domingo, 17 de julio de 2011

China gana poder

China gana poder con los problemas financieros de Europa

China está capacitada para asumir los problemas
Económicos que amenazan a la Europa comunitaria

Sin embargo, una ayuda procedente de China tendría un
coste político demasiado alto para la mentalidad europea

Dmitri Kósirev, 2 jul (Ria Novosti).- Europa siguió con mucha atención
la visita del presidente del Gobierno de China, Wen Jiabao.

La razón principal de ello estriba en que, por una parte, China con
sus enormes recursos económicos y abundantes reservas monetarias está capacitada para asumir los problemas económicos que hoy amenazan a la Europa comunitaria. Sin embargo, una ayuda proveniente de China tendría un coste político demasiado alto para la actual mentalidad europea.

A pesar de todo, la visita del primer ministro chino pone las cartas
boca arriba y manifiesta claramente que, le guste o no al Viejo Mundo,
China ya desempeña en Europa el mismo papel estabilizador que en las regiones asiáticas en los últimos quince años. La situación actual
evoca inevitablemente una comparación con las relaciones
ruso-británicas.

Avances en la esfera tecnológica

En rueda de prensa del pasado lunes, tras entrevistarse con el primer
ministro británico, David Cameron, Wen Jiabao hizo pública la
sorprendente cifra de 2.640 millones de dólares, que supera en mucho
la aportada antes de la visita del político chino a Londres, 1.000
millones. Es la inversión china en la creación de una nueva generación
de trenes en el Reino Unido, tecnológicamente mucho más avanzada.
Recordemos que, en su día, Francia y Japón, entre otros países,
participaron en el tendido de las líneas de alta velocidad en China.
Ahora el signo de la tendencia se invierte y es el dinero chino el que
ayudará a conseguir que se pueda cubrir el trayecto entre Londres y
Birmingham en dos ó tres horas.

El pasado sábado, Wen Jiabao visitó la planta de construcción de
automóviles MG, situada en Birmingham. La cooperación entre China y
Gran Bretaña en este ámbito se resume en la fórmula “tecnología
británica, fabricación china y montaje británico”. Gracias a ella
apareció por primera vez en los últimos quince años una nueva versión
del MG-6.

Finalmente, el tercero y más importante proyecto conjunto es la
exportación de tecnologías europeas a Asia. En la Región Autónoma de
Mongolia Interior (que forma parte de China) se encuentran 280.000
millones de toneladas de carbón, susceptibles de ser procesadas con
las más modernas tecnologías de optimización de los recursos
energéticos con bajo impacto para el medio ambiente. China lleva
varios años de intensa labor de modernización de su sector energético,
asumiendo el liderazgo a nivel mundial en la producción de placas
solares y desarrollando otras fuentes renovables de energía.

“Cooperación para la modernización”, un bonito lema que a Moscú le
gustaría tener en la agenda de sus relaciones con la Unión Europea y
Estados Unidos. Se podría discutir infinitamente sobre si Moscú tiene
al alcance este objetivo y sobre su trascendencia ideológica. Sobre la
contraprestación política a cambio de tecnologías y su incidencia en
el equilibrio de fuerzas en el mundo. China y Europa cooperan y ambas
partes aportan su tecnología.

Comprando Europa a trozos

Un analista del diario británico The Guardian comentó al respecto:
“Hace tiempo Europa colonizó China paulatinamente. Y hoy el gigante
asiático está colonizando el continente europeo por partes y de forma
mucho más sutil que los europeos en el siglo XIX. El desarrollo
económico chino es muy dinámico, lo que le permite aprovecharse de la relativa y evidente decadencia de Europa”.

En realidad, sería mejor prestar más atención al tramo húngaro de la
visita de Wen Jiabao, más, incluso, que las etapas británica y
alemana. El primer ministro chino pronunció en Budapest un discurso
sobre el aumento de la cooperación con los países de Europa Central y
del Este.

El mencionado discurso publicado en The Guardian ofrece una evaluación muy curiosa de la política europea de Pekín. Resulta que China no destina sus inversiones a los países más grandes y fuertes. El 40% de las inversiones chinas están en Grecia, España, Portugal, Italia, en la Europa del Este…

Es una estrategia muy lógica, entre otras cosas, porque, debido a las
actuales dificultades financieras de estos países, sus activos pueden
ser adquiridos a bajo precio. Y también porque cada uno de esos países tiene casi el mismo peso en la UE que el Reino Unido o Alemania.

Hasta este momento nadie le ha sugerido a China la necesidad de
solucionar los problemas de Grecia y sacarla de su actual estado de
inminente bancarrota. Lo importante es que los chinos sí que tienen
fondos para hacerlo. Que los tengan en la Vieja Europa está todavía
por verse.

Leyendo a Shakespeare

La gente que hace preguntas en ruedas de prensa se suele dividir en
dos tipos: aquellos que saben de qué se está hablando y aquellos que
simplemente necesitan preguntar algo. Estos últimos intentaron
ponérselo difícil a Wen Jiabao, preguntando sobre el respeto de los
derechos humanos en China. El presidente del Gobierno contestó a eso
que el autor de la pregunta parece no haber estado durante mucho
tiempo en China.

Todo parece indicar que esta percepción no desaparecerá nunca entre
los europeos, en mayor medida, y los estadounidenses, en menor. Aunque su cooperación con China los salve de la crisis, tienen que cuestionar a su salvador. En Europa hay siempre la necesidad de tener la razón, aunque no la tengan y lo sepan, en sus relaciones con los
representantes de otras civilizaciones. Cosa que les ocurre a los
británicos en sus relaciones con Rusia.

Londres, a juzgar por los recientes avances en sus contactos con China
y Rusia, al parecer, ha encontrado una salida a esta situación: el
diálogo a través de la cultura, el universal punto de encuentro de las
naciones. Es un claro mérito del gobierno conservador de David
Cameron. En el Reino Unido, donde se han abierto más filiales del
Instituto Confucio que en otros países del mundo, se apoya activamente el interés hacia la cultura china. Un considerable número de estudiantes británicos hacen carrera en las universidades chinas. El
año que viene, China será el invitado de honor de la Feria del Libro
de Londres.

Sólo se puede añadir que la visita de David Cameron a Moscú el próximo otoño se realizará con motivo de la Feria del Libro. Es una actitud muy lógica y clara: el conocimiento y la cultura ayudarán a las
naciones que no encuentran otra manera de entenderse a empezar una nueva época en sus relaciones. Este también es el punto de unión más fácil entre China y Rusia.

http://sp.rian.ru/opinion_analysis/20110702/149572641.html

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