Tras analizar la solicitud enviada hacia arriba por
la Mente Súper Consciente, la Divina Inteligencia manda energía de
transmutación a la Mente Súper Consciente. La energía de transmutación fluye
desde la Mente Súper Consciente para la Mente Consciente.
Y la energía de
transmutación fluye desde la Mente Consciente para la Mente Subconsciente. La
energía de transmutación primeramente neutraliza las memorias designadas. Las
energías neutralizadas son entonces liberadas para almacenaje, dejando un
vacío.
Los Pensamientos y la culpa son memorias revividas. “¡El
Alma puede ser inspirada por la Divina Inteligencia sin darse cuenta de lo que
está sucediendo! El único pre-requisito para inspiración, creatividad Divina,
es que la Identidad Propia sea Identidad Propia. Ser Identidad Propia requiere
la limpieza incesante de memorias.
Las memorias son compañeras constantes de la Mente
Subconsciente. Ellas nunca dejan a la Mente Subconsciente para irse de
vacaciones. Ellas nunca dejan a la Mente Subconsciente para jubilarse. Las
memorias nunca se detienen en su incesante revivir!”
Al practicar el Ho’oponopono, no lo hacemos para
modificar al otro, sino para que la Divinidad limpie en “nosotros” los
pensamientos cargados de memorias dolorosas, que nos hacen ver al otro como
problema. La limpieza tiene lugar en ti… el trabajo se hace contigo… pero como
esas memorias son compartidas… al limpiar en nosotros estamos limpiando en el
Todo.
Es fundamental comprender que, cuando observamos algún
problema en alguien, aquella persona es tan sólo un reflejo de una memoria
guardada en nuestro subconsciente que se expresa a través de aquel problema en
aquella persona. El problema no es la persona, sino nuestros pensamientos sobre
ella.
Esas memorias, tengamos o no conciencia de ellas, son
proyectadas todo el tiempo, creando nuestra realidad… haciéndonos repetir
experiencias sucedidas en historias que nos dejan sin comprender el por qué, ni
como salir de ellas…
Muchas veces, en esas situaciones que se repiten, tenemos
la ilusión de que el problema está en el otro y que si él cambiase el
sufrimiento se acabaría… e invertimos mucha energía en esa búsqueda de la
modificación del “otro”.
Otras veces, si el problema es del “otro” preferimos
mantener una distancia confortable… desde donde podemos asistir, y continuar
interfiriendo con nuestros pensamientos… nuestros enjuiciamientos y exacciones…
Solamente que el “otro”… somos nosotros mismos… y es nuestra responsabilidad
limpiar todo lo que hemos creado a partir de nuestros pensamientos y creencias
acumulados desde el comienzo de nuestra experiencia.
El Ho’oponopono… viene a traernos la posibilidad de
asumir el 100% de la responsabilidad sobre todo aquello que nos incomoda… en
personas… situaciones… lugares, y a partir de ahí nos da herramientas preciosas
para que se limpien las memorias que hacen que esto nos incomode…
En verdad nuestro trabajo no es más que recibir lo que
nos llega cada día… como un “regalo”.
“Las memorias son compañeras constantes de la Mente
Subconsciente. Ellas nunca permiten que la Mente Subconsciente salga “de
vacaciones”. Ellas nunca consienten que la Mente Subconsciente se retire para
dentro de si misma. ¡Las memorias nunca dejan de recordar, incesantemente! Para
acabar de una vez por todas con las memorias, ellas deben ser borradas también
de una vez por todas.”
Cuando vuestra Alma experimente problemas de recordaciones,
decidles mentalmente o silenciosamente: “Yo os amo, queridas memorias. Os
agradezco la oportunidad de liberar todo de vosotras y de mí.” “Yo te amo”
puede ser repetido mentalmente una y otra vez. Las memorias nunca salen “de
vacaciones”, ni se jubilan, a menos que tú las jubiles. “Yo te amo”, puede ser
usado incluso si tú no eres consciente de los problemas.
Podemos hacer durante todo el tiempo ese proceso de
desechar las memorias y restablecer la identidad propia… y así abrir espacio
para que nuestra realidad sea creada por Inspiración Divina.
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