecho y de la total comunión con los elementos. Esto se ha
conseguido desde los días de la primera penetración en el subsuelo.
Por desgracia, con
la creciente explotación de las capas superficiales que propicia el Gobierno
Secreto, la perfecta biosfera de la Tierra interna y la armoniosa vida del
pueblo de Avaxhi se están viendo alteradas.
Hasta la fecha, los
ingenieros invasores sólo han logrado penetrar en la corteza, y aún están lejos
de conseguir el acceso a Avaxhi, sin embargo, su violación de las estructuras
que forman el esqueleto de Nungimecha está alterando el equilibrio natural allí
también y las basuras y toxinas emocionales producidas por sus maquinaciones y
oscuras intenciones revisten los túneles de sus estaciones militares
subterráneas cada vez mayores.
Algunos de estos
productos de deshecho están penetrando en los conductos de aire y en las aguas
que conducen al mundo interior subterráneo más próximo a la superficie, que
sirven para sustentar la vida, manteniendo el ecosistema en equilibrio y
armoniosa interdependencia, pero además, las continuas pruebas militares en el
subsuelo también están teniendo un coste, y los campos de residuos radiactivos
han empezado a rezumar, rebasando los límites que antes protegían el mundo
interno, de forma que allí, donde la enfermedad antes era desconocida, los
efectos del envenenamiento radiactivo están empezando a manifestarse lentamente
entre la población.
Esta intervención
agresiva, el pillaje de todos los recursos naturales y el desmantelamiento de
los ecosistemas están destruyendo la armonía de estos mundos. De los
microorganismos que siempre han crecido en los mares subterráneos, algunos son
fotosintéticos: unidades flotantes de luz almacenada que entran a través de los
portales principales, situados en los polos norte y sur.
Billones de estas
criaturas bioluminiscentes, moviéndose como un cuerpo singular, llevan luz a
las aguas internas de la Tierra, estimulando el crecimiento de las plantas en
las orillas y en el fondo del mar. Ellas forman la base de la cadena
alimenticia, tal como lo hacen en los océanos de vuestras regiones polares,
donde la luz solar no puede penetrar la superficie. Los microorganismos marinos
fotosintéticos no son nuevos para vosotros; han sido estudiados y observados
por los biólogos marinos.
Lo que los
pensadores convencionales, los mismos que ridiculizan la vida subterránea,
pasan por alto es que los Padres Creadores saben llevar luz a los rincones
oscuros, tal corno hacéis vosotros. Esto no es más que un aspecto de cómo lo
Divino manifiesta vida en cada respiración, en cada ocasión y en lo profundo de
los mundos no cartografiados que existen más allá de vuestra conciencia.
Tened en cuenta que
existe un espectro electromagnético infinito y que existen muchas otras
vibraciones de la radiación solar capaces de penetrar las capas superiores de
la corteza terrestre y ser recibidas en el subsuelo. Por otra parte, hay que
destacar que es la luz de esos Padres Creadores la que determina de dónde
surgirá la vida, y el rayo visible no es lo único que levanta la hoja de hierba
de su cama.
Sin embargo, como
la biología moderna niega la posibilidad de que la vida prospere sin luz solar,
obviáis la idea de posibles civilizaciones subterráneas como puras historias
sin sentido de la literatura de ciencia ficción, historias que han sido
sembradas deliberadamente de ese modo en vuestras mentes consciente y
subconsciente.
El azar no existe, la
suerte no puede darse, la casualidad no tiene sentido; cualquier suceso en la
vida humana, desde el más frecuente, hasta el más extraño e inusual, está
gobernado por la ley de causa y efecto, no obstante, los seres humanos siguen
utilizando frecuentemente el término “azar” para referirse a sucesos, cuyas
causas están ocultas para ellos pero no está lejos el día en que un buen
observador pueda precisar sin error el siguiente número que habrá de salir de
una determinada máquina de lotería, simplemente basándose en el comportamiento
y las leyes por las que se rige dicha máquina.
En muchas
situaciones, la demora entre la causa y el efecto es y no es difícil de
reconocer el cumplimiento de esta ley, pero en otras ocasiones, como en el caso
de acontecimientos como pueden ser los accidentes, golpes de suerte, o
desgracias, etc., es posible que haya un período largo entre causa y efecto, en
los que se percibe el efecto, pero no la causa.
Los Maestros de la
Sabiduría Antigua siempre alertaron de que todos esos sucesos pudieran ser los
efectos retardados de unas causas sembradas más temprano en esta vida, o tal
vez en otra anterior, sin embargo, cuando llega el tiempo para proceder al
equilibrio de esas causas, la propia naturaleza interna de cada persona, le guía
hacia un problema, o lo salva de él, por eso, las circunstancias extrañas y
externas, son los medios que la Naturaleza utiliza para ejecutar sus fines, de
modo que bien se podría decir que la propia Naturaleza se encarga de poner los
medios o poner trabas para que las iniciativas prosperen o no prosperen a fin
de conseguir el mejor equilibrio y beneficio posible, personal y grupal, al
menor esfuerzo posible; en realidad, con el mínimo esfuerzo; por esa razón,
cuando se intenta una acción –aún con todo el tesón, determinación y empeño-
que no le conviene ni a la persona, ni al entorno, es la Naturaleza quien se
encarga de hacerle ver que eso no se puede dar, aun cuando no se entienda en
ese momento.
Angel Luis Fernández.