lunes, 10 de octubre de 2011

Varios Otros Ser feliz.

Para el espíritu, la felicidad es siempre, porque la felicidad es paz.
Para una persona, forma parte de una palabra mágica y efímera.


Los rayos del sol fueron dándole luz y calidez a su habitación de cristal. Se dibujaron imágenes en las paredes, hasta que Francesco se despertó después de haber dormido plácidamente.

Escuchó que golpeaban a su puerta y se levantó a abrirla. Del otro lado estaba Ariel, sonriendo como siempre.

Ariel lo invitó a que lo acompañara. Caminaron los dos en silencio, mientras los rayos del sol los iluminaban y el aire los envolvía en una suave brisa.

Desde lejos se podía ver a José, su futuro maestro, sentado en un sillón destellante de colores metálicos.

A medida que se aproximaban, José se hacía más luminoso; parecía que sólo su presencia iluminaba su contorno.

—¡Qué tal, Francesco! ¡Se te ve muy bien! Te pedí que vinieras con la respuesta que tú hayas elegido; sea la que fuere, nosotros te entenderemos y te guiaremos siempre.

—Mi respuesta es que voy aceptar tu propuesta, aunque sigo pensando que es tarde. ¡Después de muerto, aprender a vivir...! Hasta me suena a un cuento de humor negro.

—Entonces, ¿por qué lo vas a aceptar?

—Por curioso, porque no quiero andar dando vueltas, sin un rumbo y una dirección.

—¿Por qué gritas? ¿Estás enojado?

—Sí.

—¿Por qué?

—Porque no bajaste y me enseñaste antes, cuando estaba vivo. Cuando me equivocaba, no me diste señales. Ustedes tienen mucho más poder que nosotros, los que andamos por la vida tratando de encontrar un camino.

Mi vida fue, en cada etapa, luchas y crisis, alegrías y tristezas; pero muchas veces, cuando todo me había servido de experiencia, esa etapa estuvo superada, y mi vivencia quedó guardada en un cajón.

—Francesco, yo entiendo todo lo que tú me dices. Te di muchas señales, y te las han dado todos los maestros del primer Cielo, hasta nuestro querido gran maestro… ¡Lamentablemente no las pudiste captar! ¡Si supieras cuántas te dimos y no las recibiste! Te las podría nombrar una a una. Ya llegará el momento en que te las mostremos. Si hubieras podido aceptarlas, verlas o sentirlas, podrías haber cambiado la historia de tu vida. Ahora te preguntas: ¿por qué aprender después de muerto? Yo te diré por qué.

Preguntas por qué ahora, escucha bien. Tu dios te da un espíritu para que puedas crecer, estando reencarnado en materia o no.

También ten presente que el maestro aparece cuando el alumno está preparado para recibirlo.

Tú has sido una muy buena persona. Ahora te pregunto: ¿has sido feliz todo el tiempo?

—No sé, creo que tuve momentos felices, pero no fui plenamente feliz. Me preocupé demasiado por los demás, quizás porque quise mucho a las personas que compartieron los tramos de mi vida. Algunas personas me defraudaron en el camino, unas desaparecieron y otras quedaron cerca de mí.

—¡Por qué culpas a los demás de no haber sido feliz?

—No los culpo, solamente pienso que he vivido demasiado pendiente de ellos.

Después de todo, ¿cuántos espíritus llegan aquí confesando que fueron felices mientras vivían? ¿Todos? ¿Algunos? ¡No creo que sean muchos!

Maestro, si estoy aquí, quisiera encontrar las respuestas que tanto nos hacemos allá ahajo, esas respuestas que no encontramos, que ni siquiera tienen la religión, ni los médicos, ni los filósofos, ni los políticos.

Entonces, maestro, dime: ¿por qué hay tantas injusticias?, ¿por qué, ¿por qué pagan los buenos por los malos?, ¿por qué es tan difícil vivir en armonía?

—Francesco, vamos a ir por partes. Iremos recorriendo todos los senderos que conduzcan a cada respuesta, a cada inquietud que tú tengas.

¡Si tú supieras cómo se ve la vida en la Tierra desde aquí arriba...!

Si supieras que cada persona transcurre su vida peleando, llorando, esperando y desesperando, y que todo ese tiempo es sólo un instante… Preguntaste si se podía ser feliz todo el tiempo mientras se viva. Te diré que sí se puede, pero no es tarea fácil.

Tendrías que tener en cuenta que la palabra "felicidad" es muy amplia y que para cada persona tiene diferente significado. Para los campesinos que pasan por un periodo de sequía, su felicidad puede ser la lluvia. Para los alfareros, puede ser ver salir el sol, para que se sequen sus cacharros. ¡Para una mujer enamorada de un hombre casado, puede ser su felicidad que él abandone a su esposa!

¿Ves? La felicidad es diferente para cada persona y parece que estuviera siempre atada al deseo de algo. Si lo tienes, entonces eres feliz, pero esa felicidad dura los días o momentos que la puedas disfrutar.

Siempre que la felicidad tenga que ver con un deseo externo, va a surgir otro deseo más que te hará falta para seguir siendo feliz. ¡Y así transcurre la vida, corriendo detrás de ilusiones, sueños, objetivos…!

Busca la felicidad dentro de ti para que sea eterna. ¡Si buscas afuera, la tendrás por poco tiempo!

—¿Quieres decir que no es bueno tener ilusiones ni sueños?. No estoy de acuerdo, porque sin sueños la vida no tiene sentido.

—No, los sueños y las ilusiones son tan necesarios como el aire que respiras; la diferencia está en que, para disfrutar de un sueño, tienes que estar nutrido por dentro. Esto significa que lo que quieras mucho, que te sientas bien mientras planeas realizarlo, cuando vas camino a él. Y que puedas aceptar los fracasos como algo natural dentro del juego de la vida. Tienes que saber que tu actitud ante lo que te pase depende del punto de vista con que mires la vida.

Hubo una chispa del ser supremo dentro de tu alma que te convirtió en un ser único e irrepetible, con un poder interior muy grande para resolver cada problema que se cruzó en tu camino.

Tuviste el poder de ser feliz y de hacer felices a los seres del alma que elegiste para compartir tu vida.

—Después de escucharte, pienso que fui un imbécil, que no me di cuenta de nada y, si las personas somos así como tú dices, ¿por qué nos cuesta tanto darnos cuenta? Parece fácil de entender en lo teórico, pero en la práctica las cosas cuestan mucho más. A veces, nos pasan cosas que no dependen de nosotros; otras, nos encontramos con las manos atadas o alguien se encarga de ponernos obstáculos en el camino.

—Las personas te atan, te frustran, te invaden, siempre y cuando tú se lo permitas.

No has sido ni imbécil, ni tonto, ni nada que se le parezca. Viviste de acuerdo con tu crianza, con lo que te enseñaron tus padres, con las creencias que te inculcaron y con tus valores. Hiciste todo considerando que era lo mejor y lo más acertado para salir adelante.

Seguramente hubo situaciones que no esperabas, que no pudiste resolver o que resolviste de manera equivocada o no te jugaste y eso está bien.

—Cuando estaba vivo, no me consideraba una persona con buena estrella; siempre me comparaba con mis amigos y las personas que yo conocía, y tenía la sensación de que a mí me costaba todo más. Nunca fui envidioso; al contrario, me alegraba mucho cuando alguien progresaba. Lamentablemente, parecía que la buena suerte no me acompañaba.

—Todas las personas nacen con las mismas posibilidades de hacer realidad sus sueños, de conocer el amor: todas sin excepción.

Todas están en la misma línea de salida; la diferencia es que cada una responde de manera diferente a la carrera de obstáculos que tiene que sortear en la vida

Piensa cuántos años transcurriste sin tener en claro cuál era el objetivo de tu vida.

¡Cuánto tiempo miraste la botella medio vacía y qué pocas veces la viste medio llena!

Las personas desperdician gran parte de su vida, porque se preguntan qué será lo que vendrá más adelante, en el mañana, ese mañana que cuando llega es presente.

¿Cuántas veces tuviste un problema que no te dejó dormir, que te tenía sumamente preocupado y lo solucionó el tiempo en su transcurso?

¿Cuántas veces sufriste por no obtener lo deseado?

Y después te diste cuenta de que, si hubieses forzado esa situación, todo hubiera empeorado.

A veces, lo que deseas no es siempre lo que te conviene. Si vas tras un objetivo y recibes señales de coincidencia o causalidades, todo te estará mostrando que estás en el tiempo y el camino indicados.

Si vas detrás de un deseo y no aparecen coincidencias, busca la forma de estar más atento para recibir las señales que se te mandan desde acá arriba; a lo mejor aparecen mejores opciones.


"Deja que el ser supremo te guíe.
Deja que él te dé señales.
No fuerces nada.
El universo fue hecho para ti.
Está puesto a tu servicio.
El ser supremo es sabio."




Extracto de "Francesco Una vida entre el Cielo y la Tierra de Yohana Garcia"

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