martes, 2 de julio de 2013

DINERO - PRINCIPIOS BÁSICOS

Baba dice: “Al dinero hay que darle la importancia que tiene. Ha de ser usado de la mejor manera posible. Ya que no hacen el mejor uso de nada de lo que les he dado, tampoco pueden entender para qué sirve el dinero. Podrían usar la inteligencia para evitar el derroche de dinero”. El dinero en sí mismo no es algo positivo ni negativo. Depende del uso que se haga de él. Si nos permite trabajar en nuestro camino particular, y eventualmente nos hace aprender cómo ser libres de sus cadenas, es positivo. Si permitimos que el dinero nos controle a nosotros, es negativo. El dinero puede ser la raíz del mal, y a menudo lo es. Pero lo contrario también es cierto; si se usa sabiamente, éste puede ayudarnos en nuestra vida hasta el punto en que nos haga más libres para concentrarnos en vivir de acuerdo con las enseñanzas de Baba. - APEGO Como ocurre con todo lo que simboliza la seguridad, el dinero es dañino sólo cuando estamos apegados a él y cuando pensamos que es la fuente de nuestra seguridad y de nuestra felicidad. En este caso, creeríamos en el dinero y no en Dios como nuestro principal objetivo. Baba dice que no hay nada malo en el dinero, en la educación, en la razón o en la creencia en sí mismos. El error está en nuestro comportamiento y en nuestra actitud, que contribuye al desarrollo del apego y de los rasgos de carácter indeseables que están unidos al apego. - RASGOS DE CARÁCTER INDESEABLES El orgullo a menudo aparece cuando estamos tan apegados a lo que el dinero puede comprar, que creemos insensatamente que nuestra riqueza es el dinero que poseemos y todo aquello que éste puede darnos en forma de posesiones materiales. La codicia y la lujuria resultan del excesivo deseo, más allá de lo que necesitamos realmente. O si no, nos podemos volver perezosos e inactivos, si tenemos más dinero del que necesitamos, y si estamos tan satisfechos de nosotros mismos que no hacemos ningún esfuerzo por ayudar a aquellos que lo necesitan. - EMOCIONES NEGATIVAS Otra manera en la que el dinero puede, y a menudo lo hace, ejercer sobre nosotros un efecto muy negativo, es su tendencia a desarrollar emociones negativas, tales como el miedo, la rabia, los celos y la envidia. Podemos entonces tener miedo de no conseguir aquello que queremos, o de que nos ocurra aquello que no queremos. La rabia aparece a menudo cuando queremos algo y no lo conseguimos, y entonces nos sentimos frustrados. Los celos y la envidia suelen irrumpir en nosotros cuando descubrimos que alguien tiene aquello que deseamos y que no tenemos. - GASTO INNECESARIO En esta vida no podemos vivir sin comida, sin casa, sin medios de transporte, sin ropa y, en nuestra sociedad occidental llamada también sociedad tecnológicamente avanzada, no podemos vivir sin dinero. Y así, al vivir rodeados por un exceso de objetos materiales, estamos siendo bombardeados constantemente, y a través de todos los medios de comunicación, por mensajes de que hemos de comprar cosas que satisfarán inmediatamente nuestros deseos mundanos, y que nos harán mucho más felices. Baba afirma que nuestros deseos surgen de la creencia errónea de que somos nuestro cuerpo y no el Dios que está dentro de él, y que es nuestra única identidad real. En los países del tercer mundo, donde la sociedad está menos desarrollada, no existen las presiones ni tentaciones a las que los occidentales estamos expuestos. En ese sentido, Baba afirma: “Los pobres son más afortunados, ya que tienen menos tentaciones y menos oportunidad de gastar que los ricos”. - EL DINERO: LA FALSA SEGURIDAD El dinero es algo impermanente, como lo es todo en el mundo de la ilusión. Sólo Dios es permanente y sólo en Dios se puede confiar; por lo tanto, ¿por qué poner nuestra fe en el dinero? ¿Por qué no ponerla en aquello que nunca nos decepcionará y que es Dios? Él es la fuente de todo lo que necesitamos, y hemos de creer que Él nos da exactamente lo que nos hace falta, aunque eso no sea necesariamente lo que queramos o lo que creamos necesitar. Si vemos en el dinero, en el trabajo o en otras personas lo que nos sostiene y nos da seguridad, estamos poniendo limitaciones a la Gracia de Dios. Dios nos dará mucha más Paz verdadera y mucha más felicidad de la que podamos soñar si sólo creemos en Él. - EJEMPLOS Y EJERCICIOS Hemos de determinar cómo cortar el gasto innecesario de dinero en nuestra vida cotidiana, y cómo descubrir en qué cosas y de qué manera estamos gastando ese dinero. El primer paso es el de ir sumando los gastos, cosa que probablemente muchos detestarán. Pero es necesario hacer presupuestos. Seguramente no queramos saber con exactitud dónde estamos gastando el dinero. Es un trabajo pesado y laborioso el de sumar todos los gastos. Requiere concentración, esfuerzo, autodisciplina e indagación dentro de nosotros mismos, cosa que muchos tratarán de evitar. Pero es esencial hacer un suma y sigue de todos los gastos, si queremos descubrir cómo estamos derrochando el dinero de que disponemos. Hemos de aprender a ser buenos sirvientes y a evitar el derroche y la tacañería, ya que ambas cosas son igualmente negativas. Es relativamente sencillo hacer una lista de los gastos semanales o mensuales, para así tener una perspectiva clara de dónde y cómo gastamos la mayor parte de nuestro dinero. La lista incluiría los gastos básicos, como el alquiler, los impuestos mensuales de la casa, la comida, la ropa, los estudios, el médico, el seguro, etcétera. Cada persona hará su lista de acuerdo con su edad, su trabajo y sus responsabilidades. Esto llevará algo de tiempo, pero la claridad de los resultados hará que el esfuerzo haya valido la pena. Los gastos semanales, mensuales o anuales que hacemos con respecto a las cosas básicas pueden ser muchos. Pero es importante ver de qué manera estamos realizando gastos innecesarios. Pregúntense a ustedes mismos si alguna de las cosas que abajo se mencionan los afectan, y añadan aquellos gastos que no figuren aquí. — ¿Están ahorrando dinero y energía al mismo tiempo, limitando el uso que hacen de electricidad, agua, gas y otros recursos naturales? — ¿Se acuerdan de apagar las luces, cerrar las canillas, el gas, cuando no los están usando y están pendientes de si las canillas gotean, por ejemplo? — ¿Controlan las llamadas telefónicas, principalmente las que son de larga distancia? A lo mejor es preferible escribir cartas, especialmente porque permiten pensar lo que se va a decir. — ¿Han considerado el llevar la comida al trabajo, al menos algunos días, en lugar de ir siempre al restaurante, donde se gasta más tiempo y más dinero, y en cambio se alimentan peor? — ¿Compran en el mercado más comida de la que van a consumir? — ¿Guardan los restos de comida o los tiran, o los guardan hasta que se estropean? — ¿Usan más combustible del que necesitan, debido a una mala organización, ya sea cuando van de compras o de vacaciones? — ¿Tienen algún hábito o quizás alguna adicción que no sólo sea inútil, sino quizá perjudicial para la salud? Ejemplos de esto podrían ser los cigarrillos, los helados, los dulces, el alcohol, las drogas, el cine y muchos otros. Tomen nota de lo que más los tienta. — ¿Están enseñando a sus hijos cómo utilizar correctamente el dinero? Estamos tan condicionados por la televisión que todos los niños aburren a sus padres, pidiéndoles sin cesar algún objeto o algún juego que han visto anunciado. Los niños sienten que han de tener determinadas cosas simplemente porque piensan que otros niños las tienen. — ¿Compran cosas que no necesitan realmente, o que son demasiado caras, como ropa, joyas, coches, accesorios y pequeños objetos, con el fin de impresionar a los demás o de competir con ellos o de sentirse más importantes o dignos de merecer su aprobación? — ¿Compran regalos caros para impresionar o congraciarse con otras personas, tratando de comprar su amor o su aprobación? En cambio, podrán hacer algo por alguien, hacer favores o recados que representan más amor o interés por las otras personas que un caro regalo comprado en una tienda. — ¿Compran libros en lugar de tomarlos prestados de la biblioteca? — Y, por último, ¿qué es lo que les resulta más difícil de abandonar, o cuáles son las cosas sin las cuales sienten que no podrían vivir? Si les parece, añadan sus propios ejemplos y, ya que éste es un trabajo que estamos haciendo gracias a la colaboración de todos, manden sus sugerencias a: Phyllis Kristal, P.O. Box 865, Pacific Palisades C.A. 90272, con sus nombres o sin ellos, como prefieran, y así las incluiremos en los próximos números de la revista Sathya Sai News Letter. Sus contribuciones ayudarán a otros individuos a controlar los gastos innecesarios de los que no son conscientes. - MEDITACIÓN Una de las mejores y más sencillas maneras de librarnos de muchos de aquellos apegos que simbolicen para nosotros la seguridad, es la de tomarnos un tiempo para sentarnos tranquilamente y pedir a Baba que nos ayude. Él mismo nos sugiere que primero nos concentremos en Su Forma y repitamos Su Nombre, de manera que nos sintamos realmente en Su Presencia. Después, sencillamente, nos dice que hablemos con Él. Hemos de contarle nuestros deseos, nuestros hábitos, nuestra debilidad, y pedirle que nos ayude a superarlos, de manera que podamos poner en práctica el “Límite a los Deseos”. Una excelente ayuda consiste en decir: “Te entrego mi ser y mi vida entera y todos mis deseos los pongo a Tus Pies. Sé que sólo me concederás aquello que necesito para mi crecimiento espiritual y acepto todo lo que eso suponga”. La entrega, la fe y la aceptación nos ayudan a dar ese paso esencial que supone el abandonar el control de nuestro ego. Hemos de pedirle a Baba que nos convierta en instrumentos suyos. Después le pediremos que nos indique de alguna manera en qué sentido hemos de controlar el derroche del dinero en nuestra vida cotidiana. Nos sorprenderán los resultados. Muchos devotos han contado que recibieron indicaciones precisas sobre cosas en las que, según ellos, nunca habían pensado, y sólo por el hecho de que no fueron conscientes de ellas hasta que le pidieron a Swami que les indicara el camino a seguir. Elijan una sola cosa sobre la que trabajar durante un tiempo determinado, de manera que establezcan nuevos hábitos de conducta. Puede ser un día, una semana, un mes, dependiendo de lo que sea necesario hacer. Si empiezan con demasiadas cosas al mismo tiempo, pueden sentirse abrumados y eso no los conducirá a nada bueno. Luego, pídanle a Baba desde el corazón que los ayude a detener el gasto innecesario de dinero en el área particular que Él les haya indicado. Necesitamos de su ayuda. Es muy difícil y muy duro hacerlo solos, e incluso aunque lo intentáramos, únicamente conseguiríamos incrementar nuestro ego y nuestro orgullo si sentimos apego por los resultados. Por último, pídanle a Baba que les muestre de qué manera pueden utilizar el dinero no derrochado para ayudar a los demás. Algunos devotos han aprovechado la ropa que ya no usaban para vestir a gente necesitada e incluso a miembros de su propio Centro. Así se reduce el gasto de dinero en ropa. Lo mismo puede decirse de cosas para la casa, o muebles que puedan repararse en un ático o en un garaje. Hay muchas posibilidades diferentes. Extracto de LIMITE A LOS DESEOS Sugerencias para círculos de estudio y para el uso individual sobre el programa

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