martes, 26 de marzo de 2013

EL YO DE LA PERSONALIDAD VS. EL YO ESPIRITUAL

por ANTONIO CERDAN el marzo 21, 2013 Es fundamental saber: ¿Dónde me encuentro? ¿En que momento evolutivo me encuentro? ¿Qué es lo que he venido a trabajarme, de esta vida, o de otras? ¿Qué es lo que he elegido como lección evolutiva para mi crecimiento espiritual? Muchas veces, lo que son nuestras lecciones evolutivas es precisamente aquello en lo que no queremos pensar. Normalmente, pensamos en las capacidades que nos gustaría tener. Aquellas habilidades que no tenemos, y que nos faltan, elegimos desarrollarlas porque eso también forma parte de nuestras lecciones evolutivas. Y las habilidades que tenemos son nuestro ofrecimiento a la Humanidad en su camino de evolución. La verdadera libertad no es elegir profesión, pareja… La verdadera libertad en la 4ªD, y de la 3ª y la 4ªD integradas es: En los momentos difíciles de nuestra vida, los más dolorosos y cruciales, Yo, ¿Qué elijo? ¿El camino del Amor puro? ¿El camino del dolor? ¿el Camino de señalar a los otros? ¿El camino de verme claramente? ¿El camino de querer continuar con aquello que siempre he pensado? Esa es la verdadera prueba de la vida. El Yo Superior te guía hacia las personas y hacia las experiencias que elegiste vivir para tu aprendizaje. Te guía hacia las personas que dejasteis cosas pendientes de otras vidas. Y, cuando un grupo se encuentra evidentemente siempre el que tiene que cambiar es el otro. ¿Siempre el problema es el otro? ¿Siempre el que comete errores el otro? ¿Siempre los que tienen que cambiar son los demás? Y el problema nunca está en nuestro interior… La energía todo lo remueve para que seamos capaces de mirarnos cara a cara en nuestro espejo, y aquél que quiere ver claramente su camino, tiene que ser capaz de mirar cara a cara su espejo, y saber que todo lo que en este momento significa una experiencia difícil en su vida, una experiencia que exige un cambio en tu interior, que exige nuevas actitudes, que exige una comprensión y un amor más grande, es aquello lo que tú has elegido, es muy difícil elegir aquello que supone tu prueba de superación. Cuando uno está en un momento en que la energía le remueve, que la energía de siempre, de lo que uno siempre ha hecho, de lo que uno siempre ha pensado, de esta o de otras vidas se remueve…Ahí es el momento en que uno tiene que elegir. Cada uno camina hacia un Amor más puro, uno camina para no repetir las mismas cosas que ha vivido, en esta vida y en otras vidas. Uno quiere vivir un Amor más puro, una libertad más pura, con la conciencia superior de un adepto, de un hermano de 3ºgrado (la de aquél que no tiene ningún apego hacia nada, y, a la vez, además, está bien con todas las personas…). La libertad verdadera tampoco es solamente elegir…Es la de aquél que, en todo momento, desde su corazón, es capaz de colocarse en el Amor más puro, y mirar todas las cosas que le suceden no desde el punto de vista de su personalidad, o lo que haría su personalidad, si no desde el punto de vista del Amor. Lo que haría el Amor. Una buena forma de hacerlo es preguntarse: En estas circunstancias que yo estoy viviendo, si estuviera Jesús en mi lugar…El, ¿Qué haría? ¿Haría lo mismo que Yo? Vosotros diréis: Pero…yo no soy Jesús…Yo estoy en mi nivel de evolución…y yo ¿qué puedo hacer, si no lo que con mis fuerzas puedo y comprendo, en este momento? Evidentemente, ahí está tu nivel de conciencia. No es lo mismo el nivel de conciencia del Yo espiritual que el del yo de la personalidad. El Yo espiritual busca el Amor y la Libertad y que el Amor se multiplique constantemente en todos los seres humanos, y ve más allá de las apariencias, más allá de las formas, más allá de los momentos… El Yo de la personalidad constantemente está con miedo, constantemente está en lo que él quiere. ¿Qué es lo que hace, y construye el yo de la personalidad? ¿que es lo que quiere el yo de la personalidad? ¿Dónde está herido el yo de la personalidad? ¿Dónde se siente humillado el yo de cada personalidad humana?. En todas y en cada experiencia, lecciones y circunstancias o pruebas de la vida están las experiencias para aprender aquello has venido ha aprender Es difícil estar ante algo que tú quisieras hacer o quisieras que todos los demás hicieran, y responder con una mente iluminada, clara, con la mente de tu Yo espiritual. En este momento, en esta circunstancia, mi yo de esta vida, fruto de las experiencias de la personalidad responde así…pero eso es lo mismo que yo he tenido hasta ahora, Eso es lo que yo soy, hasta ahora…Y yo quiero ser un Ser iluminado, un Ser superior, un Ser Nuevo…Un ser que actúe desde el Yo espiritual, o sea, desde lo profundo de la luz de su alma. Desde la luz de mi alma que vibra en el Amor Puro ¿Cómo actuaría? Si fuera Jesús, ¿Cómo actuaría? Si fuera Osho, ¿Cómo actuaría? Si fuera Sai Baba… Si fuera Francisco de Asís… Porque si yo me limito a analizar las cosas desde mí, desde Mi dolor, desde Mi experiencia, entro en un círculo que se repite, se repite, se repite… ¿Será que no quiero ver en el círculo de sentimientos que traigo para transformar? Verme. La sinceridad más grande es aquella que te permite ver en tu corazón y ser sincero contigo mismo, para poder ser sincero con los demás. Ser sincero con uno mismo es poder verse. Puedes ser sincero con el otro, pero si el otro no es capaz de ver en tu sinceridad, y tú ves una parte de su personalidad, él ve otra parte de su personalidad y otros ven otras partes de su personalidad…Cuando uno es sincero con los otros, está aprendiendo de los otros, pero ello no significa que tenga la verdad…Cuando uno comunica a otro lo que de corazón siente, lo que de verdad quiere decirle, porque ve que está equivocado, es porque el otro tiene que aprender de lo que tu le dices, ó de lo que él escucha, pero no porque la verdad sea esa. La Verdad más importante, la verdad es que uno tiene que mirarse cara a cara, es está: La verdad de la elección en los momentos de prueba de tu vida, en todos los momentos de prueba de tu vida, es que son la oportunidad para dejar que sea tu ángel el que transforme tus sentimientos, y tú puedas vislumbrar al ángel en ti, porque cuando tu te miras como un ángel, dejas que tu Yo superior actúe y transforme todo. Pero si te miras como a un Yo con el sufrimiento y con el dolor de que las cosas no son como tú quieres que sean. ¿Cómo te vas a transformar? En ese momento, entras profundamente en tu dolor y en tu sufrimiento, y no eres capaz de ver más allá de tu dolor y de tu sufrimiento… Quizás… ¿No será esta una experiencia preparada por el mundo espiritual para ayudarte a madurar? Antonio

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