domingo, 10 de febrero de 2013

LO QUE PASA CUANDO DICES SI PIENSA EN NO!

• eva borrego esquivel el febrero 7, 2013 • • Lo que pasa cuando dices SI y piensas NO!
Escrito el febrero 7 2013 a las 4:17 pm en Abundancia 
Un comentario :) lo-que-pasa-cuando-dices-si. Muchas veces, cuando alguien te pide algo, te sientes en la obligación de concedérselo porque crees que es lo que se espera de ti. Pero, al mismo tiempo, te sientes mal porque, en el fondo, no querías hacerlo. Puede que estés confundiendo una actitud servicial y bondadosa, con un problema de autoestima que te lleve a querer gustar al otro por el continuo miedo a que ya no te quiera. En esas situaciones, eres capaz de hacer todo lo que te piden, con tal de no defraudar a tu pareja, a tu jefe o a tus hijos. Pero, recuerda que el amor propio comienza practicando la honestidad contigo, sabiendo que tanto el "sí" como el "no" son opciones que puedes valorar en cada momento, diciendo "sí" cuando quieres hacer algo o "no" cuando realmente no lo deseas. Decir "sí" cuando piensas "no", puede llegar a crearte un conflicto interno entre lo que realmente quieres hacer y lo que esperan los demás que hagas. Si quieres sentirte bien, debes prestar mucha atención al chantaje emocional que pueden hacerte. Por ejemplo, tu pareja cuando te pide algo que no deseas hacer y trata de convencerte con una expresión como: ¿Es que acaso ya no me quieres?. O tus hijos cuando buscan satisfacer un deseo y te utilizan para poder conseguirlo sólo con tu esfuerzo, con expresiones tales como: ¡me prometiste que lo harías por mí!, cuando en realidad, nunca prometiste tal cosa. Ya sabes que convivir con los que te rodean es, a veces, muy complicado. Cada cual trata de llevar al otro a su terreno, sin realizar nunca ninguna concesión y esperando siempre que tú des el primer paso. Si deseas que esta convivencia no sea para ti una fuente de estrés que muchas veces te paraliza o te fuerza a ceder continuamente, debes mantener tu mente alerta y convencerte de que no quieres más a los demás por las cosas que haces por ellos, sino por la disposición interna a realizar lo que en cada momento esté en tu mano, sin excesos ni cargas inútiles que no te corresponde a ti llevarlas. Si quieres crecer como persona, sintiendo que tienes una buena disposición para brindarte a los demás, practica la generosidad con ellos, pero también contigo, motivándolos con palabras positivas a que se hagan responsables de cualquier iniciativa o deseo que tengan, animándoles a que se esfuercen por conseguir lo que quieren y haciéndoles ver la satisfacción y experiencia que obtendrán con ello. "Si quieres, puedes", es la frase que define tu respuesta abiertamente colaborativa que podrías tener con los demás y que, bien enfocada, puede ser para ti una fuente de alegría y satisfacción. Si a esta sana actitud le añades un diálogo abierto, optimista y positivo con la persona que te pida algo que suponga para ti un esfuerzo, sea de la intensidad que sea, al mismo tiempo que intentas obtener de esta colaboración una experiencia positiva para ambas partes, tus "negativas" casi siempre serán recibidas con la atención que tú tanto te mereces. ¡Haz la prueba!

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