Publicado: 16 oct 2014 | 10:00 GMT
http://actualidad.rt.com/expertos/carlos-santa-maria
Aquí no existen “complots” ni
“conspiraciones” o simplemente rating. La historia demuestra la creación
de virus artificiales diseminados en épocas álgidas para el colonialismo. Esa
es una posibilidad.
La base de la ciencia es la metódica de la
interrogación a través de la cual se intenta conseguir la respuesta. Si ésta no
se produce, hay que vislumbrar nuevas alternativas y seguir cuestionando para
acercarse a la verdad. Por ello, mientras no se explique claramente el origen
del ébola y sus relaciones con la industria farmacéutica, amén de la guerra
bacteriológica actualmente existente, es obligatorio para el pensamiento
crítico optar por explicaciones diferentes.
Naturalmente se comparte toda la política
integral tendiente a garantizar la salud de la población mundial y no existe
contradicción con tomar todas las medidas existentes para proteger los pueblos
de este flagelo.
No obstante, cinco interrogantes tienen que
ser respondidas necesariamente para descubrir la verdad…y no han sido resueltas
claramente.
Primera: ¿cuál es su origen?
Coincidencialmente, al igual que el SIDA,
el lugar y la causa suelen ser las mismas: países de Africa y males causados
por gorilas, aunque ahora son vampiros los posibles autores materiales del
delito. Naturalmente conjugados con la raza negra, supuestamente una ferviente
portadora de los males atribuidos a la humanidad.
Lo evidente es que las explicaciones no son
coincidentes con la realidad y las dudas ante este fenómeno controversial
demuestra que las afirmaciones sobre dicha enfermedad son poco consistentes. La
OMS-Organización Mundial de la Salud-se declara desconocedora de la fuente
aunque propone algunas teorías que aún no son confirmadas totalmente.
Al respecto, el ébola no posee vacuna
aprobada estando clasificado como agente de bioseguridad y bioterrorismo dada
su calidad para eliminar seres humanos rápidamente. Su cronología comienza en
la década de los sesenta donde se ha sugerido que pudo haber una primera aparición,
aunque los estudios confirman el año 1976 en Sudán y la República
Democrática del Congo, vinculándola con murciélagos de la fruta y monos,
pudiendo matar a nueve de cada diez infectados. Posteriormente se informa que
apareció en noviembre de 1989 en un grupo de cien macacos importados
desde Filipinas a Reston, hasta finalmente ratificar en 2013 su aparición más
virulenta en Africa Occidental.
Se ha establecido como condiciones previas
desencadenantes la circulación incesante de la población, la aparición de la
infección en zonas remotas y de difícil acceso, el desconocimiento de la
enfermedad y la debilidad de los sistemas sanitarios, considerándose fuera de
control actualmente. Este año, surge con intensidad en Guinea-Conakry,
expandiéndose posteriormente a Sierra Leona, Liberia y Nigeria.
El 8 de agosto de 2014, la OMS declaró una
emergencia pública sanitaria ante el riesgo de pandemia global internacional.
Las teorías explicativas, además de dar
información no concluyente, ratifican su desconocimiento del origen verdadero
del virus, sin cuestionarse desde donde provino o si es un producto
experimental, olvidando intencionadamente la historia efectiva. El diario ABC
entrega toda la responsabilidad a la “naturaleza perversa”.
Segunda: ¿cómo los Medios actuaron
tan coordinados y mundialmente?
La sorpresa ha sido enorme: de un día para
otro aparece el mundo informativo alertando de un “peligro mundial”.
En el mismo tiempo se hace efectivo en los
cinco continentes una idea igual: un terrible mal asola al globo terráqueo y
debe ser prevenido. No obstante, ¿cómo fue posible que se diera una noticia con
una coordinación a tan alta escala? Lo que se ha sugerido como una forma de
evadir lo obvio es que la globalización es la que permite ello. Si, es un
fenómeno globalizado aunque la duda es otra: ¿qué grupo maneja tan alto poder
en los Medios internacionales que puede poner un hecho a la vista de millones
de personas en el mismo momento…y por qué?
La conclusión es que un sector de poder
convierte un caso en una explosión si lo desea así o lo transforma de algo
exorbitante en una mínima porción. Ello no desconoce el riesgo potencial y la
importancia que significa una enfermedad de dicha naturaleza.
Tercera: ¿la ciencia aún no descubre
la cura?
En pleno siglo XXI, cuando el ser humano se
transporta virtualmente en las más diferentes formas, se conoce el árbol
genético, se procrea sin la necesidad del acto sexual básico para continuar la
especie, se guarda incluso a través de la criogenia a inversores que quieren
despertar más allá en este más acá, es casi improbable que no se haya dado la
investigación sobre enfermedades transmisibles de graves consecuencias. Si
existe puede ser objeto de negocio u ocultamiento para permitir lucro o muerte.
Si no se ha encontrado es que es un virus de tal esencia que su artificialidad
ha escapado al control humano al haber sido “procreado” en laboratorios
especializados para un fin malévolo.
En este sentido, varias empresas
actualmente estudian alternativas de resolución médica con el objeto de
comercializar su resultado, tal como se evidenció con diversas enfermedades
donde los gobiernos invirtieron grandes cantidades de presupuesto para prevenir
dichos brotes masivos. Participan varios laboratorios transnacionales de biotecnología
como Mapp Biopharmaceutical que utiliza anticuerpos de ratones expuestos
al virus, la empresa canadiense Tekmira Pharmaceuticals que tiene
desarrollado un fármaco llamado TKM-Ebola el cual puede ser empleado en
experimentos limitados, el laboratorio farmacológico NewLink Genetics Corp.,
quien aseguró que está por iniciar experimentos en humanos con una
vacuna que ha probado ser 100 % efectiva previniendo la infección en
primates no humanos. Excelente coincidencia de empresas de las cuales se
espera con ansias su uso efectivo.
Cuarta: ¿qué papel juega la guerra
biológica?
Es reconocido que la maquinaria
militar-industrial se ha enriquecido a través de la re-creación de una batería
armada producto de la experimentación. Las denuncias sobre uso de ántrax por
parte del “Ejército Libre Sirio” o Al Qaeda, demuestra que el mercado de las
herramientas químicas está vigente.
Por tanto, se ha comprobado que continúa
sin descanso la carrera macabra por construir nuevas armas biológicas que dé
superioridad a una nación y que deben ser experimentadas donde no haya riesgo
para ésta: ¡qué mejor que Africa o Latinoamérica, donde existen millones de
pobres que pueden ser usados para “fines éticos de la ciencia”!. El Sida es uno
de los más simbólicos ejemplos.
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/expertos/carlos-santa-maria/view/143683-ebola-intencion-malevola-cinco-interrogantes
Quinta: ¿existe una mentalidad
macabra producto del mercado “libre”?
Evidentemente el NOM (Nuevo Orden Mundial),
proceso orientado por una organización reservada, postulada por figuras
de la empresa y la política, entre las que destaca Kissinger como emblema de la
intervención y perversión en los proyectos sociales (responsable del golpe de
estado en Chile, una de sus creaciones), posee la fuerza organizativa para
poner bajo su servicio a la prensa, los mercados, la educación, las culturas,
lo político, el deporte mismo, como una sólida fuente constructora de sus
proyectos de control. El nodo Rockefeller es una de las constantes de este
proceso permanente.
De ella han procedido las órdenes de
intervención en Gaza, el martirio provocado por los terroristas islámicos, la
destrucción del sureste ucraniano, la desestabilización en
Venezuela-Brasil-Argentina, el derribo del avión malasio, en una historia de
décadas, por lo cual no es extraño que a fin de desviar la atención de
problematicas álgidas y la crisis que azota a Europa en intentos de
independencia regional, protestas o la brutalidad policíaca, agravadas
por el austericidio o plan de eliminación paulatino de sectores inmigrantes y
empobrecidos, no sea algo tan inusual utilizar los más variados métodos
reconocidos.
Al unir cada una de las respuestas a
los cuestionamientos resulta una conclusión sorprendente: no se conoce con
certeza el origen del ébola, la noticia fue dada por orden de una autoridad
superior a los Medios-desviando la atención de problemas actuales
conflictivos-,existe una ciencia al servicio de la guerra biológica, hay
comercio de las farmacéuticas con las enfermedades que afectan a la sociedad,
impera una organización mundial que controla un sector importante del mundo y
lo conduce a través de gobernantes serviles a sus propios intereses.
Hechos que soportan las
interrogantes.
La ciencia ha sido parte de innumerables
fraudes científicos, contradiciendo los cánones éticos. Es reconocido el
documento presentado en los alegatos ante el gobierno estadounidense,
confirmados en los archivos desclasificados por Edward Snowden, donde se hizo
pública la solicitud por 10 millones de dólares al gobierno por parte del
Departamento de Finanzas del Ministerio de Defensa estadounidense en 1970, con el
fin de continuar la investigación sobre virus para la guerra bacteriológica lo
que implica trabajar con los sistemas inmunológicos, tal como ocurrió con el
SIDA y para el cual no hay tratamiento curativo.
No sin sentido, la actual serie Helix
conduce a establecer una relación entre la ciencia bioquímica, la medicina, la
empresa farmacéutica, las transnacionales de la guerra y los gobiernos, con sus
agencias de inteligencia. Es un entramado duro aunque fácil de identificar si
se encuentra la información apropiada.
Lo que se conoce con claridad es que el
SIDA es un virus artificialmente creado en laboratorios, probado en Africa a
través de vacunas para la viruela y que escaparon al control médico. ¿Quién puede asegurar que quienes crearon el virus del Sida no lo
hicieron con el Ebola, como un producto de extendidos esfuerzos
científicos y a partir del conocimiento obtenido del anterior?
¿Existirá tal maldad?
Es una pregunta retórica pues quienes han
realizado genocidios, quemado viva a personas, desmembrado sus órganos,
utilizado armas químicas de destrucción masiva, sometido al hambre y la
miseria a millones de niños y familias, arrebatado los dineros para su sustento
en la adultez mayor, son capaces de todo lo impensable. Una clara versión aún
no conocida por el mundo identifica a la industria de armas biológicas de
Estados Unidos de utilizar las vacunas contra la hepatitis B y la polio como factores
desencadenantes del SIDA.
Henry Kissinger fue el proponente fiable
para desarrollar agentes biosintéticos como alternativa a las armas
convencionales, idea vigente y aplicada en la Alemania Nazi, extendida con los
científicos exiliados y asilados en Estados Unidos. El General Alexander
Bollings fue el encargado de la coordinación del plan esbozado y concretado
posteriormente, quien controló el proyecto “Paperclip”, exfiltración secreta de unos 2.000 nazis de alto grado siendo
aproximadamente 900 científicos militares e investigadores médicos, incluido
Erich Traub, uno de los más importantes expertos en armas biológicas de
Hitler, quien experimentó con virus en campos de concentración. No se puede
olvidar la denuncia del ex presidente Dwight Eisenhower alertando sobre el
complejo industrial militar y sus peligros a partir de los organismos
científicos enquistados en éste.
Se conoce que la empresa Litton Bionetics
experimentó con virus de simios benignos a los humanos combinándolos con ADN,
ARN, enzimas de otros virus, causantes de leucemias, linfomas y sarcomas,
cultivándolos para transformarlos en nuevos virus mutantes poderosos en
glóbulos blancos humanos y en células de tejido fetal, provocando la
destrucción del sistema inmunológico.
Toda la información reservada, que no ha
sido aún dada a conocer globalmente, a través de la documentación secreta
expuesta por Julián Assange y Edward Snowden, es contundente en preguntarse
sobre los nuevos trabajos de investigación en guerra bacteriológica.
La inmensa preocupación existente hoy en
gran parte del mundo y extendida de modo abismante se nota claramente en las
redes sociales donde la gente comienza a preguntar sobre las formas de
transmisión, aunque también se cuestiona de donde procede. Se sigue insistiendo
en la culpabilidad de murciélagos y monos, quienes no poseen ninguna opción de
defenderse de cualquier “calumnia” incluso. Así, es fácil otorgarle la
responsabilidad de las enfermedades. Las Redes aportan elementos
que agudizan la percepción: ¿por qué no se hizo nada para combatir dicha
enfermedad o porqué sólo afectaba al Africa no era pertinente? , ¿ está en fase
de prueba sueros con un coste altísimo para los gobiernos responsables?, ¿
contribuirán con un coctel muy caro, como el aplicado al VIH, el cual mantiene
con vida y no sana efectivamente? ¿Por qué extrañamente surgen estos
virus a fines del siglo XX y comienzos del XXI?
Es increíble como problemas gravísimos que
han provocado más muertes y se sabe su origen (que podrían ser controlados
totalmente), son ocultados con una intención evidente: la Franja de Gaza y una
exigencia de Palestina como Estado reconocido parece difuminarse ante las
alertas de la OMS; más de 200.000 muertos en Siria, por ejemplo, son
“olvidados” pese a que se continuará asesinando personas inocentes, para
concentrarse en una enfermedad que podría ser mundial posiblemente aunque su
solución es factible racionalmente ¿La idea es asustar al mundo más que
prevenirlo?
Hilando más fino, las delicadas
afirmaciones de Alessandra Zavatta sobre el caso plantea puntos muy fuertes:
Glenn Thomas, consultor de la OMS en Ginebra, portavoz de la OMS, (quien volaba
en el abatido Boeing 777 de Malaysia Airlines), participó en operaciones
de prueba con el virus del Ébola en el laboratorio de armas biológicas en el
hospital de Kenema, Sierra Leona, asociado al gobierno estadounidense, a Bill
Gates y George Soros. Además, Thomas se había negado a participar en el
encubrimiento de diagnósticos para aplicar una vacuna experimental contra el
ébola que infectaría a los pacientes y esa podría ser la razón por la que
habría sido asesinado.
Si existe una filosofía que da a un pueblo
el absurdo de creer que ha sido escogido por Dios para realizar su propio sueño
e imponerlo a otros por la razón o la fuerza, significa autootorgarse el
derecho a dirigir el destino del mundo, inventando las armas que crea
conveniente a su colonización terrena: el Excepcionalismo es la teoría
psiquiátrica más valiosa para cumplir tan infame papel en el Universo.
Descubrir a sus autores intelectuales es tarea para denunciarlos ante un
juzgado internacional que castigue su insanía mental y el riesgo de desaparecer
el globo terráqueo.
Tal vez preguntarse sobre el origen de la
gripe aviar, las “vacas locas”, la peste porcina, o el ántrax, permita
reflexionar sobre la profundidad analítica que se requiere para investigar y
develar la guerra biológica existente hoy día. La frase de Philip Ball, el
editor consultor de la revista Nature, aplicada posiblemente a esta nueva
afección, sea concluyente: “Si alguna vez pensaron en una ciencia que
garantizara la alarma y la indignación del público, ésta es. Si la comparamos
con la biotecnología y la ingeniería genética convencionales, son mucho más
atemorizantes los riesgos que implica la biología sintética”.
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/expertos/carlos-santa-maria/view/143683-ebola-intencion-malevola-cinco-interrogantes
¿Existirá tal maldad?
Es una pregunta retórica pues quienes han
realizado genocidios, quemado viva a personas, desmembrado sus órganos,
utilizado armas químicas de destrucción masiva, sometido al hambre y la
miseria a millones de niños y familias, arrebatado los dineros para su sustento
en la adultez mayor, son capaces de todo lo impensable. Una clara versión aún
no conocida por el mundo identifica a la industria de armas biológicas de
Estados Unidos de utilizar las vacunas contra la hepatitis B y la polio como
factores desencadenantes del SIDA.
Henry Kissinger fue el proponente fiable
para desarrollar agentes biosintéticos como alternativa a las armas
convencionales, idea vigente y aplicada en la Alemania Nazi, extendida con los
científicos exiliados y asilados en Estados Unidos. El General Alexander
Bollings fue el encargado de la coordinación del plan esbozado y concretado
posteriormente, quien controló el proyecto “Paperclip”, exfiltración secreta de unos 2.000 nazis de alto grado siendo
aproximadamente 900 científicos militares e investigadores médicos, incluido
Erich Traub, uno de los más importantes expertos en armas biológicas de
Hitler, quien experimentó con virus en campos de concentración. No se puede
olvidar la denuncia del ex presidente Dwight Eisenhower alertando sobre el
complejo industrial militar y sus peligros a partir de los organismos
científicos enquistados en éste.
Se conoce que la empresa Litton Bionetics
experimentó con virus de simios benignos a los humanos combinándolos con ADN,
ARN, enzimas de otros virus, causantes de leucemias, linfomas y sarcomas,
cultivándolos para transformarlos en nuevos virus mutantes poderosos en
glóbulos blancos humanos y en células de tejido fetal, provocando la
destrucción del sistema inmunológico.
Toda la información reservada, que no ha
sido aún dada a conocer globalmente, a través de la documentación secreta
expuesta por Julián Assange y Edward Snowden, es contundente en preguntarse sobre
los nuevos trabajos de investigación en guerra bacteriológica.
La inmensa preocupación existente hoy en
gran parte del mundo y extendida de modo abismante se nota claramente en las
redes sociales donde la gente comienza a preguntar sobre las formas de
transmisión, aunque también se cuestiona de donde procede. Se sigue insistiendo
en la culpabilidad de murciélagos y monos, quienes no poseen ninguna opción de
defenderse de cualquier “calumnia” incluso. Así, es fácil otorgarle la
responsabilidad de las enfermedades. Las Redes aportan elementos
que agudizan la percepción: ¿por qué no se hizo nada para combatir dicha
enfermedad o porqué sólo afectaba al Africa no era pertinente? , ¿ está en fase
de prueba sueros con un coste altísimo para los gobiernos responsables?, ¿
contribuirán con un coctel muy caro, como el aplicado al VIH, el cual mantiene
con vida y no sana efectivamente? ¿Por qué extrañamente surgen estos
virus a fines del siglo XX y comienzos del XXI?
Es increíble como problemas gravísimos que
han provocado más muertes y se sabe su origen (que podrían ser controlados
totalmente), son ocultados con una intención evidente: la Franja de Gaza y una
exigencia de Palestina como Estado reconocido parece difuminarse ante las
alertas de la OMS; más de 200.000 muertos en Siria, por ejemplo, son
“olvidados” pese a que se continuará asesinando personas inocentes, para
concentrarse en una enfermedad que podría ser mundial posiblemente aunque su
solución es factible racionalmente ¿La idea es asustar al mundo más que
prevenirlo?
Hilando más fino, las delicadas
afirmaciones de Alessandra Zavatta sobre el caso plantea puntos muy fuertes:
Glenn Thomas, consultor de la OMS en Ginebra, portavoz de la OMS, (quien volaba
en el abatido Boeing 777 de Malaysia Airlines), participó en operaciones
de prueba con el virus del Ébola en el laboratorio de armas biológicas en el
hospital de Kenema, Sierra Leona, asociado al gobierno estadounidense, a Bill
Gates y George Soros. Además, Thomas se había negado a participar en el
encubrimiento de diagnósticos para aplicar una vacuna experimental contra el
ébola que infectaría a los pacientes y esa podría ser la razón por la que
habría sido asesinado.
Si existe una filosofía que da a un pueblo
el absurdo de creer que ha sido escogido por Dios para realizar su propio sueño
e imponerlo a otros por la razón o la fuerza, significa autootorgarse el
derecho a dirigir el destino del mundo, inventando las armas que crea
conveniente a su colonización terrena: el Excepcionalismo es la teoría
psiquiátrica más valiosa para cumplir tan infame papel en el Universo.
Descubrir a sus autores intelectuales es tarea para denunciarlos ante un
juzgado internacional que castigue su insanía mental y el riesgo de desaparecer
el globo terráqueo.
Tal vez preguntarse sobre el origen de la
gripe aviar, las “vacas locas”, la peste porcina, o el ántrax, permita
reflexionar sobre la profundidad analítica que se requiere para investigar y
develar la guerra biológica existente hoy día. La frase de Philip Ball, el
editor consultor de la revista Nature, aplicada posiblemente a esta nueva
afección, sea concluyente: “Si alguna vez pensaron en una ciencia que
garantizara la alarma y la indignación del público, ésta es. Si la comparamos
con la biotecnología y la ingeniería genética convencionales, son mucho más
atemorizantes los riesgos
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/expertos/carlos-santa-maria/view/143683-ebola-intencion-malevola-cinco-interrogantes
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