Por: Andrea Weitzner
Amar a un ser humano es aceptar la
oportunidad de conocerlo verdaderamente y disfrutar de la aventura de explorar
y descubrir lo que guarda más allá de sus máscaras y sus defensas; contemplar
con ternura sus más profundos sentimientos, sus temores, sus carencias, sus
esperanzas y alegrías, su dolor y sus anhelos; es comprender que detrás de su
careta y su coraza, se encuentra un corazón sensible y solitario, hambriento de
una mano amiga, sediento de una sonrisa sincera en la que pueda sentirse en
casa; es reconocer, con respetuosa compasión, que la desarmonía y el caos en
los que a veces vive son el producto de su ignorancia y su inconsciencia, y
darte cuenta de que si genera desdichas es porque aún no ha aprendido a sembrar
alegrías, y en ocasiones se siente tan vacío y carente de sentido, que no puede
confiar ni siquiera en sí mismo; es descubrir y honrar, por encima de cualquier
apariencia, su verdadera identidad, y apreciar honestamente su infinita
grandeza como una expresión única e irrepetible de la vida. Amar a un ser
humano es brindarle la oportunidad de ser escuchado con profunda atención,
interés y respeto; aceptar su experiencia sin pretender modificarla sino
comprenderla; ofrecerle un espacio en el que pueda descubrirse sin miedo a ser
calificado, en el que sienta la confianza de abrirse sin ser forzado a revelar
aquello que considera privado; es reconocer y mostrar que tiene el derecho
inalienable de elegir su propio camino, aunque éste no coincida con el tuyo; es
permitirle descubrir su verdad interior por sí mismo, a su manera: apreciarlo
sin condiciones, sin juzgarlo ni reprobarlo, sin pedirle que se amolde a tus
ideales, sin exigirle que actúe de acuerdo con tus expectativas; es valorarlo
por ser quien es, no por como tú desearías que fuera; es confiar en su
capacidad de aprender de sus errores y de levantarse de sus caídas más fuerte y
más maduro, y comunicarle tu fe y confianza en su poder como ser humano. Amar
es atreverte a mostrarte indefenso, sin poses ni caretas, revelando tu verdad
desnuda, honesta y transparente; es descubrir frente al otro tus propios
sentimientos, tus áreas vulnerables; permitirle que conozca al ser que
verdaderamente eres, sin adoptar actitudes prefabricadas para causar una
impresión favorable; es exponer tus deseos y necesidades, sin esperar que se
haga responsable de saciarlas; es expresar tus ideas sin pretender convencerlo
de que son correctas; es disfrutar del privilegio de ser tú mismo frente al
otro, sin pedirle reconocimiento alguno, y en esta forma, irte encontrando a ti
mismo en facetas siempre nuevas y distintas; es ser veraz, y sin miedo ni
vergüenza, decirle con la mirada cristalina, "este soy, en este momento de
mi vida, y esto que soy con gusto y libremente, contigo lo comparto... si tú
quieres recibirlo". Amar a un ser humano es disfrutar de la fortuna de
poder comprometerte voluntariamente y responder en forma activa a su necesidad
de desarrollo personal; es creer en él cuando duda de sí mismo, contagiarle tu
vitalidad y tu entusiasmo cuando está por darse por vencido, apoyarlo cuando
flaquea, animarlo cuando titubea, tomarlo de las manos con firmeza cuando se
siente débil, confiar en él/lla cuando algo lo agobia y acariciarlo con dulzura
cuando algo lo entristece, sin dejarte arrastrar por su desdicha; es compartir
en el presente por el simple gusto de estar juntos, sin ataduras ni
obligaciones impuestas, por la espontánea decisión de responderle libremente.
Amar a un ser humano es ser suficientemente humilde como para recibir su
ternura y su cariño sin representar el papel del que nada necesita; es aceptar
con gusto lo que te brinda sin exigir que te dé lo que no puede o no desea; es
agradecerle a la vida el prodigio de su existencia y sentir en su presencia una
auténtica bendición en tu sendero; es disfrutar de la experiencia sabiendo que
cada día es una aventura incierta y el mañana, una incógnita perenne; es vivir
cada instante como si fuese el último que puedes compartir con el otro, de tal
manera que cada reencuentro sea tan intenso y tan profundo como si fuese la
primera vez que lo tomas de la mano, haciendo que lo cotidiano sea siempre una
creación distinta y milagrosa. Amar es atreverte a expresar el cariño
espontáneamente a través de tu mirada, de tus gestos y sonrisas; de la caricia
firme y delicada, de su abrazo vigoroso, de sus besos, con palabras francas y
sencillas; es hacerle saber y sentir cuánto lo/a valoras por ser quien es,
cuánto aprecias sus riquezas interiores, aún aquellas que él/lla mismo/a
desconoce; es ver su potencial latente y colaborar para que florezca la semilla
que se encuentra dormida en su interior; es hacerle sentir que su desarrollo
personal te importa honestamente, que cuenta contigo; es permitirle descubrir
sus capacidades creativas y alentar su posibilidad de dar todo el fruto que
podría; es develar ante sus ojos el tesoro que lleva dentro y cooperar de mutuo
acuerdo para hacer de esta vida una experiencia más rica y más llena de
sentido. Amar es también atreverte a establecer tus propios limites y
mantenerlos firmemente; es respetarte a ti mismo/a y no permitir que el otro/a
transgreda aquellos que consideras tus derechos personales; es tener tanta
confianza en ti mismo/a y en el/a otro/a, que sin temor a que la relación se
perjudique, te sientas en libertad de expresar tu enojo sin ofender al ser
querido, y puedas manifestar lo que te molesta e incomoda sin intentar herirlo
o lastimarlo/a. Es reconocer y respetar sus limitaciones y verlo con aprecio
sin idealizarlo; es compartir y disfrutar de los acuerdos y aceptar los desacuerdos,
y si llegase un día en el que evidentemente los caminos divergieran sin
remedio, amar es ser capaz de despedirte en paz y en armonía, de tal manera que
ambos se recuerden con gratitud por los tesoros compartidos. Amar es ir más
allá de tu y su individualidad como persona; es percibirlo y valorarlo como una
muestra de la humanidad entera, como una expresión del hombre/mujer, como una
manifestación palpable de esa esencia trascendente e intangible llamada
"ser humano", de la cual tú formas parte; es reconocer, a través de
él/lla, el milagro indescriptible de la naturaleza humana, que es tu propia
naturaleza, con toda su grandeza y sus limitaciones; apreciar tanto las facetas
luminosas y radiantes de la humanidad, como sus lados oscuros y sombríos; amar
a un ser humano, en realidad, es amar al ser humano en su totalidad; es amar la
auténtica naturaleza humana, tal como es, y por tanto, es amarte a ti mismo/a y
sentirte orgulloso de ser una nota en la sinfonía de este mundo.
"De nada sirve un “amor” enfermo e
ignorante porque es solo ilusión hay que despertar también la sabiduría
interior para que el ser pueda dar buen uso al real AMOR que es una verdadero
sentimiento y no una emoción, es expansión y una verdadera conexión que actue a
nuestro favor iluminando toda la CREACIÓN" NADA
"Cuando respiras, cuando meditas,
cuando a estar en ti tiempo dedicas es como si pudieras verter parte del
Universo en el cuenco de tu cuerpo, llenarte de LUZ y las energías de tu ser
renovar, activar aquellos códigos que hacían falta para completar las
secuencias de tu despertar, tomate esos instantes para que puedas cumplir tu
propósito en ese lugar, para que la oscuridad que tomas de los bajos planos
puedas eliminar. No es importante la herramienta que utilices para hacerlo, lo
importante es que no te pierdas de ti, que no se nuble tu mente con deseos
egoístas y materialistas, que te mantengas despierto y equilibrado para que puedas
proceder según lo acordado. Los hermanos del Cosmos siempre los estamos
apoyando pero deberán ser ustedes quienes vibren alto para que puedan
escucharnos" ADIPASS
"Procura el contacto interior.
Aprende el valor del silencio, de la calma. Ello producirá en tu ser una
increíble armonía y equilibrio, que se traduce en la palabra paz.
Cuando llegues a este curso, estarás listo para responsabilidades mayores, antes no.
Oye más tu corazón. Deja que tu alma contacte a tu mente"
( MAESTRA NADA )
Cuando llegues a este curso, estarás listo para responsabilidades mayores, antes no.
Oye más tu corazón. Deja que tu alma contacte a tu mente"
( MAESTRA NADA )
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