jueves, 26 de febrero de 2015

INCONTINENCIA URINARIA.






La incontinencia urinaria se define como la pérdida involuntaria de orina por la uretra, de forma repetida a lo largo del tiempo, que desemboca en un problema higiénico y social.

Se trata de una patología más frecuente de lo que parece, presente en el 30% de los mayores de 60 años y hasta en el 50% de los ancianos que viven en residencias u hospitales.

Las mujeres son más propensas tras la menopausia y sobre todo las que han tenido un mayor número de hijos.

En el desarrollo de la incontinencia intervienen dos circunstancias fundamentales:

La disminución progresiva de la capacidad de la vejiga.
Pérdida de fuerza de los esfínteres urinarios.
Existen diversos factores que pueden acelerar la evolución del cuadro, como por ejemplo:

El estado mental del individuo.
Enfermedades neurológicas como el Parkinson.
Hiperplasia benigna de la próstata.
Consumo de fármacos diuréticos.
Diabetes mellitus.

Según su forma de presentación, existen dos tipos básicos de incontinencia urinaria

Incontinencia transitoria: supone un tercio del total, aproximadamente, y se debe a una serie de situaciones agudas (patológicas o no) que provocan una pérdida del control miccional aunque se conserven intactas las estructuras urinarias.

Las principales causas son las infecciones urinarias, las vaginitis infecciosas o atroncas, ciertos medicamentos como los diuréticos, los somníferos y los antidepresivos, el alcoholismo y el estreñimiento.

Junto con éstas, existen otras causas de tipo psicológico como la depresión, la ansiedad, los estados confusionales agudos y las demencias incipientes.

Incontinencia establecida: es aquella que persiste más de un tiempo razonable (4 semanas) pese al tratamiento, sin que se encuentre una causa que pueda justificar su clasificación como transitoria. Se subdividen cuatro tipos principales:

Incontinencia de esfuerzo o de estrés, secundaria al aumento de presión abdominal en relación con determinados actos como la tos, el estornudo, la risa, los saltos y la flexión del abdomen. La caída o prolapso del suelo de la vejiga (cistoce-le) y el prolapso uterino puede favorecer también este tipo de incontinencia. En general se trata de pequeñas pérdidas ocasionales aunque repetitivas, más frecuentes entre las mujeres mayores de 75 años o en varones durante los primeros meses que siguen a la cirugía de la próstata.

Incontinencia de apremio o urgencia, más frecuente en los varones ancianos y debida a contracciones involuntarias de la vejiga que producen un deseo súbito e imperioso de orinar junto con pérdida involuntaria. Se acompaña además en muchos casos de polaquiuria (frecuentes ganas de orinar con micciones escasas) y nicturia (aumento del número de micciones por la noche).

Incontinencia por rebosamiento o paradójica, producida por la obstrucción al flujo de la orina en la uretra de forma secundaria al crecimiento de la próstata o lesiones de la médula espinal, lo que normalmente desemboca en un agrandamiento de la vejiga urinaria. Se manifiesta como dificultad para comenzar a orinar, sensación de micción incompleta y goteo tras haber terminado y pérdidas de orina por aumento de presión de llenado en el interior de la vejiga.

Incontinencia funcional como consecuencias de barreras físicas que imposibilitan el acceso al servicio o lo retardan el tiempo suficiente como para poder controlar las ganas, sin que en principio exista ninguna otra causa física o psíquica que lo justifique.


Alimentos para combatir la incontinencia urinaria



La cereza es una fruta con muchas virtudes. Aunque hay quien cree que es una fruta calórica por su sabor dulce, un puñado de 20 cerezas (100 g) sólo aportan 48 kcal. Además de antioxidantes que alejan el cáncer y cuidan el corazón, es rica en triptófano, que ayuda a combatir el estrés y a conciliar el sueño.

Con relación a la incontinencia urinaria, la cereza resulta magnífica debido a que no irrita la vejiga.

Otras frutas que resultan ideales para las personas con incontinencia urinaria son las uva, el arándanos y la manzana porque tampoco irritantes de la vejiga ni son diuréticas.



Recetas de jugos y licuados curativos

 #1
Ingredientes (2 porciones)
1 plátano o banana
1manzana verde crujiente orgánica, descorazonada y picada
1 taza de uvas blancas sin semilla
1 taza de yogurt natural bajo en grasa

Preparación
Coloque dos vasos altos en el congelador para que se enfríen. Reserve algunas piezas de fruta para decorar.
Mezcle el plátano, manzana, uvas restantes con el yogurt en una licuadora hasta obtener una mezcla tersa.

Vierta en los vasos. Inserte las rebanadas de plátano, manzana y uva en palillos y utilice para decorar las bebidas. Servir. Tomar un vaso diario.



 #2
Ingredientes (para 4 porciones)
2 tazas (300 g) de cerezas
2 plátanos
1 taza (250 mi) de yogurt de vainilla

Preparación
Coloque cuatro vasos altos en el congelador para que se enfríen. Reserve cuatro fresas enteras para decorar.
Mezcle las cerezas, plátanos y yogurt en una licuadora y licué hasta obtener una mezcla tersa.

Vierta en los vasos. Adorne, si lo desea, cada uno presionando una o varias cerezas enteras sobre el lado del vaso. Tomar



 #3
Ingredientes (1 porción)
1/2 taza de leche de soja
1/2 taza de arándanos frescos
1 cucharadita de semillas de lino molidas o salvado

Preparación
Lavar y picar los arándanos. Después colocar en la licuadora junto con las semillas de lino y la leche de soja. Beber un vaso diario.



Remedios para la incontinencia urinaria:

Tal vez uno de los mejores remedios para la prevenir y combatir la incontinencia urinaria es la realización de ejercicios que fortalezcan los músculos en la parte inferior de la pelvis que sostiene los órganos internos inferiores, tales como la vejiga y el útero, y controla los músculos del esfínter, que son los músculos que controlan la uretra y el recto.

Cuando usted detiene o empieza su chorro de orina, usted hace trabajar a estos músculos. Cuando este grupo de músculos se debilita, puede ocurrir incontinencia.

Debido a que estos músculos se pueden controlar a voluntad, estos ejercicios pueden ayudar a fortalecerlos, y a la vez, ayudar a controlar el derrame, especialmente en los casos de incontinencia por presión.

A continuación algunos de estos ejercicios:

1. Acuéstese de espaldas con las rodillas dobladas y los pies ligeramente aparte. Contraiga todas las aberturas de la base pélvica—el recto, la uretra, y en la mujeres, también la vagina. Para ayudarle a que aisle los músculos, apriete primero como si estuviera tratando de evitar soltar gases. Luego (para las mujeres) contraiga la vagina como si estuviera tratando de no perder un tampón. Luego, proceda hacia adelante como si estuviera tratando de parar de orinar.

Mantenga la tensión mientras cuenta lentamente hasta tres. Luego libere lentamente la tensión. Repita de cinco a diez veces. Usted debería sentir una sensación de "levante" en su interior. Asegúrese de respirar en forma uniforme y cómoda, y no tense los músculos del estómago, los de los muslos o los de las nalgas, de otra forma estará haciendo ejercicio con los músculos equivocados. Revísese el abdomen con la mano para asegurarse de que el área del estómago está relajada.

2. Repita el primer ejercicio mientras esté sentado en un banquito bajo que sostenga la parte inferior de sus piernas. Levantar las piernas ayuda más a que se relajen los músculos de la base pélvica para el ejercicio.

3. Tercero, repita el primer ejercicio mientras esté arrodillado en el piso con los codos reposando en una almohadilla. En esta posición los músculos del estómago están completamente relajados. Si no se puede arrodillar, enrolle una frazada y póngala debajo de su ingle mientras usted está acostado sobre su estómago.



Recomendaciones


Vigilar lo que toma y consume Se recomienda eliminar de la dieta algunas sustancias o al menos reducir su consumo de ellas, ya que pueden irritar la vejiga como son la cafeína del café, y el té, otra bebida favorita para el desayuno, no sólo es diurético, que significa que extrae más agua de los ríñones cuando pasa por ellos, sino que además es un irritante de la vejiga. Evitar también los jugos de cítricos, como la toronja (pomelo) y el tomate, por ser también irritativos de ese órgano.

 No fumar. La nicotina puede irritar la vejiga; y en los fumadores fuertes, toser puede contribuir a la incontinencia por presión.

Usar absorbentes urinarios (pañales) es la medida paliativa más extendida en la actualidad, Existen numerosos productos en el mercado que absorben cualquier accidente, ya sea orina o deposición intestinal, y a la misma vez, le protegen el vestido y la ropa de cama de la humedad. Hay calzoncillos, pañales, forros, añadidos, y protectores de ropa de cama de fabricación especial, tanto reusables como desechables, los que añaden una medida de confianza. Para algunas personas, las toallas sanitarias o los forros de las pantimedias pueden ser una alternativa aceptable que les proporciona suficiente protección.

Ir al baño antes de salir. Vacíe su vejiga antes de salir en un viaje de una hora o más, ya sea que tenga deseos de ir o no.

Usar ropas que sean fáciles de quitarse. La ropa de mujeres, en particular, puede ser un problema. Los vestidos de una pieza, como los monos y los de malla única, la pueden atrasar cuando usted está de prisa para ir al baño, ya que estas prendas se deben quitar de arriba hacia abajo. Evite esa clase de vestidos o busque los que se puedan abrir a presión en la entrepierna de forma fácil y rápida. Lleve consigo ropa extra para que se pueda cambiar si ocurre un accidente. Si su ropa se mancha de orina, remójela por tres horas en una mezcla de un galón (3,8 litros) de agua y una taza de detergente para lavar platos.


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