sábado, 5 de noviembre de 2011

HERMANO K 26 octubre 2011 con audio

Original en francés.

http://www.autresdimensions.com
Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Susana Milán
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Yo soy HERMANO K. Hermanos y Hermanas, dignaos aceptar mis saludos. De nuevo entre vosotros a fin de abordar esta tarde, en este espacio, un sujeto importante que resumiré en este título: liberar el Amor para ser Libre. Lo que os voy a hablar es la continuación lógica de mis intervenciones precedentes, durante este verano, relativas al principio de la ATRACCIÓN y de la VISIÓN. La palabra amor es ciertamente una de las palabras (con la palabra Dios) que ha sido más empleada, en la superficie de esta Tierra. Y lo menos que se puede decir es que, sean las que sean las épocas y cualquiera que sea la utilización extensiva de esta palabra, no podemos decir, como durante mi vida, que el amor es la regla. Ahora, hablar de liberar el amor significa evidentemente, que el amor no es Libre, al menos tal como es concebido y es vivido en este mundo, en esta Dimensión y que no corresponde verdaderamente, a lo que han podido decir algunos seres que han tenido acceso como sabéis, a estados que no son ordinarios y que no son lo habitual de la Conciencia humana.

El amor en efecto, a menudo se expresa, justamente a través de los principios falsificados que se han identificado con el eje ATRACCIÓN/VISIÓN. Y frecuentemente el humano en su vivir, en sus experiencias, en su vida, en todos los sectores de su vida, dice y afirma que él experimenta el amor. Pero este amor está siempre teñido y coloreado por esta falsificación de la Luz, en resonancia con este eje ATRACCIÓN/VISIÓN y lo que esto significa. Por supuesto, yo no volveré sobre ATRACCIÓN/VISIÓN, porque lo he desarrollado ampliamente. El amor (sea el amor de un niño por sus padres, sea el amor de un padre por sus hijos, sea el amor expresado entre dos personas, o incluso en relación a un ser, el más prestigioso que fuere) no es y no será en definitiva, más que una forma de apropiación que resulta directamente de este eje ATRACCIÓN /VISIÓN. El amor se puede definir como algo que va a nutrir al ser humano, que va a aportarle alguna cosa y va a poner en marcha, en resonancia, acciones, comportamientos, hábitos y actitudes que van a intentar hacer durar, responsabilizar y explicar (en hechos, en gestos, en atenciones) este amor, tal como lo vive cada ser humano. Y por otra parte, los seres que han vivido estados de conciencia no ordinarios, también han hablado del amor y sin embargo no han empleado las mismas descripciones, ni vivido las mismas referencias, las mismas experiencias que el común de los mortales. Yo entiendo por común de los mortales, no un aspecto de segregación, sino más bien el sentido de colectivo, en el sentido de ciertas leyes, ciertas reglas morales o sociales, utilizadas en un momento dado, por un pueblo o por una civilización.

En efecto, es extremadamente difícil para el común de los mortales, expresar el amor de otra forma que por ese principio de ATRACCIÓN y de VISIÓN. Así, en la conciencia ordinaria, un niño no es libre. Es, si se puede decir, creado por los padres y de alguna forma, sometido a un número de leyes, a ciertos principios, llamados educación, a ciertos elementos que se llaman por ejemplo, las enfermedades hereditarias. Existe pues una coloración, desde el instante en que el niño nace en un determinado medio que evidentemente, va a condicionar de cierta forma y en gran parte, el devenir de este individuo, sin embargo muy nuevo. Es por supuesto, más fácil y más feliz nacer en un medio donde existe la abundancia, donde existe lo afectivo, donde existe la posibilidad de realizar una comprensión de este mundo. Cosa mucho más difícil para un niño sin padres, o en medios desfavorecidos. No volveré ciertamente, sobre esta desigualdad, ya que en un caso como en el otro, en definitiva, la resultante es siempre la misma, a saber, que el amor no es libre, ya que el amor es siempre deudor de una atención, de un afecto, de una reciprocidad alcanzada y esperada.

En todas las relaciones humanas (he tomado el ejemplo de padres/hijos, pero podemos igualmente aplicarlo a una relación tipo parejas, donde cualquier relación pone en juego lo afectivo y a un grado considerado como muy fuerte), este amor está siempre ligado a una observación minuciosa, o a un principio de atracción que la mayoría de las conciencias humanas ordinarias no pueden explicarse. Pasando por la obligación moral y social de la herencia, o pasando por la atracción existente entre dos seres (sean los que sean los elementos que puedan activarse, como elementos valorativos), por supuesto, muy frecuentemente es un enigma que puede ir hasta el amor romántico sin ninguna explicación entre dos seres, sin satisfacer ninguna razón y ninguna justificación. El problema es un poquito diferente (pero desemboca siempre en el mismo concepto) cuando se trata de un amor proyectado, concerniente a un concepto ideal, como el que forma parte de una religión, de un Dios sea el que sea, o de un principio inmanente, como puede existir en algunas filosofías. El amor es pues una proyección, dirigido a llenar algo que estaba en deficiencia, en el interior de sí mismo. Ese amor es siempre (como sabéis, espero) condicional y condicionado a la propia situación del ser humano, tal como ha vivido y experimentado. Ese amor no es en nada, libre. No es en nada, espontáneo y no es en nada, incondicional puesto que es exactamente a la inversa de lo que representa (y yo lo denominaré de esta forma, si os parece bien) el Amor Vibral. A menudo nosotros hemos evocado esta noción de Amor Vibral como un Fuego: un Fuego del Espíritu, un Fuego devorador que consume el alma y que abre a la Alegría Eterna, a la Felicidad, al Samadhi, a la Morada de Paz suprema, a una Conciencia no ordinaria, que no tiene ya nada que ver con el estado habitual de las relaciones en la conciencia ordinaria. Por supuesto, muchas épocas en occidente como en oriente, han magnificado este Amor absoluto en forma de poemas, de pinturas, de esculturas o de conceptos, o religiones. Y el ser humano se adhiere por el principio de atracción, a tal o cuál elemento concerniente a tal o cuál amor, más que a tal otro. En ningún caso, ese tipo de amor puede hacerte Libre, ya que os hace dependientes de la ATRACCIÓN y de lo que se ha creado y manifestado, en Espíritu o en Verdad, hacia una persona física, o hacia un concepto religioso, o filosófico, o espiritual.

Hoy, a través de ciertas transformaciones que habéis vivido (y que yo espero, viviréis más y más), habéis sido llevados a descubrir espacios nuevos, manifestándose por cosas muy diferentes de lo que existe para el común de los mortales, llamadas Vibraciones, percepciones nuevas, campos de Conciencia profundamente diferentes. Que por cierto, alteran las percepciones de la conciencia ordinaria y modifican los mecanismos de funcionamiento del pensamiento, de las emociones, de la mente e incluso del cuerpo. El amor condicionado y condicionante vivido en este mundo, es el resultado, de la ausencia de conexión a la Fuente, ligado a la ilusión de la separación y a la falsificación de la Luz, por cierto y como sabéis ha ocultado un número de funciones del propio funcionamiento de la conciencia y de la vida, tal como manifestáis en este mundo. El amor es pues, un ideal. Y un ideal tan ausente, tan buscado que muy a menudo dirige literalmente, la vida del común de los mortales. A través ciertos elementos afectivos, profesionales, sociales, de descendencia (a través de los hijos), o si no, a través de la adhesión a los principios morales o espirituales que, evidentemente, aquél que se adhiere a esos principios, va a defender como sabéis, en detrimento de cualquier otro. En efecto, ¿quién puede decir siendo de tal religión, que ama todas las demás religiones de igual forma que la suya? ¿Quién puede decir que ama a su pareja de igual forma que a cualquier ser humano en este planeta? Evidentemente, sabéis que esto es imposible. Esto puede ser un concepto, puede ser una idea, pero no será nunca una Verdad, porque existe justamente, ese eje ATRACCIÓN/VISIÓN que ha deformado y sobre el que se han expresado todas las polaridades del ser humano (en sus dimensiones afectivas, en sus dimensiones amorosas y en su amor).

El amor es entonces vivido, en este mundo, como un principio que precisamente limita la libertad, aunque en las primeras fases de un amor (sea conceptual o dirigido y volcado hacia una persona), es como un elemento que efectivamente va a llenar una falla, una carencia. Esto es muy diferente para la Conciencia que vive la Unidad, o se acerca a la Unidad, porque en ese momento, el Amor se vive ya en el Interior de Sí mismo, como la expresión misma de ese Fuego del amor, como la expresión de algo que se basta a sí mismo y que por lo tanto no tiene ninguna necesidad de buscar en el exterior de sí cualquier satisfacción (la que sea, relativa a una religión, relativa a una pareja, concerniente a otra relación afectiva o amorosa), en cualquier sector de la vida que sea. Se puede decir entonces, que el amor condicionado o condicionante, se manifiesta y se establece a partir de una carencia. Mientras que el Amor Vibral se establece y se manifiesta, no a partir de una carencia sino más bien, como una emanación de una plenitud Interior. Haciendo por cierto, que las Conciencias que viven esta conciencia no ordinaria puedan sentir un Amor que no tienen necesidad de exteriorizar ni de expresar sino más bien vivirlo Interiormente, no por cualquier voluntad de atracción y de visión hacia lo que sea, sino como un estado diferente de la Conciencia, donde el amor estaría de alguna forma, omnipresente, cuyas manifestaciones serían la Luz, cuyas traducciones serían las diferentes manifestaciones justamente, de ese estado no ordinario de la Conciencia. La diferencia es esencial, porque se revelará a nivel de la Conciencia, como algo profundamente diferente.

En la conciencia común ordinaria, el amor está siempre sujeto a cautela, siempre es buscado, siempre es no satisfecho, por el hecho mismo de ese principio de atracción, de visión y de búsqueda perpetua, incluso si se trata por supuesto, de la misma persona en una pareja, que podríais calificar de fiel, calificar de autónoma y calificar de perpetua, en el sentido romántico. En esta misma relación, sabéis todos, que existen actitudes que hacen que se busque permanentemente la prueba, la demostración, la manifestación a través de los sentidos, a través de los diferentes sentidos y por supuesto, no hablo únicamente de la esfera sensual sino más bien, de las atenciones, de las actitudes y miramientos que forman parte de los juegos del amor, entre dos personas. Observad bien que en este mundo y de manera más y más extensiva, este amor dura cada vez menos tiempo y es cada vez menos romántico y menos duradero. Este amor en efecto, está basado en una carencia. Mientras que el Amor en el sentido Vibral, es el descubrimiento del Amor, en el Interior de sí mismo. Esto no tiene nada que ver, ciertamente, con cualquier actitud que se podría llamar de narcisismo sino más bien, una actitud de plenitud Interior, que hace que de alguna forma, exista para esos seres, un alimento abundante de Amor, que se manifiesta por sí mismo y no implica ninguna búsqueda exterior o complementaria, ya que todo está completo en el Interior de sí mismo.

Entonces, ¿qué significa liberar el Amor? Liberar el Amor, es tomar conciencia de las funciones limitantes del amor (sea religioso, sea humano) y que a nivel de lo humano, concierne a todo tipo de relación, sin ninguna referencia exterior y sin ninguna proyección exterior. Toda la diferencia se situaría en este nivel, en una orientación de la Conciencia, seguida por una orientación de la energía, por el principio de la ley de atracción y de resonancia. El amor llevado al exterior es un amor proyectado, idealizado, conceptualizado, en resonancia con una proyección dirigida a llenar un sentimiento, innato o adquirido de carencia Interior, en relación a ese sentimiento de amor. El Amor no ordinario (el Amor Vibral), manifestado y concientizado por aquellos que han vivido esta Llamada del Amor, no tiene nada que hacer, ni con una religión, ni con una persona, ni con un contexto cualquiera que sea.

Por supuesto, existe una coloración de este Amor Vibral que puede ser diferente y que será diferente, según el medio educativo, cultural o incluso espiritual en el que éste se produce. Tenéis entre las Estrellas, Hermanas que durante su vida encarnada, han vivido este Amor como una consumición total en el fuego de CRISTO. Para un oriental evidentemente, habrá una identificación con Krishna, con Visnú, con el Absoluto, poco importa, o el Atma. Todo esto no representa más que nombres procedentes de una coloración de la personalidad, existente todavía cuando el Amor se manifiesta en sí mismo. El sentido de la energía es profundamente diferente, porque el Amor Vibral hace retornar el Amor hacia sí mismo. Es decir que hay (más allá de todo narcisismo, repito) un sentimiento de Amor vuelto hacia el Yo y, no vuelto hacia el yo. Es decir que no hay más necesidad de poseer, no hay necesidad de atraer, no hay ya necesidad de ver un objeto de amor en el exterior, puesto que el ser realiza su Naturaleza Esencial y Primaria, que es Ser Amor.

Ser Amor dispensa entonces al alma y al Espíritu que lo vive, de una búsqueda del amor fuera del Yo, ya que el principio mismo del Amor Vibral es estar completo, desde su manifestación. No hay entonces, necesidad de ninguna traducción, de ninguna atracción al interior de sí mismo y de cualquier proyección de un elemento exterior. En ese momento y, solamente en ese momento, el Ser puede Irradiar el Amor, totalmente. En ese sentido es cómo poco a poco, o más o menos rápidamente, os hacéis los Sembradores y los Anclas de Luz, acercándoos a ese instante donde podréis, por la Llamada de CRISTO, denominada la puerta KI-RIS-TI o por la Puerta Estrecha, concienciar la totalidad del Amor que sois. Y en ese momento, el mundo no será nunca más el mismo, porque no habrá nada exterior que buscar para llenar lo que sea deficiente en el interior de sí mismo. Y en ese momento, es cuando el Amor es liberado. Y es solamente en ese momento. Es decir que en ese momento, todas las relaciones, todas las proyecciones, pueden al fin cesar, porque no hay nada que buscar fuera que no esté ya, presente en el Yo y en la realidad de la Unidad, vivida como Conciencia Unitaria, por aquél que descubre ese estado de Amor de Sí mismo y de Amor, independiente de todo soporte, de todo concepto, de toda proyección y de toda necesidad de posesión, sea la que sea.

Liberar el Amor, hace libre porque desde el instante en que estáis llenos de este Amor, no tenéis necesidad ya, de amar de manera personal y de amar de manera individual, porque vosotros os hacéis vosotros mismos, el Amor. Cualesquiera que sean los lazos que existan, no va a hacer (y esto os lo han dicho muchos intervinientes) que dejéis atrás todas vuestras relaciones, todos vuestros afectos. Sino al contrario, todos estos son transmutados por una nueva cualidad Vibratoria, que está ausente de cualquier proyección, toda suposición, toda necesidad de poseer, toda necesidad de encerrar, sea a sí mismo o a otro, en una relación. Desembocáis en una comunicación (ya fuera amorosa), sobre el principio llamado Comunión, que os permite superar ampliamente, lo que puede ser aportado en el cuadro de una relación opresiva (sea por los sentidos, sea por las palabras, sea por las actitudes o aun por las atenciones aportadas a la persona amada, sea un padre, un niño, una pareja o un concepto). Todo esto forma parte, como sabéis, de las fases últimas que estáis a punto de vivir, nosotros lo esperamos, para cada vez más seres que nos escuchan, que siguen y que viven esta Llamada de la Luz, a su manera, porque en definitiva, debe llevaros (gradual o brutalmente, ahora) a estableceros en este Amor.

La característica esencial de este Amor Vibral es justamente, expresar la Plenitud total del Ser, la Plenitud total de la Conciencia, sin tener necesidad de cualquier aporte externo. Os habéis convertido en el Amor y por lo tanto irradiáis Amor permanentemente. No hay pues necesidad de manifestar cualquier juego de seducción, de posesión, de atracción o de visión. Os hacéis en ese momento, totalmente independientes de todas las contingencias, yo diría, de la conciencia común, de la conciencia ordinaria, totalmente independientes de todas las leyes morales, sociales, todas las leyes familiares, hereditarias, o que gobiernan de una manera general, todos los códigos amorosos del humano, porque vosotros os habéis convertido precisamente, en Amor vosotros mismos. Hay pues en esta inversión (porque lo es y una reversión también), un proceso que os lleva a no proyectar más nada hacia el exterior y a ser conscientes, de hecho, que la fuente de Amor no puede existir más que en el Interior de vosotros mismos, en el Corazón. En ese momento es cuando se vive el Fuego del Corazón, que se va a traducir por la desaparición pura y simple, de todo lo que podía llamarse los mecanismos de placer y los deseos (cualquiera que sea su modo de expresión) porque os habéis hecho vosotros mismos, en vuestro Interior, vuestra propia fuente de Alegría Interior, que no depende de ninguna Acción/Reacción exterior. Las consecuencias, como sabéis son múltiples. Pasa por supuesto, por los mecanismos de reconsideración de las diferentes ataduras, los diferentes lazos, haciéndolos evolucionar hacia una liberación y una Libertad cada vez más importante que os permite vivir (y de manera más y más grande) un sentimiento de Paz, un sentimiento de Alegría que se hace, en ese momento, totalmente independientes de la mirada del otro y sobre todo de esta famosa observación de signos amorosos, o las atenciones que el otro puede daros o no.

En efecto, la Conciencia que vive el Amor en sí mismo, va a manifestar el Amor evidentemente, en tanto que Radiación en todo el mundo, en el conjunto de los seres vivientes y conscientes, sea que lo acepten o no. Y tenéis en ese momento, los escritos, las palabras, los actos (que son pronunciados por esos seres que han vivido el acceso a la Unidad y que se establecen en ese Amor Vibral) que son ciertamente, sin igual medida con los escritos, incluso románticos del amor, que no son más que la manifestación de un deseo (incluso altruista) de posesión, de hacer suyo al otro, o un concepto, sea el que sea. El Amor Vibral va pues a liberaros. Os va a liberar de todos los encierros, de todas las ataduras, de todas las proyecciones, porque no hay nada que encontrar en el exterior. Porque todo se sitúa de ahora en adelante en el Interior, como lo confirma la visión eterica y, para algunos de vosotros, por lo que comienza a establecerse como el elemento de Visión del Corazón, en que algunos elementos se os han demandado como posibilidad de acercaros a esta visión del Corazón. A través por ejemplo, de la Comunión. A través por ejemplo, de la práctica del Yo soy Uno (ndr: desarrollado por RAMATAN en el folleto “Humanidad en devenir”). Tantos elementos que van a permitiros vivir y experimentar esta dimensión de Amor que es liberada, haciéndoos en consecuencia, totalmente libres. Ningún amor en sentido humano (que no ha alcanzado el estado Vibratorio del Corazón) puede permitiros encontrar la satisfacción y la Paz Eterna, sin depender de ninguna forma, de ninguna mirada del otro. Lo más frecuente es que haya, como sabéis, una dependencia (a través de los códigos sociales, a través de los códigos morales, a través de los códigos afectivos) que hace que la relación de amor entre dos individuos, esté siempre condicionada por la presencia de esos códigos llamados morales, llamados sociales, o llamados normales porque se vive así por toda la conciencia común de la humanidad. Todo esto tiene un fin, porque por supuesto, la época que vivís os va a llevar a comprender lo que es el verdadero Amor, en su Dimensión Vibral, que está más allá de todos los sucedáneos del Amor que se os han dado a ver, a manifestar y a experimentar, en este mundo. Por supuesto, la mayoría de los seres humanos, en la conciencia ordinaria, desde el momento en que perciben una atracción, ya fuera la más altruista, van a hablar de amor. Pero reflexionad y comprended y Vibradlo, que el hecho de vivir este amor no os permitirá jamás vivir el Amor ligado al Fuego del Corazón y al Despertar del Corazón. El Fuego del Corazón es un Amor en sí mismo: es el Fuego del Espíritu, el Amor de la Fuente que se despierta en vosotros y que os hace comprender, vivir y asentir a vuestra naturaleza profunda que es el Amor, la Unidad y la Luz. Evidentemente, Amor, Unidad y Luz, de los que la conciencia ordinaria, en la personalidad no tiene ninguna idea, si no es, a través de las proyecciones o las idealizaciones.

Solamente por la vivencia Vibratoria de la apertura de la Conciencia, del acceso a la Unidad, se hace posible hoy, para una parte cada vez más importante de la humanidad (a través de la apertura de la Puerta que ha hecho el Arcángel METATRON, a través del Pasaje de la Puerta Estrecha, a través de los Pilares que se os han explicado), es como el ser humano, si él lo desea, hoy puede aproximarse lo más cerca de ese Amor Vibral, auténtico, que no depende más de circunstancias sociales, morales o afectivas. Este Amor viene a sustituir de una cierta manera, a todos los amores limitantes y condicionantes, permitiendo en consecuencia, ser libres. Ser libres no quiere decir no volver a respetar los códigos morales, sociales, o de la sociedad, o de la familia, sino liberarse totalmente a fin de no estar sometidos, en el plano Vibratorio, a estas leyes que son las leyes del encierro.

Os recuerdo que el CRISTO pronunció estas palabras que, de alguna forma, os liberaban de los lazos de la carne y los lazos de sangre. Lo más importante y él os lo dijo, son los lazos del Espíritu, que son Liberación. Jamás los lazos de la carne, cualquiera que sea esta carne, podrán ser libres, porque la carne comporta ciertas lagunas. Esas lagunas no las habéis hecho vosotros, sino que son el producto de una alteración del principio mismo del Amor, a través del eje ATRACCIÓN/ VISIÓN. Yo expliqué esto. El alma se vuelve hacia la materia, ha dado la espalda al Espíritu y entonces buscará permanentemente el Amor a través de la relación, a través de la comunicación, a través de la proyección, a través del amor romántico, a través del idealismo, pero ciertamente no a través del Amor del Espíritu. Por lo tanto en este nivel, hay como sabéis, un principio de Reversión, que corresponde muy precisamente a lo que se os pide vivir y lo que quizá, espero, que viváis en número cada vez más importante en esta Tierra. Porque descubrir el Amor que puede existir en el Corazón, os pone en contacto con la Fuente, con lo que se ha llamado la Alegría, el Samadhi y este Samadhi no puede depender de ningún modo, de un aporte exterior de este mundo. En ese momento, habéis liberado el Amor. Y, en ese momento y solamente en ese momento, podéis manifestar la Libertad y amar, sin ninguna condición a cualquier ser humano. Además, esto no es una decisión, no es un hacer, no es más un acto, sino que se convierte en un estado que yo calificaría de natural. Y es en ese estado natural, cuando se comunican un cierto número de verdades, ciertas entre nosotros, entre los Ancianos, o entre las Estrellas y evidentemente, entre una multitud aun limitada, que han vivido ese Despertar al Amor y ese Despertar a la Unidad.

Hoy, vosotros estáis llamados también, a través de los cuatro Pilares, a través de esta Puerta posterior, a través de esta Puerta Estrecha y a través del marco de la Humildad y de la Simplicidad a elevaros vosotros también, a estos dominios Vibratorios. Estad seguros de que no hay nada que perder. Hay todo a ganar, ya que en ese momento no estaréis nunca más en falta, o en insuficiencia de lo que sea, ya que la Fuente del Amor no se encontrará en el exterior, sino en el Interior de vosotros mismos. La más grande de las falsificaciones ha sido por tanto, hacer creer al humano, a nivel de su conciencia colectiva (y de hacer creer a él) en un conjunto de modos de funcionamiento que le hacen buscar en el exterior, lo que existe en el Interior, pero que ha sido ignorado. Haceros creer que existía un ideal más allá que en vosotros mismos, que este ideal sea situado en una vida futura, o situado en un Salvador exterior, o situado en un Dios vengador, o situado en un Dios Amor. Os hace, de alguna forma, ignorar vuestra verdadera Naturaleza, por el principio mismo de la proyección en el eje ATRACCIÓN/VISIÓN. Todo esto lo sabéis, acaba y, acaba de manera definitiva. Nosotros hemos tenido la ocasión, unos y otros, entre los Ancianos, de expresaros algunos elementos que conciernen incluso a los principios considerados por vosotros, como válidos para las conciencias que están en búsqueda espiritual, así como vosotros lo llamáis. El principio mismo de la reencarnación no es una ley espiritual, no es una ley del Espíritu, sino que es una ley del alma. Las leyes que vivís, en este mundo (que concierna a vuestro cuerpo, vuestra vida, nuestra vida cuando nosotros la vivimos, e incluso del otro lado del velo), no serán jamás leyes del Espíritu, porque justamente, lo que ha sido limitado, es la manifestación del Espíritu, en vuestra vida y en la conciencia ordinaria.

Lo que vuelve en su totalidad hoy, es la Totalidad del Espíritu. Ella os llama pues a una revolución Interior final, llamándoos si tal es vuestra posibilidad y vuestro deseo más íntimo del alma, a encontraros en un nuevo estado de conciencia, un nuevo estado Vibratorio que no tiene nada que ver con lo que conocéis, lo que habéis experimentado y lo que conocéis a nivel de leyes, a nivel incluso de las leyes denominadas del Espíritu, pero que de hecho, no son más que las leyes del alma, desviadas. El Espíritu no tiene nada que ver con vuestra personalidad. El Espíritu no tiene que ver con vuestras reencarnaciones que pertenecen a la limitación y al encierro. El Espíritu no tiene nada que ver con vuestros lazos y ataduras. El Espíritu no tiene nada que hacer del otro, en una dimensión personal, puesto que el Espíritu no ve más que el Espíritu. Él ama más allá de las limitaciones, más allá de las contingencias, pues es su Naturaleza y su Esencia. A esto es a lo que estáis llamados a vivir. Es también a liberarse de lo conocido, como he dicho, para acceder a ese desconocido que os liberará totalmente. Pero necesitáis para esto, como se ha explicado muchas veces y de diferentes formas, abandonaros al Espíritu, para vivir el Espíritu. Esto os permitirá pasar de la agonía de la noche oscura del alma, pasar a esta demanda de alejar el cáliz de vosotros, para en fin, poder decir, como ha dicho el CRISTO: “Padre en tus manos encomiendo mi Espíritu” y después “todo está cumplido”. Estáis llamados a vivir esto ahora, cada vez más individualmente, pero sobre todo, lo viviréis, próximamente de manera colectiva. Y es en ese instante cuando se producirá lo que se ha comprendido muy mal, llamado en occidente: el último juicio. No hay otro juicio que aquél que hacéis vosotros mismos, sobre vosotros. No hay ningún Dios exterior que venga a juzgar ninguna de vuestras acciones. No existe ningún castigo. No existe ninguna recompensa. Solo existe el Sí mismo, que hay que vivir en el instante presente, desde el instante en que no dais peso a ninguna de las creencias concernientes al Amor y desde el instante en que os convertís en Amor. En ese momento, la visión del Corazón os aparece. En ese momento, vivís la reunificación con el Espíritu. Y esto no puede existir mientras que exista un amor condicionante, un amor limitante, un amor que encierra, todavía presente en vuestra Conciencia. He dicho bien en vuestra Conciencia y no en vuestra vida, porque no es desembarazándose de los lazos como vais a encontrar el Amor Vibral, sino más bien transcendiendo esos lazos, en la vivencia misma de lo que tenéis que vivir. Recordad que os hemos dicho que, todo (la edad, las condiciones, el estado físico, la situación afectiva, profesional, en la que estáis hoy) corresponde muy exactamente a lo que tenéis que vivir para acercaros, lo más próximo, de este Amor Vibral, para vivirlo. Incluso si las circunstancias vistas con el ojo de la personalidad os parecen diametralmente opuestas, estad seguros de que esto es absolutamente falso.

Es Sí mismo no espera más que a vosotros para revelarse. No espera de ninguna forma, una circunstancia exterior. No espera otra liberación que la concienciación de vuestro propio Sí mismo, que la concienciación del Amor Vibral, a fin de vivirlo. No existe ninguna barrera externa a esto. No existe ningún karma. Dicho en otros términos, no existe ninguna limitación física, ni ninguna limitación psicológica, exterior a vosotros mismos. Solamente vosotros y vosotros mismos, independientemente de cualquier circunstancia exterior y de manera, yo diría, más y más fácil, podéis estableceros en el Sí mismo. No existe ningún elemento limitante en la personalidad que pueda impediros vivir lo que tenéis que vivir, en el Amor Vibral y la Realización del Sí mismo. Esto os va a aparecer como una Verdad cada vez más flagrante, desde el instante en que jugáis el juego de la Unidad y desde ese instante, os estableceréis en la Unidad. Los elementos finales que os hemos dado, los espacios de Comunión, el hecho de comulgar con la Conciencia Unificada (incluso de manera horizontal, entre seres humanos), los diferentes ejercicios que se os han dado (el Yo soy Uno, dado por el Gobernador de la Intra-Tierra), son tantos elementos, durante este periodo y específicos de este periodo, que se os han dado para permitiros volveros hacia el Amor Vibral y volver la espalda a todos los amores ilusorios que la sociedad busca daros, a través del eje ATRACCIÓN/VISIÓN, para poseeros mejor. Es por lo tanto a vosotros y, solo a vosotros, a los que corresponde ahora, efectuar esta última Reversión y el paso de la Puerta Estrecha. Nosotros hemos evocado ampliamente (y en particular, el amado Juan), el choque de la humanidad. Se ha evocado también, hace poco tiempo, la noche oscura del alma que es, de alguna forma, revivir los miedos arquetípicos: miedos a perder ciertos elementos, procedentes de la personalidad y que son la resultante directa del encierro.

No podéis pretender la Libertad permaneciendo encerrados. No podéis pretender como diría nuestro Comendador, ser a la vez una oruga y una mariposa. En estos tiempos últimos es cuando el impulso de la Luz va a hacerse cada vez más intenso, a nivel del Espíritu. Lo que resiste en vosotros será doloroso. Lo que resiste en vuestra conciencia o en vuestro cuerpo, se situará en el camino de la Luz, como zona de sombra, impidiéndoos estableceros en la Paz. Pero esto no es, de ningún modo, un castigo de la Luz sino más bien, una iluminación total de la Luz Vibral, viniendo a deciros que hace falta vivir, para Ser. Una de las Estrellas os ha hablado hace poco tiempo de la Llamada de la Luz, en algunos de vuestros puntos y algunas de vuestras Puertas. No olvidéis jamás responder a esta Llamada. Esto es mayor, porque esta Llamada de la Luz está justamente aquí para hacer que os establezcáis en el Amor Vibral. Por supuesto, algunos de vosotros van a ser más atraídos, en esos momentos por su personalidad, a abrir un diario, a conversar, a dialogar, de manera fútil, sobre las circunstancias de este mundo. Es justamente en esos momentos, cuando os conviene estar más vigilantes y atentos a esta Llamada de la Luz, que sea por la Puerta posterior, que sea por una de las Estrellas o una de las Puertas. En definitiva, cualquiera que sea la Llamada de la Luz, es a vosotros a los que os conviene abrir la Puerta, responder, y es con esta condición como viviréis este Amor Vibral, ese establecimiento en la Unidad.

Con seguridad, fuera de vuestros alineamientos, ahora, la personalidad va a exigir siempre de vosotros, conformaros a ciertas leyes, a ciertas obligaciones reales, en el ámbito de la personalidad. Pero recordad en esos momentos, que os conviene buscar el Reino de los Cielos que está dentro de vosotros, para realizarlo y vivirlo y que después tendréis cualquier latitud para actuar. Dicho en lenguaje popular, como decís en Europa: “no pongáis el arado delante de los bueyes”. ¿Cuál es más importante, para vosotros? ¿Cuál es más importante, en vuestra Conciencia? El impulso de la Luz, así como lo vivís, se hace cada vez mayor, tanto a nivel individual como a nivel colectivo. Todo lo que podéis observar en la superficie de vuestros mundos, de este mundo, todo lo que vosotros podéis observar en torno a vosotros, solo son las manifestaciones de la oposición a la Luz, o del asentimiento a la Luz. La oposición a la Luz se manifestará por lo que observáis en algunos humanos. Pero el asentimiento a la Luz puede hacerse, en los primeros tiempos (para aquellos que no conocen esta Dimensión de la Unidad), de manera un poquito dual, es decir que hay una necesidad de cambiar las cosas. Y mientras que el Amor no esté estabilizado en sí mismo, la necesidad de cambio ciertamente, se va a transferir de forma natural, al exterior. Esa necesidad de cambiar las cosas en el exterior (aunque el impulso esté asociado al amor), se va a traducir por fuerzas de fricción cada vez más intensas, entre el común de los mortales, no abiertos a la Conciencia extraordinaria (vivirán pues, la conciencia ordinaria y querrán mantener una especie de statu quo), y la conciencia del común de los mortales, en su otra versión (que recibe el impulso de la Luz, sin integrarla totalmente, llamando a una renovación, llamando a un cambio y confrontándose naturalmente, a las condiciones de la conservación).

Recordad que el cambio es Interior, que el cambio exterior derivará de lo que bien quiera la Tierra, pero también de lo que bien quiera la colectividad de la humanidad, desde el instante en que un número suficiente viva el Amor en sí mismo , más que querer imponer el amor, fuera de sí y por lo tanto, volver a caer en esquemas que yo calificaría de duales. La Unidad es un estado Interior. El Amor Vibral es un estado Interior. El Amor no necesita otra cosa que del Fuego del Corazón, porque esto es la fuente del Amor, que está a nivel de la Fuente. Desde el instante en que viváis esto, veréis por vosotros mismos, que vuestra vida se transforma, lo más frecuente y lo más rápidamente ahora, de manera instantánea. A través de estas experiencias (que se transformarán de alguna forma, con el establecimiento de vuestra Conciencia, de manera perenne y definitiva, en este estado) se producirá el balanceo total de la Conciencia en la nueva Dimensión de Vida. La Tierra, como sabéis, está en el punto de realizarlo. Todos los signos que se os han dejado ver al exterior pasan por supuesto, al interior de vuestra Conciencia. Los diversos sonidos, las diversas Vibraciones que percibís, su amplificación (sin igual con lo que ha existido, todavía hace algunos meses) traduce en vosotros, la inminencia de la Revelación del Amor. Esta Revelación del Amor Vibral es un cambio total de paradigma, un cambio total de cuerpo, un cambio total de funcionamiento y un cambio total del conjunto de reglas establecidas por el amor falsificado del eje ATRACCIÓN /VISIÓN.

Entonces alcanzáis desde ahora, la etapa más primordial y última de este acabamiento del Apocalipsis, de este acabamiento de la Revelación y de lo que se ha llamado la Ascensión. La Llamada de la Luz y la Llamada del Amor, va a hacerse cada vez más importante, en términos Vibratorios y en términos de Conciencia. Vais a ser, cada vez más a menudo, llamados a volveros hacia la Luz. Y por supuesto, esto requerirá también, para cada uno de vosotros, actualizar vuestra elección, como ha dicho nuestro Comendador. Cada vez menos y menos, podréis mantener un statu quo, permanecer entre dos sillas. Cada vez más, deberéis afirmar un estado o el otro. Y esos dos estados, así como espero haberos mostrado y demostrado, son muy exactamente lo opuesto, el uno del otro. Es esto que puede representar a escala colectiva y a escala individual, lo que estáis llamados a vivir como choque de la humanidad, mucho más allá de la noche oscura del alma: pero la noche oscura del alma colectiva de la humanidad, está a vuestras puertas. He aquí las palabras que todos los Ancianos me han pedido daros. Más allá de mis palabras, por supuesto, el aspecto Vibratorio es esencial. Si tenemos el tiempo, y hay preguntas, no personales, concernientes exclusivamente a lo que acabo de explicar, entonces mis Hermanos y Hermanas, os escucho con agrado.

Pregunta: ¿se podrá amar así, los egos y las personalidades de los otros humanos?

Hermanos mío, desde el instante en que la colectividad descubra el Amor, los egos y las personalidades no existirán más, así simplemente, porque serán disueltos, de una manera o de otra. Es muy fácil decir y proclamar que amáis a todo el mundo. Otra cosa es vivirlo en el Corazón, porque en ese momento, no hay nada que proclamar, no hay nada que decir, solamente hay que Ser. Y la inteligencia de la Luz y el Amor (que es la característica esencial de la Luz) se manifestarán espontánea y naturalmente. Esto da cuenta del todos los procesos, místicos o misteriosos, manifestados por los carismas de aquellos que han encontrado el Amor. No hay pues que plantearse esa clase de cuestiones, porque desde el instante en que el Amor se establece en ti, no hay que plantearse la cuestión de la personalidad del uno o del otro, o del ego del uno y el del otro, porque el Amor se expresa, de igual forma, en todos los componentes de aquél que está enfrente. Ya que no existe más, para aquél que vive el Amor, diferencia alguna entre un ego, una personalidad y un Espíritu. La Unidad del Amor es esto.

No tenemos más preguntas, os damos las gracias.

Hermanos y Hermanas, doy gracia por vuestra escucha. Os propongo vivir en silencio y antes del Alineamiento o la Comunión, vivir nosotros aquí, juntos, una Comunión. Volveré enseguida en el momento del Alineamiento, de manera más colectiva.


…Efusión Vibratoria…


Entonces os digo hasta dentro de unos instantes, mis Hermanos y Hermanas.

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