UN ESPACIO PARA EL CONOCIMIENTO DEL SER, SU ESPIRITUALIDAD Y EL DESARROLLO MENTAL A TRAVÉS DE SU TRANSFORMACIÓN
miércoles, 25 de julio de 2012
EL ALMA GEMELA
El encuentro con nuestra alma gemela es algo muy intenso, sucede al mismo
tiempo en el plano astral.
Algunas señales de haber encontrado al alma gemela:
*La mirada los une entre sí, en el plano de la inteligencia, que es estar
con Dios. La atracción sexual incluso termina por pasar a un segundo plano.
*No tener sentimientos de posesión, pretender poseer, considerarse dueño, o
querer tener el control sobre la otra persona es imponer la propia presencia
y personalidad, forzar la naturaleza es el propio sentimiento, al mismo
tiempo que se ahoga la personalidad del otro. A nadie se le puede obligar a
que nos ame.
*La persona no procura moldear a la otra según la imagen que tiene en
mente, sino que la acepta como ella es, procurando ayudarla a alcanzar una
personalidad mejor, más elevada.
*En este caso, el amor se da de manera desinteresada, no esperamos nada a
cambio.
*El amor verdadero se basa en la fe y no en el temor, no tiene registro de
errores ni lleva un archivo de heridas, el amor verdadero es el primer paso
para la reconciliación.
*Aquí no existen las imprudencias ni la promiscuidad, eso pertenece a las
relaciones kármicas.
*El amor verdadero es justo, y no se limita al plano físico, esta unión
alcanza al nivel espiritual y mental también, volviéndose más rico, intenso
y duradero.
*El encuentro del almas gemelas rechaza cualquier distinción de raza,
nacionalidad o credo, desde que haya un nivel básico de afinidad que
garantice el inicio de la relación y su supervivencia.
*El amor de almas gemelas es inagotable, no disminuye a medida que avanza
la relación, aumenta cada día más. No existe enamorado, amante o amado,
mucho menos divisiones, desuniones o desilusiones.
*El amor de las almas gemelas subsiste en otros planos y en otras vidas...
Es eterno.
Relaciones kàrmicas
Muchas personas viven sin establecerse en una relación amorosa por mucho
tiempo, esto forma parte de lo que llamamos "Relaciones Kármicas" relaciones
en las que algo hay que aprender, algo hay que sanar, este "algo" puede
pertenecer a vidas pasadas. Si tu te encuentras en este caso, da gracias por
ello... y sigue adelante. Apegarnos a una relación dolorosa no es una buena
opción, lo mejor es sacar lo bueno de ello y poner distancia de por medio.
Entre más exigentes seamos al momento de buscar una pareja, más estamos
puliendo nuestra alma para el encuentro con tu real compañero. Solamente
debemos estar pendientes de algo: No debemos confundir exigencia con
frialdad.Todos estamos a la búsqueda de un amor perfecto. Los científicos
nos explican que esa búsqueda tiene que ver con el funcionamiento de
nuestras hormonas, antiguos rituales de cortejo o un "complejo materno" no
resuelto. Es posible que haya algo de esto, pero debajo de estas
explicaciones parciales, se esconde una profunda verdad espiritual.Y esa
verdad espiritual es que existe -en alguna parte de este inmenso Universo-
un ser que puede amarnos mas allá de todo lo que conocemos: lo llamamos
nuestra alma gemela.
El término ha sido tan manipulado, que se hace necesario marcar una
distinción importante: la que existe entre almas compañeras y almas gemelas.
Almas compañeras
Cualquier miembro de la familia puede ser un alma compañera. Venimos
encarnando juntos como grupo de almas que trabajan temas de crecimiento
específicos (por ejemplo: un grupo de parientes caracterizados por una
crítica despiadada puede haber decidido encarnar juntos para trabajar temas
como la tolerancia y la aceptación incondicional del otro).
En experiencias cercanas a la muerte se ha determinado que muchas personas-
al morir y ascender a niveles superiores- se encuentran con sus parientes
muertos, pero no siempre con su cónyuge muerto. Incluso se encuentran con
personas a las que no conocen pero que sienten que son sus familiares. Esto
reforzaría la idea de una encarnación grupal.
Asimismo, atraemos personas (amigos, colegas cercanos, parejas, etc.) cuya
frecuencia es similar a la nuestra y con las que también tenemos trabajo
espiritual que hacer (por ejemplo, en el Colegio, puedo haberme acercado al
grupo mas revoltoso, porque nuestras almas querían experimentar juntas con
las consecuencias que trae el quebrar normas establecidas).
Hay dos tipos de almas compañeras, las kármicas y las dhármicas.
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