AGRADECERIA A TODOS SI PUDIERAN AYUDARME A DIFUNDIRLO, PUES ES
NECESARIO POR LO MENOS ESTAR AL CORRIENTE TODOS. ABRAZOS
96 – IMPORTANTE MENSAJE DEL PADRE CELESTIAL – LA GRAN MISION
Canal: Starr
4/4/2011
Ven a mi hija mía, asciende hasta el seno de tu Padre, a fin de escuchar mi Voz.
- Si Padre, aquí me tienes, habla amado Dios.
Amados hijos vuestro Padre os convoca a todos a poneros en marcha, debéis iniciar todos el camino de la misión, es tiempo de que aquellos que han permanecido dormidos, despierten, aquellos que están a medio despertar sean movilizados por vosotros y aquellos que ya han despertado inicien el camino de la maestría, debéis iniciar la misión del mundo, es la gran misión continental en la que todos los hombres de buena voluntad, aquellos que han abrazado la fe, trabajen por el nuevo reino.
Debéis buscar a vuestros hermanos pues aquél que busca a un hermano para llevarlo al seno del amor de Dios, es porque ama, debéis ante todo oír a vuestros hermanos, debéis hacerles sentir que son parte importante en la vida del nuevo reino, que son tomadas en cuenta, aún aquellos que al parecer nada tienen para dar, descubrirán merced a vosotros mis hijos que el hombre tiene todo su ser para entregar, tiene manos para entregarlas al Padre, llenas de obras de amor, posee pies para andar los caminos del mundo anunciando la buena nueva del amor de Dios.
Vuestros hermanos precisan que se les reconozca como hombres y mujeres, hijos de Dios a fin de poder dar luego paso al dialogo, a la lectura de la Palabra de Dios, como así también de cada palabra que ha emanado de mi Ser en los últimos tiempos, pues estos, son los tiempos de Dios, es el tiempo que vuestro Padre se ha reservado para sí, a fin de mostrar la luz al mundo, la luz del amor, sí como un día vuestro Padre os puso todo al alcance de vuestra mano y sólo se reservó para sí el poder de decidir sobre el mal y el bien, así hoy vuestro Padre se ha reservado este nuevo tiempo a fin de aumentar en millones los hombres y mujeres que reconocen que el mundo es regido por un Ser Superior, un maestro divino que ha fundado la creación toda y que el Gran Hacedor a entregado su ser para que los hombres pudieran ver su rostro en la figura de su amado Hijo Jesús el Cristo, nacido del seno virginal de mi amada esposa quien no dudó en rebajarse a sí mismo y convertirse en el último de todos los mortales a fin de devolveros a la vida eterna, a fin de devolveros la santidad y la gracia originales, perdidos por desobediencia al mandato de vuestro Dios.
Deben mis hijos merced a la oración acercar uniendo en una sola fe a los que aún caminan separados por el mundo, todos mis maestros, aquellos que dan mis mensajes, debéis asistir en las necesidades espirituales y materiales a vuestros hermanos más postergados, no se trata de llevar una doctrina, tampoco se trata hijos míos de iniciar una campaña a fin de ver quien lleva más ovejas a su redil, aumentando las divisiones entre vosotros, mis maestros, se trata de llevar vivencias, de mostrar un estilo de vida diferente y mostrar sobretodo ejemplos de dar testimonio de que nada de lo que se os pide es imposible de lograr. No os afanéis tanto en dar razones, explicaciones de lo divino, lo divino no encuentra explicación en la razón, más bien debéis afanaros en buscar al ser humano, de la misma manera que es necesario que os encontréis con la Palabra que es vuestro Maestro y Señor.
También es necesario que se produzca el encuentro con los hombres, llegando a lo más profundo de sus sentimientos, la misión buscará llegar a todos los niveles sociales, es necesario que marquéis vuestra presencia en todos los ambientes de la humanidad, abarcando todos los aspectos de vuestra vida, ocupando espacios en los lugares importantes de vuestra soledad, infiltrándoos en los lugares más recónditos y difíciles, pues es allí donde nadie se atreve a pronunciar siquiera, la palabra amor, fe, reconciliación, justicia, verdad, equidad.
Regresad a las fuentes, regresad a lo que los primeros cristianos hicieron, visitad en sus hogares personalmente a las personas, anunciadles la buena nueva de Dios, organizad comidas donde el amor sea el plato principal, organizad encuentros donde mis mensajes sean leídos, comentados, asimilados y también cuestionados, pues en el cuestionamiento llega la posibilidad de dar luz. Formad comunidades de base y desde allí nacerán nuevas comunidades, comunidades en donde os sentéis en torno a la mesa de la palabra y del amor, mesas en las cuales compartiréis alimentos y también vida, fe, oración, esta Gran Misión a la que os convoco es asistida por el impulso de mi Santo Espíritu, constituyendo un nuevo pentecostés, para todos aquellos hijos míos que han ido llegando poco a poco al seno de mi amor y para todos aquellos que aún están a medio despertar.
Vuestro Padre os convoca a todos sin importar raza ni credo, ni estrato social, pues sois todos iguales a los ojos de Dios, vuestro Padre os convoca a buscar puntos de unión, puntos de entendimiento, esta gran misión debe acercaros cada vez más entre vosotros y en mi Divino Ser, es este pues el momento de encender la hoguera y dejar que el viento sople sobre el brasero de la fe, tiene que ser un acontecimiento de gracia, un acontecimiento que anime vuestro espíritu misionero, a fin de incrementar el nuevo reino del amor, aquél que está en vosotros mismos, aquel que da los frutos en la medida en que vosotros os convencéis plenamente de que es vuestro Padre el que os habla, os he llamado particularmente y por vuestro nombre y os he mostrado mi intimidad, aquella que os abraza en mi amor perpetuo.
Ahora os envío a fin de practicar entre vosotros lo que de vuestro Padre habéis recibido, levantaos todos, no tengáis miedo, pues no estáis solos, no os dejéis convencer, de que el mundo será destruido y que no vale la pena la lucha. Vuestro Padre os dice os grita a vuestros oídos no os detengáis, es hora de misionar, de luchar y de vencer, la victoria es vuestra si en vosotros hay fe, responded generosamente a mi llamado, sed misioneros, dejaos seducir por la Palabra de vuestro Dios.
Ante vuestras preguntas ¿A dónde iré Padre? ¿Qué ha de ser de mí? ¿Para que estoy en este mundo? Vuestro Padre os responde estáis aquí para haceros divinos en mi Ser, a fin de lograr recuperar lo que habéis perdido hace ya mucho tiempo, vuestra vida es mi vida, lo que hacéis en ese mundo lo bueno o lo malo, todo es camino a la nueva creación, no tengo hijos malos, a ninguno de vosotros os he creado más que con amor, la lejanía de vuestro Padre ha hecho crecer la oscuridad antes que la luz en vuestro ser, sois luz, sois soles de la nueva creación, sois estrellas refulgentes del universo todo, sois cometas que atraviesan el firmamento de la tierra que cruzan el espacio y que visitan otros mundos, sois el corazón de la creación, viajáis en el tiempo y en el espacio, pero no os dais cuenta, no sabéis toda la gloria que poseéis dentro ese es vuestro destino, entonces no demoréis mas, abrazaos a mi amor. Sed lo que habéis sido destinados a ser hijos del Rey, solo es preciso responder, aquí estoy Señor envíame, que en mi SEA, como los apóstoles que siguieron los pasos de mi hijo, así también vosotros debéis seguir sus mismos pasos, andar sus mismos caminos, pues aquello que es para Dios, perdura en el tiempo y vuestra entrega será compensada, se os devolverá el ciento por uno por cada cosa a la que habéis renunciado por Mi, por mi palabra por el evangelio, Yo Soy vuestro Padre, os amo entrañablemente con la locura propia de un padre que ha creado a sus hijos de la nada, pues cuando nada había ya vuestro Padre os había pensado, os había engendrado en el seno de su vientre, todo lo que hay de grande maravilloso y divino es vuestra herencia, todo fue hecho por vosotros y para vosotros, sois mis herederos, entonces hijos míos comportaos como tales, no sois sirvientes, sois mis hijos, poséis la dignidad real de vuestro Padre, calzaos y caminad en la gran misión, aquella comunidad que cada uno de vosotros ha forjado posee ya hermanos que pueden iniciar el camino de la misión, muchos ya han despertado, pueden iniciar ya el camino a la maestría, a fin de acrecentar los maestros diseminados a lo ancho del mundo, que la paz de vuestro paz os inunde por completo, que la armonía reine en vuestro ser y entre vosotros, que el amor florezca día a día como una flor nueva del jardín de vuestro Padre que la fuente de la vida, sacie la sed de todos vosotros y que la sangre del cordero derramada sobre el altar riegue vuestro espíritu y os renueve en el amor.
Así sea.
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