La incontinencia urinaria se define como la
pérdida involuntaria de orina por la uretra, de forma repetida a lo largo del
tiempo, que desemboca en un problema higiénico y social.
Se trata de una patología más frecuente de lo
que parece, presente en el 30% de los mayores de 60 años y hasta en el 50% de
los ancianos que viven en residencias u hospitales.
Las mujeres son más propensas tras la
menopausia y sobre todo las que han tenido un mayor número de hijos.
En el desarrollo de la incontinencia
intervienen dos circunstancias fundamentales:
La disminución progresiva de la capacidad
de la vejiga.
Pérdida de fuerza de los esfínteres
urinarios.
Existen diversos factores que pueden
acelerar la evolución del cuadro, como por ejemplo:
El estado mental del individuo.
Enfermedades neurológicas como el
Parkinson.
Hiperplasia benigna de la próstata.
Consumo de fármacos diuréticos.
Diabetes mellitus.
Según su forma de presentación, existen dos
tipos básicos de incontinencia urinaria
Incontinencia transitoria: supone un tercio
del total, aproximadamente, y se debe a una serie de situaciones agudas
(patológicas o no) que provocan una pérdida del control miccional aunque se
conserven intactas las estructuras urinarias.
Las principales causas son las infecciones
urinarias, las vaginitis infecciosas o atroncas, ciertos medicamentos como los
diuréticos, los somníferos y los antidepresivos, el alcoholismo y el
estreñimiento.
Junto con éstas, existen otras causas de
tipo psicológico como la depresión, la ansiedad, los estados confusionales
agudos y las demencias incipientes.
Incontinencia establecida: es aquella que
persiste más de un tiempo razonable (4 semanas) pese al tratamiento, sin que se
encuentre una causa que pueda justificar su clasificación como transitoria. Se
subdividen cuatro tipos principales:
Incontinencia de esfuerzo o de estrés,
secundaria al aumento de presión abdominal en relación con determinados actos
como la tos, el estornudo, la risa, los saltos y la flexión del abdomen. La
caída o prolapso del suelo de la vejiga (cistoce-le) y el prolapso uterino
puede favorecer también este tipo de incontinencia. En general se trata de
pequeñas pérdidas ocasionales aunque repetitivas, más frecuentes entre las
mujeres mayores de 75 años o en varones durante los primeros meses que siguen a
la cirugía de la próstata.
Incontinencia de apremio o urgencia, más
frecuente en los varones ancianos y debida a contracciones involuntarias de la
vejiga que producen un deseo súbito e imperioso de orinar junto con pérdida
involuntaria. Se acompaña además en muchos casos de polaquiuria (frecuentes
ganas de orinar con micciones escasas) y nicturia (aumento del número de
micciones por la noche).
Incontinencia por rebosamiento o
paradójica, producida por la obstrucción al flujo de la orina en la uretra de
forma secundaria al crecimiento de la próstata o lesiones de la médula espinal,
lo que normalmente desemboca en un agrandamiento de la vejiga urinaria. Se
manifiesta como dificultad para comenzar a orinar, sensación de micción
incompleta y goteo tras haber terminado y pérdidas de orina por aumento de
presión de llenado en el interior de la vejiga.
Incontinencia funcional como consecuencias
de barreras físicas que imposibilitan el acceso al servicio o lo retardan el
tiempo suficiente como para poder controlar las ganas, sin que en principio
exista ninguna otra causa física o psíquica que lo justifique.
Alimentos para combatir la incontinencia
urinaria
La cereza es una fruta con muchas virtudes.
Aunque hay quien cree que es una fruta calórica por su sabor dulce, un puñado
de 20 cerezas (100 g) sólo aportan 48 kcal. Además de antioxidantes que alejan
el cáncer y cuidan el corazón, es rica en triptófano, que ayuda a combatir el
estrés y a conciliar el sueño.
Con relación a la incontinencia urinaria,
la cereza resulta magnífica debido a que no irrita la vejiga.
Otras frutas que resultan ideales para las
personas con incontinencia urinaria son las uva, el arándanos y la manzana
porque tampoco irritantes de la vejiga ni son diuréticas.
Recetas de jugos y licuados curativos
#1
Ingredientes (2 porciones)
1 plátano o banana
1manzana verde crujiente orgánica,
descorazonada y picada
1 taza de uvas blancas sin semilla
1 taza de yogurt natural bajo en grasa
Preparación
Coloque dos vasos altos en el congelador
para que se enfríen. Reserve algunas piezas de fruta para decorar.
Mezcle el plátano, manzana, uvas restantes
con el yogurt en una licuadora hasta obtener una mezcla tersa.
Vierta en los vasos. Inserte las rebanadas
de plátano, manzana y uva en palillos y utilice para decorar las bebidas.
Servir. Tomar un vaso diario.
#2
Ingredientes (para 4 porciones)
2 tazas (300 g) de cerezas
2 plátanos
1 taza (250 mi) de yogurt de vainilla
Preparación
Coloque cuatro vasos altos en el congelador
para que se enfríen. Reserve cuatro fresas enteras para decorar.
Mezcle las cerezas, plátanos y yogurt en
una licuadora y licué hasta obtener una mezcla tersa.
Vierta en los vasos. Adorne, si lo desea,
cada uno presionando una o varias cerezas enteras sobre el lado del vaso. Tomar
#3
Ingredientes (1 porción)
1/2 taza de leche de soja
1/2 taza de arándanos frescos
1 cucharadita de semillas de lino molidas o
salvado
Preparación
Lavar y picar los arándanos. Después
colocar en la licuadora junto con las semillas de lino y la leche de soja.
Beber un vaso diario.
Remedios para la incontinencia urinaria:
Tal vez uno de los mejores remedios para la
prevenir y combatir la incontinencia urinaria es la realización de ejercicios
que fortalezcan los músculos en la parte inferior de la pelvis que sostiene los
órganos internos inferiores, tales como la vejiga y el útero, y controla los
músculos del esfínter, que son los músculos que controlan la uretra y el recto.
Cuando usted detiene o empieza su chorro de
orina, usted hace trabajar a estos músculos. Cuando este grupo de músculos se
debilita, puede ocurrir incontinencia.
Debido a que estos músculos se pueden
controlar a voluntad, estos ejercicios pueden ayudar a fortalecerlos, y a la
vez, ayudar a controlar el derrame, especialmente en los casos de incontinencia
por presión.
A continuación algunos de estos ejercicios:
1. Acuéstese de espaldas con las rodillas
dobladas y los pies ligeramente aparte. Contraiga todas las aberturas de la
base pélvica—el recto, la uretra, y en la mujeres, también la vagina. Para
ayudarle a que aisle los músculos, apriete primero como si estuviera tratando
de evitar soltar gases. Luego (para las mujeres) contraiga la vagina como si
estuviera tratando de no perder un tampón. Luego, proceda hacia adelante como
si estuviera tratando de parar de orinar.
Mantenga la tensión mientras cuenta
lentamente hasta tres. Luego libere lentamente la tensión. Repita de cinco a
diez veces. Usted debería sentir una sensación de "levante" en su
interior. Asegúrese de respirar en forma uniforme y cómoda, y no tense los
músculos del estómago, los de los muslos o los de las nalgas, de otra forma
estará haciendo ejercicio con los músculos equivocados. Revísese el abdomen con
la mano para asegurarse de que el área del estómago está relajada.
2. Repita el primer ejercicio mientras esté
sentado en un banquito bajo que sostenga la parte inferior de sus piernas.
Levantar las piernas ayuda más a que se relajen los músculos de la base pélvica
para el ejercicio.
3. Tercero, repita el primer ejercicio
mientras esté arrodillado en el piso con los codos reposando en una
almohadilla. En esta posición los músculos del estómago están completamente
relajados. Si no se puede arrodillar, enrolle una frazada y póngala debajo de
su ingle mientras usted está acostado sobre su estómago.
Recomendaciones
Vigilar lo que toma y consume Se recomienda
eliminar de la dieta algunas sustancias o al menos reducir su consumo de ellas,
ya que pueden irritar la vejiga como son la cafeína del café, y el té, otra
bebida favorita para el desayuno, no sólo es diurético, que significa que
extrae más agua de los ríñones cuando pasa por ellos, sino que además es un
irritante de la vejiga. Evitar también los jugos de cítricos, como la toronja
(pomelo) y el tomate, por ser también irritativos de ese órgano.
No fumar. La nicotina puede irritar
la vejiga; y en los fumadores fuertes, toser puede contribuir a la
incontinencia por presión.
Usar absorbentes urinarios (pañales) es la
medida paliativa más extendida en la actualidad, Existen numerosos productos en
el mercado que absorben cualquier accidente, ya sea orina o deposición
intestinal, y a la misma vez, le protegen el vestido y la ropa de cama de la
humedad. Hay calzoncillos, pañales, forros, añadidos, y protectores de ropa de
cama de fabricación especial, tanto reusables como desechables, los que añaden
una medida de confianza. Para algunas personas, las toallas sanitarias o los
forros de las pantimedias pueden ser una alternativa aceptable que les
proporciona suficiente protección.
Ir al baño antes de salir. Vacíe su vejiga
antes de salir en un viaje de una hora o más, ya sea que tenga deseos de ir o
no.
Usar ropas que
sean fáciles de quitarse. La ropa de mujeres, en particular, puede ser un
problema. Los vestidos de una pieza, como los monos y los de malla única, la
pueden atrasar cuando usted está de prisa para ir al baño, ya que estas prendas
se deben quitar de arriba hacia abajo. Evite esa clase de vestidos o busque los
que se puedan abrir a presión en la entrepierna de forma fácil y rápida. Lleve
consigo ropa extra para que se pueda cambiar si ocurre un accidente. Si su ropa
se mancha de orina, remójela por tres horas en una mezcla de un galón (3,8
litros) de agua y una taza de detergente para lavar platos.
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