por José García
Álvarez el enero 31, 2015
Cuenta una
leyenda que los mayas dispersaron por el mundo trece calaveras talladas, que
heredaron de los habitantes de la legendaria Atlántida antes de que su
continente se hundiera en el mar; y que, cuando estas se hallen y reúnan en un
solo lugar, será el tiempo en que la sabiduría de los atlantes habrá de ser
trasmitida a la humanidad.
Una versión
también dice que cada calavera corresponde a uno de los trece mundos que fueron
habitados por los seres humanos. El último de estos trece mundos sería el
nuestro. Por eso se dice que son 12 +1 calaveras, que fueron traídas y
repartidas por toda la Tierra para recabar sobre nuestro aprendizaje y
responder por nuestra existencia.
Actualmente,
hay varias de estas calaveras exhibiéndose en las vitrinas de distintos museos
del mundo, y ya han sido descubiertas por lo menos ocho de las trece. Están en
distintas manos y cada una de ellas ha sido bautizada con un nombre propio,
según la especialista en la materia, Ellie Crystal.
La más
conocida es la Calavera SKULL OF DOOM, también llamada la “Calavera
del destino” o “Cráneo del destino”. Su aspecto y medidas son casi réplicas
exactas de la calavera humana. Está hecha de una sola pieza del más puro
cristal de cuarzo y tiene la mandíbula articulada; casi no tiene
imperfecciones. Por su forma y tamaño, se presume que es un cráneo femenino.
En el año
1919, Frederick Albert Mitchell-Hedge, un aventurero británico, viajó a Belice
junto a su hija Anna. Cerca de esa ciudad, descubrieron un área arqueológica
entre las ruinas de la ciudad maya de Lubaantun. Mitchell-Hedge andaba en
búsqueda de algún vestigio que le ratificara la existencia de la Atlántida,
hasta que en el decimoséptimo cumpleaños de su hija adoptiva Anna (1/1/1924), escudriñando
entre las ruinas de un templo, esta vio un haz de luz entre las piedras. Al
mover los bloques, pudieron desenterrar una fascinante calavera. Dicha
experiencia es narrada por Mitchell-Hedge en su sitio web.
La leyenda
cuenta que había cerca de 300 indios trabajando en las excavaciones. Cuando la
calavera apareció en la superficie, todos ellos se arrodillaron con
admiración y respetuosamente ante ella, y besaron con recogimiento el terreno.
Los
científicos de hoy no tienen respuestas claras sobre la forma tan perfecta en
que fue tallada la calavera. Hoy en día, no existe ninguna herramienta capaz de
esculpir semejante pieza porque fue hecha con un sólo trozo del más puro
cristal, y tallada en contra del eje natural de la roca. No hay evidencia ni
rastro alguno que haga pensar que se hubiera utilizado alguna herramienta
metálica. Por eso, hay personas que aluden su confección a seres
extraterrestres. Mitchell-Hedges, por su parte, sostenía que a los mayas les
debió haber llevado unos 150 años trabajando todos los días de sus vidas,
generación tras generación, frotando un inmenso bloque de cristal con arena
hasta que se completó el cráneo perfecto.
En 1970, Anna
y la familia Mitchell-Hedges entregaron el cráneo a los laboratorios de Hewlett
Packard para un acucioso estudio científico. Dicho laboratorio, luego de
extensos exámenes, demostró que la calavera estaba hecha con un solo bloque de
cristal y que aun, con toda la tecnología actual, sería imposible realizar otra
igual.
Otra de las
calaveras de cristal está en el Museum of Mankind, del British Museum en
Londres, Inglaterra. Esta calavera, llamada “Calavera Británica”, se
considera gemela a la “Calavera del destino”. Su diferencia consiste en que la
llamada “Británica” tiene la mandíbula fija.
Los
historiadores piensan que ambas calaveras fueron hechas por las mismas manos.
El Museo Británico la adquirió al joyero Tiffany`s de Nueva York en 1998. Tiffany’s
no supo, o no quiso, explicar de dónde la había sacado.
La
calavera SHA-NA-RA se encontró en México en 1995. Se dice que se
usaron técnicas psíquicas para conocer el lugar donde estaba. Nick Nocerino, su
propietario, fundó el Instituto de Investigación Parapsicológico. El grupo de
investigación ha recopilado mucha información sobre cada una de las
calaveras encontradas, que son ordenadas por antigüedad, según informa el sitio
Web de la especialista Ellie Crystal.
Calavera MAYA: Descubierta
en Guatemala en 1912. Esta calavera está tallada en cuarzo y pertenece a un
supuesto “Monje maya”. También fue estudiada científicamente en
Hewlett-Packard.
Calavera LAZULI:
Tallada en lapislázuli. Descubierta en 1995 en el norte del Perú por indígenas
incas. Una tribu cercana aseguraba que era obra de “espíritus malignos”.
Calavera JESUITA:
Se tiene noticias de ella desde 1534. San Ignacio de Loyola, fundador de los
Jesuitas, la tuvo en su poder. Dicen que atrae toda clase de pájaros.
Calavera
SHUI TING ER: Tallada en amazonita. Fue descubierta hace 130 años por el
arqueólogo chino Yeng Fo Huu en el suroeste de Mongolia.
Calavera OCEANA:
Esculpida en cuarzo. Perteneció a un campesino brasileño que vive en una región
remota de la Amazonia. Se cree que fue descubierta por los indígenas. En el año
2004 fue donada al Museo de minerales por un distribuidor de joyas brasileño.
Calavera ET:
Descubierta en 1906 en Guatemala. Es de cuarzo ahumado. Se caracteriza por la
forma puntiaguda del cráneo y la mandíbula pronunciada. Tiene cierto aire no
humano. Es parte de la colección privada de Broma Van Dietan. Broma recorre el
mundo para compartir los supuestos poderes curativos que posee la calavera.
Calavera MAX:
La mayor calavera de cristal conocida, descubierta en Guatemala. Se cree que
fue usada en rituales para sanar. También se la llama la calavera de cristal de
Texas. Pasó de manos de un espiritualista tibetano Joann Parks de Houston,
Texas. La familia permite visitar a Max y la ha prestado para hacer varias
exposiciones en EE. UU.
Calavera
La Compasión: Es un descubrimiento del momento. Maya Shaman y el anciano
Hunbatz Men dijeron que era de origen atlante la primera vez que la examinaron
en la Conferencia de la calavera de cristal.
Calavera BABY
LUV: De cuarzo rosa, descubierta en 1700 por un monje del monasterio de Luov
(Ucrania).
Sea como
fuere, la historia y la leyenda de las calaveras de cristal siguen fascinando a
mucha gente, y los aficionados insisten en las propiedades paranormales que
poseen. Aun así quedan muchas incógnitas sin resolver. Persiste la incógnita de
por qué, cómo y cuándo fueron creadas esos tallados tan exquisitos y difícil en
cristales tan frágiles, imposible de esculpir en la actualidad.
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