Madre Divina.
La Flor de la Paz. "...mi Presencia en este momento os toca y toca a todos
mis hijos es hijas, indistintamente, sobre este Planeta, aportando ahí un toque
de Amor, aportando ahí un soplo vivificante, aportando ahí el don de la Paz.
.." Agnimitra Om. 30 de diciembre 2013. ¡Compartir!!!
jueves,
2 de enero de 2014
audio
Desde el
Corazón Cristalino de la tierra, yo os saludo, hijos e hijas de la Paz.
Niños bien
amados, yo soy la Madre Divina, Centella en cada Centella, Océano en donde
todas las gota se disuelven en Éxtasis y Bienaventuranza. Yo regreso en esta
oportunidad, acompañada de la Vibración del Retiro Intraterreno de Ulumí, para
reavivar en vuestros cuerpos, almas y en la memoria misma la vibración y el don
del Retiro: la Bienaventuranza de la Liberación.
Bien Amados
hijos e hijas de la Paz, mi Presencia en este momento os toca y toca a todos
mis hijos es hijas, indistintamente, sobre este Planeta, aportando ahí un toque
de Amor, aportando ahí un soplo vivificante, aportando ahí el don de la Paz. Yo
soy la Reina de la Paz, vuestra Madre.
Mis pequeños,
no vean en este título una distanciación o una relación en donde pueda existir
alguna noción de superioridad o de inferioridad. Jamás. Yo soy vuestra Madre,
vuestro útero, vuestra morada, vuestra creación. Yo soy vuestra Madre, pero soy
vuestro consorte y vuestra hija al mismo tiempo, pero más que eso, yo soy
vosotros.
Acogedme así
como vosotros os acogéis en mi Presencia se os revelará a vosotros también como
este don de la Paz. En este período de ajuste vibratorio en el cuerpo
planetario, yo os pido, hijos e hijas, atended este don de la Paz. Esta es una
simiente ya entregada hace mucho no solo en vuestros cuerpos. Hoy, todo lo que
deben hacer es visitar este jardín y embriagaros con su perfume.
La Paz ya no
debe buscarse más, ni ser construida. La Paz debe solamente ser realizada,
percibida, acogida, vivida finalmente. La Paz ya no está distante, porque el
Espíritu jamás estuvo distante. La Paz se encuentra ya en el núcleo de vuestras
células, disolviendo el miedo, la culpa, el deseo, disolviendo finalmente los
frutos de la experiencia y del olvido.
Yo despierto
en cada corazón humano como en la Consciencia Solar, como en la Consciencia
Plena, como en el Amor ilimitado. Este don de la Paz, yo os lo recuerdo hijos e
hijas, se encuentra ya en vuestro interior, así mismo ahí a nivel de la
expresión exterior, ¿comprenden hijos e hijas? Así mismo allí en donde nunca se
creyó que existía paz.
El Reino
objetivo de la Tierra está siendo bañado por un Fuego que absorbe, que disuelve
con Agua fructificadora, regeneradora. Así es como el antiguo mundo se deshace,
y el nuevo mundo se desvela. Este don de Paz os permitirá el alineamiento
necesario para aprehender las señales de esta nueva realidad, que no es nueva,
más bien es la original, así como también para facilitar y poner en levedad la
misma sacralización de la Materia del cuerpo físico.
Paz, hijos e
hijas, vais en dirección hacia la Paz, aquello que os trae Paz, aquello que
refuerza vuestra Paz, aquello que alimenta vuestra Paz. Esta es la enseñanza
para estos días: reconoced el don de la Paz, visitad el jardín interior en
donde yo misma en cada corazón, plantaré esa flor. Embriagaros con su perfume y
observad la realidad original naciendo en el Planeta.
Bendiciones y
Paz, hijos de mi vientre, Centellas de mi Reino Divino, Yo os amo.
Revisión
final: Agnimitra
Transcripción
realizada por colaboradores de Agnisangha
Traducción del
portugués: Lucía Montaño Ferrer
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