viernes, 2 de septiembre de 2011

El Ser UNO El futuro se puede prever

La adivinación es un resultado matemático que va unido a la causa y efecto. Es la suma de elementos que dan un resultado. El cerebro humano es una computadora sofisticadísima; si la alimentamos con datos, ella responderá con los resultados perfectos. Todo es un presente. Más bien lo que se entiende como futuro no es más que la proyección del pensamiento que demora en plasmarse. Todo comienza primero en el mundo del pensamiento. El adivinador leerá los pensamientos, y al hacerlo, sabrá el resultado de ellos. Aparentemente estará adivinando el futuro. Lo mismo sucede con el planeta Tierra: los guardianes saben lo que va a suceder porque ellos leen los pensamientos de los seres y saben con anticipación el resultado. Por eso trabajan sin descanso, para que la barbarie del pensamiento del hombre no lleve al planeta al exterminio o a la degradación de su energía. Cuando más elevada sea una energía-pensamiento, más capacitada estará al conocimiento global del todo y ese don, no se llama adivinación, es simplemente el resultado normal matemático de una obra, acción y pensamiento.

Ante todo, nada se pierde en el universo: todo se recicla. La muerte como ustedes la entienden no existe, y al no existir, la energía-pensamiento encarna y continúa su existencia. Ustedes tienen que diferenciar la siguiente terminología: accidente, casualidad, coincidencia, destino, karma, causa y efecto, predestinación y tragedia.

Accidente - En un plano primario como el de ustedes, el accidente existe. El planeta Tierra es una realidad imperfecta. Sus elementos se cruzan, los pensamientos son irregulares, las ideas se chocan, las invenciones son primitivas, la tecnología atrasada, la ciencia sin conocimiento y con visión incompleta, etcétera. Todo esto da como resultado acciones improbables, que desgraciadamente activan los acontecimientos, empujados por las obras mal construidas, pésimamente hechas e ignorantemente ciegas.

Casualidad - Son los mundos antimateria los que determinan el momento cierto y en lugar correcto. La casualidad no existe: todo tiene un porqué en el mundo de los pensamientos. Puede ser una necesidad, una obra inconclusa, un deber, una obligación, un cierre de ciclo, una experiencia necesaria, un conocimiento adquirido, una posibilidad causal, etcétera. Matemáticamente, el resultado debía ser en ese momento y lugar, ni más ni menos. Significa que el pensamiento correlacionado necesitaba un ingrediente especial para dejar entrar elementos que serían los ingredientes exactos para la elaboración continuada de los pensamientos. La casualidad siempre está ligada con acontecimientos de aprendizaje o de enseñanza. Son los mundos antimateria los que forman estas ‘casualidades’ para protegerlos, para enseñarles o para desarrollar el conocimiento y entendimiento en sus vidas. Por ejemplo, lectura del tarot, sueños premonitorios, telepatía.

Coincidencia - Esta realidad es totalmente matemática; son probabilidades numéricas que se suman y dan resultados exactos y en el momento preciso. Todo se atrae o se rechaza en el universo. Es un axioma que podemos integrar a la coincidencia. Son estados energéticos que se atraen como un imán, y al hacerlo, unen energías-pensamientos que se adaptan unas con otras, encajando los cristales y formando la unidad del pensamiento. La vibración, los colores, el signo, la forma y más son elementos importantes en la existencia de una coincidencia. Por ejemplo, las almas gemelas.

Destino - Es una dirección, un camino que la energía-pensamiento toma, para concluir un entendimiento que se trabajó con esfuerzo y sacrificio. La dirección se toma por el entendimiento de la causa y el efecto. Es el origen, el comienzo de un pensamiento, que se ejecutó correcta o equivocadamente. El destino hará que retome el camino inconcluso, para continuar lo correcto o rectificar la equivocación. Muchas veces el ser repetirá ese destino de vida en vida, con el solo propósito de entender la causa y corregir el efecto. En pocas palabras el destino es la continuación o la rectificación de la causa y efecto.

Karma - Es el sufrimiento que la energía-pensamiento carga en su vida por no entender la causa, el efecto y el destino. Al no comprender lo que le sucede y al no saber cómo rectificarlo, llora, sufre, se angustia y culpa a la mala suerte de su destino. Karma es sinónimo de falta de entendimiento. Al no conocer el origen de sus males y de sus perturbaciones síquicas, los atribuirá al destino. Una vez comprendido y rectificado, lo convertirá en Dharma.

Causa y efecto - La palabra misma lo explica: causa = origen, producido totalmente por la energía-pensamiento-hombre. La energía-pensamiento fue grabada de tal forma que no tiene retorno. Si fue positiva, regresará a él grabada de conocimiento, entendimiento y amor. Si fue negativa, volverá sin estructura, sin amor, sin conocimiento, y este efecto será contra producente para el avance de su energía. Los cristales grabados negativamente producirán una causa y efecto que acompañará a esa energía-hombre en todas sus vidas, hasta rectificar lo grabado y transmutarlo en positivo. Si sucede lo contrario, entonces se formará el destino, repitiéndose una y otra vez, hasta que quede comprendido, y si no lo entiende, se convertirá en karma.

Predestinación - Son misiones encomendadas por los mundos superiores, que determinan la vida y existencia de una o muchas energías-pensamientos para realizar misiones importantes en beneficio del universo. Aquí podemos entender que la predestinación consiste en que los mundos superiores conocen exactamente la causa y el efecto del universo, y al saberlo, pueden manejar, dirigir y conducir a las energías-pensamientos para realizar misiones que pertenecen a la sabiduría cósmica y a la realización de grandes obras universales. Por ejemplo: los guardianes, los mensajeros, los avatares, la hermandad blanca, etcétera.

Tragedia - Cuando los cálculos matemáticos universales no combinan, entonces se produce una tragedia. Es muy difícil que suceda, pero existe. En este caso, los cálculos matemáticos forman una causa y efecto que se tiene que rectificar. Por ejemplo, el olvido de los negativos que quedaron dormidos y luego despertaron causando tanta desgracia y distorsión, eso fue una tragedia. Miles de millones de años en la tierra han pasado, y hasta ahora continuamos rectificando nuestra equivocación: no tenía que acontecer, mas sucedió. Un efecto devastador para el universo y una causa que nosotros mismos formamos. Cuando suceden los accidentes, guerras, terremotos, terrorismo u otros, no se puede generalizar la razón de estos acontecimientos: se tiene que desglosar para poderlo comprender. Se deberá analizar caso por caso y estudiarlo detenidamente antes de llegar a conclusiones equivocadas, para así poder dar un resultado real.

Texto: EL SER UNO I – Los Arcanos de Thoth.

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