miércoles, 24 de julio de 2013

El Lugar que te corresponde..

• por Luz_Violeta el julio 13, 2013
El lugar que te corresponde

Ahí donde estás es tu lugar perfecto, es el sitio que has generado por correspondencia con tus pensamientos, sentimientos, palabras y acciones. Dios no tiene la culpa si tu vida es miserable, si estás enfermo, sufres, o careces hasta del mínimo para alimentar la vida. Tampoco te sirve de nada lamentarte, luchar para cambiar las cosas, o rezar de rodillas "Ayudame, dame, dame". ¡Dios no te escucha! No lo hace porque ya te ha dado el regalo más grande que un padre pueda otorgar a su hijo: tienes a tu disposición sus ilimitados bienes, con una chequera en blanco. Pero tú aún no has aprendido cuales son las condiciones para poder girar a tu favor.
La realidad que vives en este momento, con cada uno de sus detalles, es tu propia creación, y si no haces algo por cambiar tus actitudes, la inercia se encargará de que las cosas sigan igual, o quizás peor. Debes comenzar reconociendo cuáles son los pensamientos, acciones y palabras que te han traído consecuencias tan funestas. Justo en ese punto tienes una lección por aprender y mucho que transformar en ti mismo.
Si eres de los que se niega a servir y sólo sabes quejarte, si sólo consignas mezquindad y avaricia, ¿cómo puedes esperar que el banco de la vida te respalde con superlativa abundancia? Si tu conexión con el mundo es de rechazo; si tu disposición es la de buscar fallas en todo y luchar para cambiar las cosas ¿cómo puede tu cuerpo manifestar armonía y salud perfecta? ¿En qué punto se halla tu autovaloración? ¿Crees que eres merecedor de aquello que deseas? ¡Si te consideras lo "peor de lo peor", tú mismo te conviertes en el mayor obstáculo para lograr un triunfo! ¿Dónde marca tu termómetro de la gratitud? Si no valoras y agradeces lo que tienes, ¿cómo esperas que te den más? Si nunca consideras suficiente lo que recibes y siempre quieres más, te arriesgas a que te lo quiten todo, para que aprendas a valorar lo que perdiste.
En todos los planos se aplican las mismas leyes: adquieres derechos según sean las habilidades que desarrolles, el manejo que des a tus recursos, y el grado de compromiso que estés dispuesto a asumir en tus tareas. La prosperidad, la salud y las buenas relaciones son los frutos que produce tu parcela, cuando has sido cuidadoso en el proceso de la siembra. No es posible obtener esas mismas dádivas rezando, y pierdes tu tiempo si esperas que algún día, sin hacer tu trabajo, la buena suerte te conceda lo que tu mano no labró.

Hortensia Galvis. Compartir

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