«La energía sexual no solo se le “siente” en su empleo genital, se le “encuentra”
...en ese cúmulo de alegrías y desalegrías que forman parte de nuestro día a
día. Una vida sexual sana y equilibrada sería la unificación del Tetragrama de
la Energía Sexual de una exquisita sentimentalidad, sensualidad y genitalidad
(sexualidad), todo ello unido con el poderoso hilo de la sensibilidad.»
Es necesaria la sensibilidad, matizada como sensualidad, para el desarrollo
de la sexualidad a través de la percepción de los sentidos que sirve para
conectar con la realidad exterior, aunque ésta es interior.
El enamoramiento debe llegar a través de la admiración, no de la necesidad,
pues ésta crea dependencia, ataduras. La cultura del sentimiento necesita
establecer contacto con uno mismo, con un nivel alto de autoestima, de
aceptación, para poder transmitirlo en el contacto con el mundo exterior.
El deseo es un fluir de energía que trastoca y arrebata nuestro estado de
equilibrio. Aunque puede ser beneficioso, es peligroso por su componente
irracional, pero no es amor consciente, no es Tantra. Una cosa es el control y
sublimación de las emociones y otra la tensión de las mismas.
La creatividad nace de una espontánea plenitud y de un vacío. Me apoyo en
lo que sé, que es lo que me permite seguir adelante para explorar nuevos
caminos.
Preocuparse de “algo” es ocuparse de “algo”, no pensar en “algo”
desocupándose de ese “algo”. La cultura, el conocimiento, la belleza… merecen
la pena el esfuerzo, el coste, porque acaban formando parte de uno, se
incorporan al ser, a nuestra personalidad, y eso nos permite ser cultos,
sabios, bellos.
Pero hay que ser humildes para que la cultura, la sabiduría, la belleza no
nos impidan percibir otras cosas. Humildad como una forma de inocencia, que
permite la complicidad, el juego, la risa, estar relajados, y ese estado nos
dona el descubrimiento, el sentimiento… La tensión genera crispación y bloquea.
Sin el dominio del yoga el control del yo, no es posible acercarse al
Tantra en ninguna de sus formas…
Un sabio dice algo así:«La raíz de la enfermedad está en la crisis del
pensamiento en tanto que creador de sentimiento.»
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