compartió la publicación de Roberto Rosales.
NOS ABRAZAREMOS COMO HERMANOS
Llegará el momento de SENTIRNOS HERMANOS, y ese será un gran día.
No existirá represa capaz de frenar el agua celestial del río de la conciencia. Las Almas saciarán su sed. Habrá Amor en las miradas y Paz en los corazones.
Muy pronto, un aroma fresco y puro comenzará a rociar el aire con vibraciones sutiles, repletas de color, magia y encanto. Ningún corazón podrá resistir tanta belleza. La luz traerá una profunda calma y felicidad. Terminará un largo ciclo de angustia y sufrimiento.
La Humanidad se fusionará en una vibración de hermandad que disipará toda frontera.
Durante algunos instantes, nadie podrá comprender cómo fuimos capaces de vivir en la enajenación de la inconsciencia, privándonos de una energía tan armónica y sublime.
Mientras ese grandioso momento se aproxima, aún queda tarea por concluir.
Tras un intenso peregrinar, colmado de enseñanzas transformadoras que impulsaron nuestro vuelo, nos volveremos a abrazar en la Unidad del espíritu. La emoción será indescriptible. Sólo podremos decirnos, de corazón a corazón: TE AMO, TE AMO, TE AMO.
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