2.-
"Revela la verdad sobrecogedora"
Me encomiendo a tu cuidado, y así también
mi vida.
Valerie Melfi
Encargada de Expansión del CAMINO de CRISTO
Audio:
CARTA
N° 2
(Esta carta
debe ser, Meditada, Ponderada,
más que leída)
¡Yo Soy el
Cristo!
¡Mientras obro
desde las más altas esferas
de la
CONSCIENCIA CREATIVA DIVINA,
mi
influencia envuelve tu mundo!...
Usando una
metáfora... estoy tan distante en consciencia de tu mundo, como tu sol dista de
la tierra... No obstante si me llamas con sinceridad, estaré tan cerca
como sea necesario para ayudarte...
¡Habrá muchos
que no podrán recibir estas CARTAS!... "Tales personas no están aún
preparadas para ellas"...
¡Habrá quienes
intenten ahogar su existencia, puesto que sus enseñanzas serán una
amenaza para su sustento o religión!... ¡No tendrán éxito!... ¡La
oposición reforzará estas CARTAS!...
Habrá quienes
reciban estas CARTAS con alegría, puesto que en sus almas habrán sabido
que más allá de las religiones del mundo se hallaba la VERDAD – la
REALIDAD de la existencia... Éstas son las personas que prosperarán, y al
fin y al cabo salvarán al mundo de la auto-aniquilación...
¡Ahora seguiré
mi ‘autobiografía’
desde donde la
dejé en mi última CARTA!
Mi propósito
al darte algunos detalles biográficos de mi entrada en la vida pública, como
maestro y sanador, ha sido atraer tu atención hacia mis actitudes y
comportamiento de joven... Las circunstancias ante el logro de mi propia
humanidad espiritualizada...
Es importante
que puedas visualizar cómo era Palestina cuando estuve en la tierra, y
ver claramente los conflictos interiores que mis enseñanzas despertaron en
la gente adoctrinada con las creencias judías y los ritos
tradicionales. Estos conflictos fueron el núcleo que incapacitó a los
evangelistas para hacer constar, con precisión, todo lo que intentaba
enseñarles...
En los
evangelios hay frecuentes referencias a mis parábolas, que describen el Reino
de los Cielos o el Reino de Dios, cualquiera que fuese el término que
usaron los evangelistas... sin embargo, en ninguna parte se ha hecho el
intento de ahondar en las palabras mismas... de explorar las frases hechas...
o de sacar el significado espiritual del "Reino de Dios" o del
"Reino del Cielo"...
Conforme vaya
hablando de mis verdaderos sermones dados al pueblo, a la luz de
mis experiencias en el desierto y de tu propio conocimiento de los hechos
científicos, podrás entender, por fin, un poco de lo que intentaba enseñar
en aquél entonces...
Puesto que en
gran medida no tuve éxito... ¡es imperativo que se haga otro intento al
comienzo de esta era... este milenio... pues es sobre mi más elevado
conocimiento espiritualizado, privilegiado, e iluminado... que se fundará
y se desarrollará la próxima era!...
Fue – y es –
esencial... que un Maestro como yo, y como otros que ha habido... -sumamente
sensibles y totalmente comprometidos mental y emocionalmente- ir a la
búsqueda de la Verdad de la Existencia... venir a la tierra a ACUÑAR
PALABRAS para describir a la gente en la tierra, aprisionada en palabras,
lo que puede hallar en la DIMENSIÓN UNIVERSAL CREATIVA en un estado no
definido... Si no fuera por tales Maestros inspirados... la gente en la tierra
hubiese quedado ignorante, de todo lo que se halla más allá de la tierra –
¡listo para ser contactado, para ser experimentado y absorbido
personalmente, para promocionar la futura evolución futura!...
No sólo
esto... Se dice que la Biblia es el libro más ampliamente leído del mundo... En
su forma presente ha servido sus propósitos... El Nuevo Testamento,
como está... ¡con todo su bagaje de malas interpretaciones!... es un
obstáculo para la evolución espiritual... Ya es hora de avanzar hacia una
nueva esfera de percepción y comprensión mística...
Puesto que me
es imposible descender de nuevo en un cuerpo humano para hablar al mundo,
y porque tengo otras dimensiones en donde ministro, he entrenado a un alma
sensible para recibir y transcribir... Es lo mejor que puedo hacer para
hablar contigo personalmente... Espero que puedas recibir y aceptar
esto...
Todo lo que es
erróneo se borra... De esto puedes estar seguro... Los incidentes y
curaciones relatados en las siguientes páginas no tienen importancia...
Ocurrieron, pero se cuentan solamente para permitirte comprender su
significado espiritual...
Quiero,
mientras lees, que relaciones las condiciones de hace 2000 años con tu vida y
tiempos actuales... Quiero que consideres la persona de ‘Jesús’ como
un ‘icono’ de lo que finalmente puede ser logrado por todo ser humano que
está dispuesto a convertirse en un miembro fundador del ‘Reino del Cielo’
en la tierra..
Aunque la
gente de tu mundo actual es supuestamente sofisticada y egocéntrica en
sus ‘conocimientos y enseñanzas’ modernas... versados en modales
contemporáneos... y tienen nuevas maneras de relacionarse el uno
con el otro... básicamente la gente de hace tantos años era igual que
tú...
Estaban
controlados y motivados completamente por sus IMPULSOS GEMELOS
de: Adhesión – Rechazo... Deseos – Repulsiones... Igual que
tú... Amaron, odiaron, criticaron, condenaron, calumniaron y
chismorrearon... tuvieron ambiciones de subir a la cima de la sociedad...
despreciaron a aquellos fracasados en la vida... en secreto eran
promiscuos y se burlaban de aquellos que eran diferentes de cualquier
modo, a sí mismos...
Para ayudarte
a comprender y a entrar plenamente en mi tiempo sobre la tierra,
mi consciencia ha bajado a tu plano de existencia terrenal para
experimentar de nuevo la ‘persona’ de ‘Jesús’ y las emociones y los
sucesos en los cuales me vi envuelto...
Cuando
abandoné el desierto y puse pie en el camino que llevaba hacia mi pueblo de
Nazaret, todavía me regocijaba del conocimiento tan gloriosamente revelado
en el desierto... Fijé mis pensamientos completamente en todo lo que había
aprendido, y si mis pensamientos se extraviaban en mis formas negativas de
pensar anteriores, rápidamente volvía al ‘Padre’, para conseguir
inspiración y determinación para superarlos... De este modo, volví,
constantemente, hacia la Luz de la consciencia y de la comprensión...
Algunas
personas me miraron con desconfianza, viendo mi alegría y también mi aspecto
sucio y descuidado... ¿Estaba borracho? se preguntaron... ¡Otros me
miraron aborreciéndome!... En lugar de reaccionar con enfado, como en el
pasado... me acordaba que había sido bendecido con visiones
y Conocimiento, que ellos no podían ni siquiera imaginar... Les bendije, y
pedí que su visión interior se
abriera de
manera similar... y continué mi camino en paz hacia mi casa...
Sin embargo,
había aldeanos que vieron mi lamentable aspecto con compasión, y fueron de
prisa a sus casas para traerme pan e incluso vino, para ayudarme a seguir
mi camino... Siempre había alguien que me ofrecía refugio por la noche...
El ‘Padre Vida’ de veras alivió todas mis necesidades, y me dio protección
en el momento oportuno...
En todo este
tiempo, no dije ni una palabra acerca de mis semanas en el desierto... Sentía
que todavía no era el momento... Por fin, llegué a mi pueblo, Nazaret, y
los aldeanos se mofaron abiertamente, señalando mi aspecto asqueroso y mi
ropa hecha jirones... ‘¡Sucio holgazán!’... fueron algunas de las palabras
más amables que me lanzaron...
¡Llegué a la
puerta de mi madre con un sentimiento de pavor!... puesto que sabía que estaría
más escandalizada que sus vecinos, al verme delante de ella: delgado, los
huesos traspasando la piel, los ojos hundidos y huecos en las mejillas, la
cara quemada, negra, y los labios con ampollas por el sol, las barbas
largas y en desorden... ¡La ropa!... Se pondría furiosa al ver mi ropa - su
color original totalmente irreconocible por el polvo del desierto, y la
tela rota y rasgada...
Subí los
escalones y me preparé para aguantar la cólera de mi madre. Cuando llamé, vino
a la puerta mi hermana. Me miró boquiabierta, asustada y con los ojos muy
abiertos... luego cerró la puerta en mi cara de golpe... La oí ir
corriendo hacia la parte de atrás de la casa, gritando:- ¡Madre, ven de prisa,
hay un hombre viejo y sucio en la puerta!... Escuché a mi madre
refunfuñando al venir a la puerta... ¡Abrió la puerta de golpe... se
quedó inmovilizada!... Sonreí tan sólo por un momento... me miró de arriba
abajo, horrorizada al darse cuenta que este hombre de horrible aspecto
era, de veras, su hijo rebelde, Jesús..
Le ofrecí la
mano, diciendo: Sé que te causo mucha pena, pero ¿puedes
ayudarme?... Enseguida, le cambió la expresión y jalándome hacia adentro,
cerró bien la puerta...- ¡De prisa, - dijo a mi hermana asustada: Deja ese
ruido y pon agua a hervir... Tu hermano está muerto de hambre... No importa en
qué lío se ha metido, nos pertenece... Hay que cuidarlo!...
Despacio me
ayudó a quitarme la ropa... me inclinó sobre un gran recipiente de agua y
me restregó hasta dejarme limpio... Me lavó y recortó el pelo y la barba,
y suavemente cubrió las llagas en el cuerpo y labios con ungüento...
¡Ninguno de los dos rompimos el silencio!... ¡Saboreé el amor que me mostró, e
intenté mostrar mi gratitud, con una actitud más suave,
más sensible... Después de ponerme una túnica limpia, me hizo sentar
a tomar unos alimentos frugales... leche, pan y miel... A disgusto,
me dio vino para recobrar fuerzas, pero estaba claro que pensaba que era el
vino la causa de mi terrible apuro... Luego me dirigió hacia una cama
y me cubrió... Dormí durante varias horas, y me desperté refrescado a una
mañana clara de sol que se veía por la ventana...
Deseaba hablar
con mi madre, para contarle que yo era de verdad un Mesías... pero no de la
clase que imaginaban los judíos... Podía salvar a la gente de los malos
resultados de sus ‘pecados’... Podía ayudarles a encontrar la salud,
abundancia, la satisfacción de sus necesidades... porque podía enseñarles
exactamente cómo había sido creado el mundo...
Conforme se lo
iba explicando, empezó por estar ilusionada y encantada... Se puso en pie de
un salto, y quiso salir a toda prisa para contar a los vecinos que su hijo
era realmente el Mesías – ¡deberían escuchar de qué manera hablaba... y
había ayunado en el desierto!... Pero impedí que lo hiciera... Le dije que
todavía no le había contado lo que me había sido revelado...
Una de las
cosas más importantes que había aprendido, era que los Judíos
Ortodoxos estaban completamente equivocados en su creencia en un ‘dios’
vengativo... ¡No había tal cosa!... Esto le asustó, le disgustó y
exclamó: Entonces.. ¿Cómo gobernará el mundo Jehová para hacernos buenos y
que escuchemos a los profetas, si él no nos castiga?... ¿Ya eres tan
importante, que puedes enseñarles a los Sumos Sacerdotes, cómo llevar sus
propios asuntos, transmitidos desde los tiempos de Moisés?... ¿Vas a traer
más vergüenza a esta casa?...
Se puso a
llorar, diciendo enojada: ¡No has cambiado en nada, solamente ha cambiado
lo que dices... No me has traído más que pena!... ¿Cómo pude haberme
creído que eras el Mesías?... Solo llevarás a nuestro pueblo,
hacia mayores tormentos que nunca, con tus extrañas ideas... Mis
hermanos oyeron sus lamentos y vinieron corriendo, querían echarme de la
casa... Ofrecí marcharme pacíficamente... Porque no quería más
alborotos...
Si mi madre
reaccionó así, podía estar seguro de que todos los demás reaccionarían del
mismo modo a lo que les quería contar... Comprendí que necesitaba
tranquilidad, descanso absoluto, y silencio para poner en orden mis
pensamientos y experiencias... Tendría que rezar, pidiendo orientación
inspirada para saber cómo acercarme a los judíos con mi mensaje de
‘Buenas Nuevas’... Estaba seguro de que el ‘Padre–Vida’ satisfacería mi
necesidad, y encontraría el alojamiento conveniente en alguna
parte...
Mi madre,
aunque estaba furiosa con mis ideas aparentemente engreídas, estaba sin
embargo, atormentada por sus sentimientos de amor y compasión por mi estado
demacrado... Rechazaba todo lo que aparentemente representaba –
la rebeldía.. el desprecio por la Religión Judaica... actitudes engreídas
ante la autoridad... mi obstinación y arrogancia... pero todavía me amaba,
y estaba profundamente preocupada, porque al final iba a acabar en
conflictos tan grandes como jamás había pensado posible...
Ella reprendió
a mis hermanos, diciéndoles que parasen sus discusiones ruidosas y volvió
hacia mí:
- Puedes
quedarte aquí hasta que estés mejor, dijo...
- Quizás mientras
estés aquí, te pueda convencer con sensatez... Te puedo decir ahora, que
si sales a las calles hablando como lo has hecho conmigo, acabarás en peor
estado que nunca... La gente buena te escupirá y te arrojará su basura
podrida... Eres una desgracia para la familia... De modo que, a pesar de
su enfado, me reí... le di las gracias y le di un beso cariñoso...
Contento, me quedé con ella, sabiendo muy bien que bajo su enfado, estaba
profundamente preocupada por mí... Me alimentó bien y me hizo buena ropa nueva...
Agradecí todo lo que hacía para mejorar mi aspecto, porque sabía que para
moverme libremente entre los ricos y los pobres, debería
estar adecuadamente vestido con atuendo decente...
A veces había
escasez de comida en casa. Recurriendo al poder de mi ‘Padre’, la repuse sin
decir nada... Tampoco ella dijo nada... Yo sabía que se preguntaba con
tristeza si, añadido a mis demás malos hábitos, ahora era
ladrón... Luego me sorprendió con un pan recién horneado en las manos, y
sabía que no había estado afuera para comprarlo y tampoco había sido usado
el horno aquel día...
No me dijo
nada, pero me echó una mirada reflexiva... Veía cambiar su actitud en ese
momento... Ya no estaba segura de su terreno... Empezaba a cuestionar sus
propias actitudes hacia mí, y también la verdad de lo que yo
afirmaba: ¿Qué le ocurrió realmente ahí en el desierto?... ¿Cómo podría
hacer un pan sin fuego, harina y levadura?...¿Qué significa?... ¿Es el
Mesías?...
Luego mi
hermano se cortó la mano... Tenía mucho dolor cuando se infectó... Me dejó
imponer las manos sobre la herida y rezar tranquilamente... Veía que
sentía, que el ‘Poder’ fluía dentro de su mano, porque me miró
extrañado...- Se ha ido el dolor - dijo brevemente... Estaba malhumorado al
irse, y yo sabía que aunque sentía alivio del dolor, no le gustó que
pudiera ayudarle. Sentí sus celos...
Mi hermana se
escaldó la mano y otro hermano se quejó frecuentemente de fuertes dolores
de cabeza... Fui capaz de curar a los dos... Mis hermanos empezaron a
bromear acerca de mis ‘poderes mágicos’... Se preguntaron qué ‘mal’ les
podría hacer si me hicieran enfadar... La tensión en casa se hizo más profunda,
para mi madre que anhelaba paz en el
hogar... Pero vio cambios en mi comportamiento y estuvo más reconfortada...
Yo era más tranquilo... visiblemente
controlé posibles arrebatos... puse riendas a mis energías, contuve la
impaciencia, ya no discutía... Me volví más atento con ella, escuché sus
quejas de mujer, le ayudé en casa arreglando los muebles rotos... Anduve
por las colinas hasta granjas lejanas, en busca de fruta y vegetales que
necesitaba... Llegué a quererla con ternura y con compasión, como una
madre debe ser amada... Un día se atrevió a preguntarme:
- ¿Todavía
crees que Jehová es un mito?... Job dijo que si Jehová retirara su
aliento, toda carne vendría abajo... Ése es el ‘Jehová’ en quien creo y a
quien vi... - ¡Nadie ha visto a Jehová! - dijo con firmeza... Yo vi a
AQUEL que hizo que todas las cosas tuviesen el ser, respondí con calma... LO
llamo el ‘Padre’ porque es el AMOR PERFECTO, un AMOR más perfecto que
el de una madre - agregué sonriéndole... ELLO obra dentro, a través
de y para toda SU creación... Es el ‘Padre’ en mí, quien te ha traído las
cosas que necesitabas en casa y quien sanó a mis hermanos y hermanas tan
rápidamente...
Veía que
empezaba a comprender un poco lo que decía...- ¿Qué hay del pecado? -
preguntó... No hay ‘pecado’ como nosotros lo entendemos... Nacemos para
comportarnos como lo hacemos... Tenemos que buscar una manera de superar
nuestros pensamientos y sentimientos humanos, porque nos separan de la
protección del ‘Padre’ y nos traen nuestras enfermedades y la miseria...
Cuando hayamos aprendido cómo superar el ‘yo’ entraremos en el Reino del
Cielo...
Mi madre se
volvió, silenciosamente, claramente reflexionando sobre lo que le había dicho,
pero ya no estaba enfadada... Yo sabía que estaba meditando sobre mis
afirmaciones, y me di cuenta que estaba poniendo al revés su seguro y bien
conocido mundo... Sin su creencia en un Jehová, amenazando con venganza
extrema si el hombre fuese indisciplinado, se sentiría perdida
e insegura... Se preguntaría, cómo el mundo se las arreglaría si se dejara
enteramente que los hombres controlaran sus propias maldades y las de los
demás... Incluso los reyes y los gobernantes eran malvados en sus
acciones... Sin Jehová para reinar y castigar a los pecadores, dónde
iríamos a parar...
Mientras
reponía fuerzas, estudié las Escrituras con diligencia para poder encontrarme
con confianza con los Fariseos y Escribas... También era absolutamente
necesario, que supiese lo que se había escrito del Mesías... porque estaba
convencido, que era ‘yo’ de quien los profetas habían escrito... De veras
podría rescatar – salvar – a la gente de la miseria, la enfermedad y la pobreza... incluso
conseguir que recobrasen la salud y la prosperidad, enseñándoles la verdad
respecto al Reino del Cielo y la Realidad del ‘Padre’...
Cuando me
sentí lo suficientemente preparado para salir a enseñar y sanar... para
complacer a mi madre, consentí marcharme un sábado a la sinagoga de
Nazaret, y hablar con la congregación... Como era la costumbre, me puse en
pie y me dieron para leer a Isaías... Escogí el texto que profetiza sobre
la venida del Mesías, que libertaría a los judíos de todo tipo de esclavitud...
“El Espíritu
del Señor está sobre mí,
porque el
Señor me ha ungido
para dar la
buena noticia a los pobres.
Me ha enviado
para proclamar la amnistía
a los cautivos
y para
recobrar la vista a los ciegos.
Para dejar en
libertad a los oprimidos,
para proclamar
el año de gracia del Señor”
Luego me senté
diciendo: Hoy, habéis visto esta profecía cumplida en mí... Esto produjo
conmoción y los hombres me miraron atónitos, pero yo seguía hablando,
sabiendo que mi ‘Padre’ me diría qué decir... Vinieron las palabras sin
vacilación... Hablé de mi experiencia en el desierto... y narré mi visión
del niño que crecía hasta ser hombre, todo el tiempo, sin saberlo,
envolviéndose en correas y cadenas mentales, y así se iba quedando ciego y
encarcelándose en una oscuridad interior, apartándose de Dios...
Expliqué que
al hacer eso, se exponía a la opresión de conquistadores, a la esclavitud, a
la pobreza y a la enfermedad...- Puesto que Dios es LUZ – dije. - Y la LUZ
es la sustancia de todas las cosas visibles... Y la LUZ es el AMOR que
hace todas las cosas para que las disfrute el hombre... Todas las
bendiciones de abundancia y salud, estaban disponibles gratuitamente para el
que amara a Dios con la mente, el corazón y el alma y que viviera estrictamente
según las leyes de Dios...
Cuando
terminé, hubo un gran silencio en la sinagoga. Sentía que la congregación
había experimentado algo extraño y poderoso, que les había elevado a un
plano más alto de pensamiento y no quise que nada interrumpiera la
tranquilidad trascendente de aquel momento... Luego empezaron a murmurar
entre ellos. Se preguntaron quién era... Algunos estaban convencidos de
que era Jesús, la persona cuya familia se conocía bien en la aldea, pero otros
no lo podían aceptar, puesto que había hablado con autoridad...
Desgraciadamente,
sentí despertar mis antiguas reacciones hacia estos hombres
religiosos... Sabía que me habían despreciado antes, de modo que esperaba
su rechazo... Mis viejas actitudes de desafío volvieron, y se pusieron
furiosos conmigo... Por mis propias reacciones humanas, invité al
desastre... Y casi lo conseguí...
Los más
jóvenes, alentados por los mayores, corrieron hacia mí y me arrastraron hasta
lo alto del acantilado para arrojarme a la muerte, pero recé a mi ‘Padre’
para que me salvara... De repente, parecían tan alterados que apenas
sabían qué hacían, y se volvieron unos contra los otros, y
pude escabullirme y escapar... Fue extraño... Parecía que no se daban
cuenta de que me iba... Muy sacudido por la experiencia, logré enviar un
mensaje a mi madre, diciéndole que me marchaba de Nazaret enseguida, y
bajaba a Cafarnaún, una ciudad señorial junto al mar de Galilea...
Al principio,
pensé unirme con antiguos conocidos... pero, por intuición, sentía que esto no
sería lo correcto... De modo que, en todo el camino y al entrar en la
ciudad, pedí orientación y ayuda a mi ‘Padre’ para encontrar
alojamiento... No tenía dinero y no pediría limosna... Al caminar por la
calle, vino hacia mí una mujer de edad mediana, pesadamente cargada de cestos
sobre los brazos... Su rostro estaba triste... Parecía que había estado
llorando... Sin reflexionar, la paré y le pregunté dónde podría encontrar
alojamiento. Brevemente respondió que normalmente me ofrecería una cama,
pero que tenía en casa a su hijo muy enfermo... Añadió, que había ido a
comprar provisiones para alimentar a los ‘consoladores’ que ya se habían
reunido para llorar la muerte de su hijo cuando éste muriese...
Mi corazón se
sentía afligido por ella, pero también se regocijaba... En seguida había sido
dirigido hacia alguien a quien podría ayudar... Expresé mi pesar y me
ofrecí a llevar sus cestas a casa... Me miró por un momento, preguntándose
quién podría ser, pero aparentemente estaba satisfecha por mi aspecto y
conducta... De camino, expliqué que quizás podía ayudar a su hijo... - ¿Es
usted médico? - me preguntó.
Contesté que
no había recibido formación médica, pero que sin embargo podría
ayudarle... Al llegar a su casa – grande y bien construida de piedra, que
indicaba buena situación social y prosperidad - me llevó hasta su marido
diciendo: Este hombre dice que puede ayudar a
nuestro hijo... Malhumorado, inclinó la cabeza, sin decir nada... La
mujer, Miriam, me llevó diciendo que estaba muy afligido y enfadado... El
chico es nuestro único hijo entre muchas hijas, y culpa a Dios por darle al
niño la enfermedad!... Miriam se echó a llorar... - Si habla así
contra Dios, ¿qué más penas se nos cargarán? - me preguntó... - Tranquila
– dije - pronto verás bien a tu hijo de nuevo...
Ella dudaba
pero me dirigió hacia la habitación donde estaba acostado el chico... Hacía
calor, el ambiente era sofocante y estaba lleno de tristes consoladores
charlando. Pedí a la madre que desalojara la habitación, pero los
visitantes se resistían. Querían ver lo que sucedería y solamente se
marcharon a disgusto cuando Miriam llamó a su marido para que les hablase. Les
oía discutiendo con el padre en la habitación de al lado. ¿Qué pensaba que
podría hacer ese hombre, si el médico no había sido capaz de ayudar al
chico? El padre entró en la habitación para ver por sí mismo... Su
hijo estaba más pálido que un muerto y tenía mucha fiebre. La madre explicó que
no transigía la comida y que tenía suelto el vientre. Estaba así desde
hacía varios días, había perdido mucho peso y el médico había dicho que
nada más podía hacerse. Probablemente moriría...
Puse las manos
sobre la cabeza del niño y recé, sabiendo, y silenciosamente dando
gracias de todo corazón porque la Vida del ‘Padre’ fluiría a través de mis
manos y dentro de su cuerpo... De este modo el trabajo de curación se
llevaría a cabo... Sentí calor extremo y un hormigueo en las manos, y el
Poder vertiéndose en su frágil cuerpo... Me sobrevino una oleada de gratitud...
¡Qué grande, qué maravillosa era la ‘Vida del Padre’ al soltarla para
hacer SU trabajo natural de curación!...
Su madre y su
padre, angustiados, preguntándose qué ocurriría, se habían cogido de la mano
y miraron con gran atención... Al ver cómo el color de su hijo
gradualmente cambiaba del blanco a un rubor más sano, exclamaron atónitos
deleitándose... Después de algún tiempo, el niño me miró, diciendo
alegremente: - ¡Gracias, estoy bien ahora... Tengo hambre y quiero comer
algo!... Su madre se rió de contento, abrazándole, pero también algo
preocupada: ¡No puedo darte comida, hijo mío... El médico se enfadaría!...
- Le había avisado que no tomara nada excepto agua - ...
Sonreí y dije: ¡Está curado... Le puedes dar pan y vino, y lo
aguantará!... Su padre, Zedekiah, se regocijaba de gratitud... Después de
abrazar a su amado hijo, se volvió hacia mí y me dio la mano
calurosamente... Dándome palmaditas en el hombro sin parar, meneando la
cabeza... era incapaz de hablar por las lágrimas que corrían por sus mejillas.
Recobrando la
compostura, pasó al salón y dijo a la gente: ¡Mi hijo, casi muerto, ha
recobrado la plenitud de vida de nuevo!... ¡Un gran clamor de júbilo, regocijo,
incredulidad, preguntas, risas y felicitaciones siguieron a
sus palabras!... La madre del niño se quedó parada, la cara toda sonrisa... Después
de eso, no hubo necesidad de pedir alojamiento...
Cuando
Zedekiah contó a los atónitos ‘consoladores’ que el chico estaba curado...
y el joven mismo, apareciera sonriente en la puerta pidiendo comida
de nuevo, los ‘consoladores’ todos, me rodearon y me invitaron a sus casas...
Sin embargo, preferí quedarme con el padre del niño, que decía que tenía
muchas preguntas que hacerme... esperaba que se las pudiera
contestar...
Después de
colocar sobre la mesa la comida y el vino, y todo el mundo fue invitado a comer
hasta saciarse... Zedekiah se sentó y me hizo su primera
pregunta... Dijo:
- Has hecho
algo que ningún sacerdote ni médico podría hacer... La curación proviene
solamente de Dios... Aunque seas forastero, percibo que debes venir de
Dios... Sí -
respondí... Y la gente murmuraba, asombrada...
- Esta
enfermedad que ha tenido mi hijo, ¿Era un castigo por algo que hice mal en el
pasado?... Y ¿cómo podría cometer un pecado tan grave que Dios quisiese
quitarme mi único hijo?... Muchas de las personas asintieron con la cabeza
al escuchar estas palabras...
- ¡Has hecho
la pregunta que más quisiera contestar, Zedekiah!... Dios nos da la VIDA y el
Ser... No nos la arrebataría como un hombre arrebatara algún tesoro a
otro, porque está enfadado con él... Así se comporta el hombre... No
Dios... Y Dios no está sentado sobre un trono en alguna parte del cielo,
como se sientan los reyes en sus tronos gobernando a la gente...
Éste es el
proceder humano, y una creencia humana no es la verdad... La manera de
Dios está muy por encima de cualquier cosa que la mente humana pudiera
concebir o imaginar... Solamente yo he ‘visto’ a Aquello que nos ha dado
el Ser... y sé que Ello no es la clase de ‘dios’ que nos enseñan
los Rabinos... Vi que Ello es el ‘Amor Perfecto’... y por esta razón
prefiero hablar del ‘Padre’ puesto que he visto que Obra dentro de cada
ser vivo, manteniéndolo en un estado de buena salud, tal como un padre
humano trabaja para mantener a sus hijos bien alimentados, vestidos, y protegidos dentro
del calor de un hogar...
LO he
‘visto’... dentro de todas las cosas del mundo...
¿Cómo puede
ser? - preguntó un hombre dudando... No es posible que un ‘ser’ individual
de ninguna clase esté en todas partes al mismo tiempo...
- Pero el aire
está en todas partes, aunque no se ve... Sin embargo, sabemos - sin ninguna
duda - que es real y muy importante para nuestra existencia... Si no
hubiera aire y no pudiéramos respirarlo, nos moriríamos... El movimiento
del aire, que llamamos viento, no se ve pero lo vemos agitar las hojas y
mover las nubes por el cielo... por tanto, sabemos que el aire está alrededor
y encima de nosotros y que es fuerte. Y ahora te pregunto: ¿Cuál es
la parte más real y más valiosa del hombre, – su cuerpo o su mente?...
Algunos respondían
que era su cuerpo, de lo contrario no tendrían lugar en la tierra... no
podrían trabajar... no podrían verse... no serían conocidos... Otros
decían, que pensaban que su mente era más importante que su
cuerpo... Y yo contesté:
- Su mente es
la parte más importante de él, puesto que sin la mente, no se podría impulsar
el cuerpo... No se podría beber, dormir, mover, planificar ni vivir... Sin
embargo, la mente no se ve... Simplemente sabemos que tenemos una mente, a
causa de los pensamientos que produce, y porque los pensamientos modulan
algún tipo de actividad en nuestras vidas...
Creemos que
la mente funciona a través del cerebro... Sí, es así... Puesto que...
¿cómo podría el cerebro, nacido de la carne... producir pensamientos,
sentimientos, ideas o planes?... Ya debes de tener claro, que es así... que el
‘Padre’ está presente en todas las cosas... Ello es la ‘mente’ que dirige
tras la mente humana, obrando Sus grandes hazañas dentro de todo ser
viviente... Sabemos que es así, porque vemos las maravillas de su obra.
Vemos el crecimiento de nuestros hijos. Vemos el alimento que
comen convertido milagrosamente en otra sustancia que nutre y hace que
crezcan...
¿Cómo
sucede?... no sabemos... ni siquiera lo podemos imaginar... Si lo
supiéramos, seguiríamos sin saber qué puso en marcha tal proceso de vida
tan importante, dentro de los cuerpos vivos de cada especie... Mira de qué
manera más decididamente maravillosa, son diseñados y creados los cuerpos de
cada especie, expresamente para transformar la clase de alimento que comen
en nutrición, que hace que crezcan el hueso, la sangre y la carne...
- Ya que tú
nos demuestras estas cosas, vemos que son verdaderamente maravillosas -
exclamó un joven...
- ¡Lo son!...
¡Lo son!... Vemos a los jóvenes cuerpos, pasando por sus varias etapas de
desarrollo... y vemos a sus mentes, al compás del desarrollo físico, hasta
que los mozos y las jóvenes empiezan a anhelar encontrar pareja, y a
convertirse en padres ellos mismos... Luego se cumple la gran obra de
concepción... y el crecimiento de la semilla dentro de la matriz continúa,
hasta que el niño llega a su pleno desarrollo...
- ¡Piensa!...
¿Quién determina, todo este constante crecimiento tan metódico dentro de la
mujer?... ¿De dónde vienen los planes, que gobiernan el correcto
desarrollo de la cabeza, el cuerpo y los miembros, los cuales no varían de
una mujer a otra... y de una especie a otra?... ¿Quién decide el momento
exacto del comienzo del nacimiento – los medios físicos por los cuales el niño sale
de la matriz, la provisión de la leche para el niño?...
- ¡Piensa!...
¿Es la madre?... No, no es la madre... Ella no es más que testigo de todo lo
que ocurre dentro de ella... desde el momento en que su marido haya estado
con ella y haya sembrado su semilla para unirla con la suya... ¿Dios hace
todas estas cosas desde lejos?... ¿Sus pensamientos alcanzan a cada hombre
y mujer, para decidir cuándo estas cosas deben ocurrir?... No, es el
Poder Creativo de la Mente... la Vida Inteligentemente Amorosa que está
dentro de toda cosa viva, la que realiza todo este trabajo...
Vemos el amor
de los padres hacia su descendencia, sea ave, animal u hombre... ¿De dónde
viene ese amor?... Proviene del Poder de la Mente Creativa – el Amor
Perfecto – del ‘Padre’ que está dentro de nosotros... Es porque el ‘Padre’ hace
el trabajo en las plantas, los árboles, las aves, los animales y en el
hombre en sí, que hoy estamos aquí, vivos, respirando, comiendo,
durmiendo, teniendo hijos, envejeciendo, y luego muriendo para pasar a otro
lugar más feliz... Todo esto es el trabajo del ‘Padre’ que está activo dentro
de nosotros...
¿Cómo se
puede negar la verdad de todo lo que os he dicho esta noche?... Hoy, habéis
visto a un joven moribundo, vuelto a la plenitud de la vida en poco
tiempo... ¿Fui yo quien le curó?... ¡Nada de eso!... Por mí mismo no puedo
hacer nada... Fue la VIDA -que es el Padre activo dentro de todas las
cosas- que vino con toda su fuerza para reparar un cuerpo enfermo... y a
traerlo de regreso a la plena salud, porque yo creí que ELLA LO haría... y
no dudé... Hubo suspiros de satisfacción en el salón... Nueva luz, nuevo
interés, incluso se veía una nueva dulzura en sus caras...
- ¿Porqué,
entonces, sufre el hombre tan lamentablemente?... preguntó Miriam...
- Porque
cuando el hombre es concebido... cuando la VIDA toma forma dentro de la
semilla... ELLA toma la humanidad... la cual LO separa de cualquier otro
individuo en el mundo... para hacerLO una figura aislada, no unido a
ningún otro, solitario, íntimo... SU propia persona... ELLO es sujeto a –
es controlado por dos fortísimos impulsos en su naturaleza terrenal: el de
aferrarse a todas aquellas cosas que tanto desea, y el de rechazar y
apartar todo lo que no quiere... Estos dos impulsos básicos en el hombre,
están presentes en cada cosa que hace a través de su vida, y
son enteramente responsables por los apuros que se buscan...
Aunque el
‘PADRE’ está activo dentro del hombre, ÉL no tiene nada de humanidad
dentro de ÉL... - Por tanto, el ‘PADRE’ no sostiene nada, no rechaza nada,
no condena nada, ni siquiera ve ‘la maldad’... Todo lo que hace el hombre
que él llama pecado, es tan sólo de este mundo y se castiga solamente en
este mundo – puesto que es una LEY de la EXISTENCIA TERRENAL,
como sabéis,
que todo lo que se siembra, es lo que se cosecha...
Dado que el
hombre extrae su VIDA y su MENTE de la del ‘PADRE,’ el hombre mismo es
creador en pensamientos, palabras y acciones... Lo que piensa, dice, hace
y cree... se le devuelve de la misma manera más adelante... ¡No hay
castigo del ‘PADRE’!... cualesquiera que sean las penas que lleguen a la
humanidad, proceden enteramente de su propio obrar... La gente susurraba
que ésta era totalmente una nueva enseñanza, y que tenía aún más
sentido que todo lo que les habían enseñado antes...
Varias voces
me exhortaban a contarles más... Te digo... en mí has visto la VIDA activa
como curación... sígueme, y oirás del CAMINO que debes seguir para
encontrar la felicidad... en mis palabras, encontrarás la VERDAD de la Existencia
hasta ahora no revelada por ningún hombre... - Se ha dicho del Mesías, que
contará los secretos que han estado ocultos desde el comienzo de la
creación... Te digo, en verdad, que estos secretos los oirás de mí...
Si escuchas atentamente, captas su significado, pones en práctica su
verdad, y te aferras a sus leyes, serás hecho nuevo y entrarás en el Reino
del Cielo...
Después de
hablar... la gente permaneció callada durante un momento, y luego hubo un
clamor de conversación emocionada... pero Zedekiah se puso de pie, y dijo
que era hora de que la casa se calmara... Su hijo necesitaba dormir, y su
mujer y sus hijas también estaban cansadas de tanto llorar... Se
planeaba, que a la mañana siguiente bajase al puerto y se me trajese a la gente
enferma... Y así, podía lanzarme a la misión, y todo se arreglaba
rápidamente de la mejor manera posible...
Parecía que
si no curaba, no habría interés ni aprobación de todo lo que se les había
contado. La curación demostró la verdad de lo que quise enseñar, y mis
enseñanzas explicarían las razones por las que era capaz de traerles la
curación del ‘Padre’... Al despertar a la mañana siguiente, me
sentía maravillosamente vivo, con la expectación de las cosas maravillosas
por venir... Después de desayunar, salí con Zedekiah hacia el puerto, con
el corazón radiante por el amor hacia todos los que pasaban... Les saludé
cálidamente, diciéndoles que tenía ‘buenas noticias’ para aquellos que
quisieran escuchar...
Al llegar al
muelle, encontré a hombres, mujeres y niños sentados en el suelo, esperando
mi llegada... Algunos extendieron las manos implorando... Parecían muy
enfermos, algunos lisiados, y muchos otros cubiertos de llagas... Su
estado lastimoso me dañaba el corazón, pero ahora podía regocijarme también,
porque sabía que no era la ‘Voluntad del Padre’ que estuviesen así...
¡Todo lo contrario!... El ‘Padre’ era Él mismo toda curación, toda salud,
todo bienestar... Esto lo había probado la noche anterior y en mi casa.
Estaba exultante... porque podría demostrar esta maravillosa verdad a las
multitudes que me rodeaban...
Una cara vieja
y triste me llamó la atención... Era arrugada, flaca y torcida... Fui hacia
ella, y arrodillado a su lado, coloqué mis manos sobre su cabeza, y
enseguida el flujo del ‘Poder del Padre’ a través de mis manos, vibró por
su cabeza hasta que sacudió todo el cuerpo con la Fuerza de la Vida, dando
energía a sus miembros... La gente viendo esto se quedó atónita, y algunos
se preguntaron qué podría estar haciéndole, pero otros callaron sus objeciones...
Gradualmente, sus miembros empezaron a desdoblarse, a alargarse y a
ponerse derechos... su rostro se transformó con la alegría de volver a sentir
su fuerza... Le ayudé a incorporarse... luego se puso de pie ella sola con
orgullo... Estaba tan abrumada por la alegría, que se puso a llorar y
luego riéndose se puso a bailar... llamando a la gente:- ¡Alabad a Dios! – dijo
- ¡Alabad a Dios! - y otros que estaban allí repetían la frase...
Todos estaban profundamente conmovidos por lo que habían visto...
La
aglomeración de gente apretujándose contra mi persona, era tal... que Zedekiah
se ofreció a controlarla... De modo ordenado, y ayudado por otros de los
espectadores impacientes... dirigió ordenadamente a los enfermos hacia mí,
para que les pudiera atender según sus necesidades más profundas...
Por fin,
sintiéndome cansado, mi anfitrión me invitó a su casa para cenar... Despidió a
aquellos a quienes no había podido curar por falta de tiempo... Les
aseguró que volvería al día siguiente... Fue una noche festiva – tanto de
qué hablar – tanto qué celebrar – tanto qué enseñar – tanto qué aprender –
y en todo aquello, ciertamente la gente reconocía la ‘buena nueva’... Sabía que
había sido aceptado por muchos, por decir la verdad de lo que había visto
en el desierto... Y así siguió durante muchos días...
La gente venía
a verme de todas partes... Zedekiah y otros amigos suyos, me ayudaron a
controlar a la multitud, para que yo pudiera curar y enseñar... La gente
escuchaba encantada... Hablaron entre ellos mismos acerca del ‘Padre’, y
estaban deseosos de aprender más acerca de las ‘ataduras y las cadenas’
que ataban a la gente a su miseria... La aglomeración se hizo tan grande,
que pronto me di cuenta de que tendría que buscar a mis propios ayudantes
en los cuales pudiera confiar para asistirme... Era hora de que Zedekiah
volviera a llevar su empresa de cuero, la cual había estado descuidando...
Fui a las
colinas, para rezar acerca de cómo ‘elegir a mis discípulos’... Cuando me vino
la convicción de que sería guiado para hacer la elección, volví a
Cafarnaún.. Sentía un fuerte impulso por bajar al puerto, para hablar con
unos hombres a quienes había visto escuchando muy atentos
mis enseñanzas... Si dejaran sus redes para unirse a mí, quedaba por
ver... Pero cuando les llamé, Simón, Andrés, Santiago y Juan, vinieron
enseguida, contentos de asistirme en mi obra de curación y
enseñanza... Otros también se unieron a mí al empezar el trabajo entre la
gente... Dejé a mi anfitrión -la casa de Zedekiah- asegurándome él
cálidamente que yo podía volver en cualquier momento...
Y así fue,
como comencé mi misión como maestro y sanador, yendo sin rumbo dondequiera
que hubiera necesidad a través de las ciudades y las aldeas... Antes de
partir, reuní a los jóvenes que habían consentido, y estaban deseosos
de ayudarme... Escucharían mis enseñanzas y quedarían perplejos ante lo
mucho que les quería decir... Era imprescindible que primero les explicara el
fondo de todo lo que me había sido revelado en el desierto...
Les conté que
a pesar de mi modo de vida anterior imprevisible, siempre había sentido
una profunda compasión hacia la gente... Fue mi compasión lo que me hizo
dar la espalda al ‘dios’ presentado por los Rabinos... Cuando hablé de mi
total rechazo de un Jehová castigador, vi la duda y el sobresalto en sus
caras... En detalle les expliqué, que me preguntaba cómo era posible
hablar de un Dios ‘bueno’, habiendo tanto sufrimiento sobrellevado por
niños inocentes... Mientras hablaba, vi cómo gradualmente sus caras se
relajaban... Continuaba poniendo en palabras mis dudas y enojo de antes, hasta
ver cambiar sus expresiones por las de aprobación y luego total
acuerdo...
Descubrí que
les había expresado sus propias dudas y preguntas, las cuales, nunca antes
habían tenido el valor de admitir. Hablando juntos, sentí el alivio
de que ya no estaban solos en su resistencia secreta ante las enseñanzas
de los Rabinos... Les dije que llegó el momento de cuando empecé a darme
cuenta con mayor claridad que estaba malgastando mi vida... Quise cambiar
y sentí con fuerza que debía ir a Juan el Bautista como punto de partida,
para comenzar una nueva forma de vida... Les describí lo que ocurrió
durante mi bautizo y en las seis semanas en el desierto... Les
expliqué que todos mis pensamientos, creencias, actitudes, arrogancia y
rebeldía previa, fueron paulatinamente limpiados de mi consciencia,
mientras pasaba por las profundas revelaciones y las visiones que me
mostraron la ‘Realidad’ que ahora llamaba el ‘Padre’...
Expliqué la
‘Naturaleza’ del ‘Padre’ y que esta Naturaleza Divina también estaba
compuesta por la Voluntad Divina... Les dije que era el hombre en sí quien
por su pensar erróneo y su comportamiento equivocado se apartaba del
‘Padre’ en su interior, y que era únicamente el hombre, primero al arrepentirse
y luego mediante la purificación mental-emocional, quien podría volver a
encontrar su propio camino de vuelta y el contacto pleno con el ‘Padre.’
Cuando esto se cumpliera, la ‘NATURALEZA’ plena del ‘PADRE’ sería liberada
en la mente, corazón, cuerpo, alma, en el entorno y en las experiencias de
la persona...
Al suceder
esto, tal persona entraría en el Reino del Cielo donde reina el ‘Padre’ y
también el Reino del Cielo se establecería dentro de la consciencia de la
persona... Entonces habría alcanzado el propósito que hay detrás de su
existencia... Mientras hablaba con mis discípulos, vi sus reacciones
reflejadas en sus caras... Toda duda había desaparecido - ahora había luz
de cierta comprensión y alegría... Estos jóvenes se convertían
en entusiastas creyentes exclamando: - ¡Estas sí son buenas
nuevas!...
Sin embargo,
después de la primera aceptación de todo lo que había dicho, había veces que
se preguntaban si todo lo que había dicho era verdad... Esto lo
comprendí... Estar dispuesto a deshacerse de la imagen de ‘Jehová’ tan
profundamente grabada en sus mentes requería mucha valentía... Hubo
veces que hablaron entre sí, y se preguntaron quién era este hombre que
pretendía maravillas...
¿Y si me
seguían y resultara que realmente era un mensajero de Satanás?...
¿Entonces qué?... Serían severamente castigados por Jehová... Tenían
mucho que perder – su posición social como jóvenes... hombres sobrios y
trabajadores... su reputación como comerciantes y artesanos... la pérdida
de ingresos... y el obstáculo más grande de todos... el probable enojo y
rechazo de sus familias...
¿Qué
recibirían de recompensa?... Les dije que no les podía prometer ninguna
recompensa terrenal por su ayuda en propagar el ‘evangelio de la buena
nueva’... No tenía ninguna duda que dondequiera que fuéramos nos
darían alimento y refugio y que la gente nos acogería bien... Tan sólo
podía prometerles la Verdad de que el ‘Padre’ conocía sus necesidades, que
les serían satisfechas, y que les mantendría sanos... También les podría
prometer, que al ir al ‘Padre’ y al confiar en el ‘Padre’ en cada paso
del camino, estarían felices como nunca lo habían sido antes...
Experimentarían
el Reino del Cielo ellos mismos, según el punto en que echasen a un lado
las exigencias del ‘yo’ y sirvieran a los demás... Serían testigos de las
curaciones, y éstas les aumentarían la fe y les darían la valentía para
sobrellevar las incomodidades del viaje... Y así empezamos nuestra misión
de propagar la ‘BUENA NUEVA’ del ‘EVANGELIO del REINO’... Envié a
estos hombres jóvenes delante de mí, a la ciudad que habríamos de visitar... Al
entrar, se le decía a la gente que se juntase para escuchar la ‘Buena
Nueva del Reino del Cielo’... La gente se quedaba sorprendida y querían
saber más, pero los discípulos les instaban a que trajesen a los amigos y
vecinos y que se enteraran ‘al llegar Jesús,’ y que habría curaciones para su
gente enferma... Ilusionados, muchos corrían para ayudar a difundir la
‘buena noticia’ y pronto estaban juntos formando una gran multitud...
"CRISTO
VUELVE", Revela la verdad sobrecogedora. CARTA N° 2 - Continúa...
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¡Padre,
en Tus Manos Encomiendo Mi Espíritu!
Yo Soy
El Absoluto
Yo y
Mi Padre Somos Uno
¡Vida
a la Vida! ¡Amor al Amor! ¡Fe al Corazón!
Lucía Montaño
Ferrer
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