Comandante Klala
Astrofísico,
Científico experto en el control de la materia y la energía.
Les saludo en la
Luz del Dios Uno. Les habla el Comandante Ashtar Sheran. Los contactamos a
través de un rayo electrónico. Nos encontramos en “sus cielos” inmediatamente
arriba de ustedes; pero a nivel no visible. Ahora los tenemos en las pantallas
de nuestros monitores.
El propósito de
este contacto es presentarles al Comandante Klala, Astrofísico muy
entendido en el control de la Energía. Damos paso a sus palabras.
Cordialmente, ¡aquí
esta Klala en la Luz del Único Radiante! Soy un representante de la Alianza
Intergaláctica. Por razones de mi servicio espacial, yo he estudiado y conozco
bien todas las energías proyectadas hacia la Tierra; con objeto de ayudarla a
subir de nivel e integrarse a la familia de este sistema solar. Les digo que
ustedes, los habitantes de este planeta, tienen gran ayuda a toda hora.
Muchísimas naves espaciales patrullan “los cielos” dentro del campo
magnético que es la atmósfera Bastante de ellas pertenecen a este
Sistema Solar; otras han venido de universos distantes. Todas bajo el mando de
sus Directores o Comandantes, son controladas por el Comandante Matton y por el
Comandante Ashtar, quien ahora me ha presentado ante ustedes.
Como científico
conocedor de la materia y la energía, les doy un amoroso alerta, para que hagan
posible el cese de los experimentos nucleares, misiles y todo
ese tipo de armamento bélico. Dirigir la energía hacia la
autodestrucción, ya no está permitido por las inteligencias superiores que
controlan el Sistema Solar y este Universo.
La Tierra siempre
ha sido protegida por grandes campos de fuerza, para beneficio de sus
habitantes y de todo tipo de vida en la naturaleza. El creador diseñó sus
mundos y los dotó de lo necesario para la subsistencia, en alegría, abundancia
y paz. La Ciencia deberá basar sus estudios en la Naturaleza y en la forma como
ella utiliza la energía de la vida en beneficio de sus criaturas; nunca para
destruirlas ni causarles daño. La Naturaleza, sabía Mano de Dios, no se
equivoca y conduce a gran sabiduría, tomarla como modelo.
La Ciencia de la
Tierra no siempre usa la energía en forma constructiva. Un ejemplo de ello lo
constituye la fuerza atómica, utilizada con fines de guerra y destrucción, en
lugar del progreso y avance de los pueblos. Si continúan las peligrosas
pruebas nucleares, eso podría llevar al planeta a un caos, difícil de
controlar. La experiencia de tales programas más allá de la ionósfera perturba
a otros mundos de este sistema solar. Eso no está permitido por el Comando
Intergaláctico, por la Gran Alianza Interestelar ni por el Gran Consejo Solar.
Les reafirmo que
muchísimas naves espaciales están en órbita alrededor de la Tierra. ¿Para qué?-
Preguntaran algunos- ¿Qué hacen? Les doy esta información: Están las que se
ocupan a nivel individual. Oyen las invocaciones, peticiones, súplicas y dan la
asistencia que la ley permite en cada caso. Otras naves canalizan a las
personas que van por caminos espirituales y desean sinceramente avanzar.
Algunas se ocupan del adelanto científico; proyectan ideas, sugerencias, para que
nuevos descubrimientos se lleven a cabo. Hay también naves de comunicación que
mandan y reciben mensajes, naves informativas que nos mantienen al tanto de
todo lo que pasa en el mundo. Otras naves controlan fallas geológicas, áreas
volcánicas, evitan terremotos en respuesta a las peticiones de ayuda. Cualquier
cambio en las capas profundas del terreno es inmediatamente registrado por las
naves en servicio para el control de la naturaleza. Muchas otras naves
patrullan “los cielos” con cualquier otro propósito, en representación de
nuestro amor y buena voluntad.
Un servicio
importante consiste en limpiar constantemente la atmósfera de la Tierra; tanto
a nivel físico (contaminación de gases), como la no visible que está en el aire
y forma parte de la efluvia. Disuelven egrégores y la nefasta influencia de los
hermanos de las sombras que se oponen al avance de la Luz.
Con respecto al
adelanto científico de la Tierra, mucho de ello se debe a lo que nosotros
impersonalmente hemos proyectado y sugerido; incluyendo los conocimientos del
átomo y la energía, así como también las actividades espaciales. El avance de
la ciencia esta actualmente paralizado, hasta tanto este mundo responda a los
ideales de paz, fraternidad y amor.
Tenemos
autorización y la suficiente autoridad para dar fin al mal uso de la energía
atómica y eliminar, totalmente, las armas nucleares.
No podemos
entrometernos en el karma del planeta a nivel de naciones, de pueblos o
individualmente; pero si se nos permite intervenir en el grave asunto de posible
agresión nuclear, para salvar a la Tierra de las destrucción y rescatar a
sus habitantes. Grandes planes de avance se han puesto en marcha. Después que
lo científico y espiritual se unan, habrá un adelanto inmenso. Esto está en
espera para el mundo del futuro.
Cuando lleguen los
últimos tiempos y la transmutación haya terminado, muchos habitantes se
encontrarán ubicados en la Ciudad Flotante (Nave Esfera), gran nave madre que
ya ha sido construida y recorre “los cielos” en espera de los acontecimientos.
De allí descenderán los que hayan sido rescatados en el momento de la crisis,
cuando la destructiva radiactividad cese en la atmósfera y el planeta se
rehabilite de sus heridas. Entonces, ellos prepararán la Nueva Tierra y
trabajarán firmes en la reconstrucción del mundo, auxiliados, dirigidos, por
nosotros. El nuevo día habrá llegado.
El cambio resulta
inevitable y nadie lo puede detener. El Orden Divino prevalecerá y la Tierra se
integra a la armonía universal, como un miembro más de la Confraternidad de
Mundos Superados.
Finalizo esta
instrucción con un mensaje de amor y esperanza; ¡Esperen confiados,
fortalézcanse! El mundo que va a llegar es tan glorioso y maravilloso que ni
siquiera lo pueden imaginar.
En la Luz del Único
Radiante los envuelvo.
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